Una vez Ram Dass, un americano (en los 60) llamado Dr. Alpert, se fue a la India con la pretensión de conocer a un santón que le pudiera ayudar en su búsqueda, lo hizo durante mucho tiempo y no encontró a ese hombre que de modo intuitivo le dijera \»yo soy al que buscas\», ya había decidido volver a EEUU decepcionado y al final de su viaje en una aldea a los pies de los Himalayas, vio que los nativos hacían cola para llevar comida a un anciano que era venerado por su gran sabiduría y bondad…se puso en esa cola y cuando le llego el turno sin palabras el anciano le hizo un gesto como diciendo:
– Que me dices? Que es eso que me traes?
El Dr. Alpert es un hombre que domina la palabra, era profesor en EEUU y normalmente es una de aquellas personas que no puede estar callada, alguien realmente hablador, y según él mismo cuando estuvo delante del anciano se quedó literalmente sin palabras.
Lo que le llevaba era una botella de vino llena de LSD, pues él y Timothy Leary fueron expulsados del profesorado de la universidad por experimentar y desarrollar ésta sustancia alucinógena.
Con otro gesto el Dr. Alpert le mostró la botella como invitándole y el anciano sin palabras le dijo:
– Vale, dame!
En un azucarillo dejo caer una gota y se la dio al anciano y éste gustoso se la tomó. Estuvo en meditación en su cueva tres días sin comer, sin moverse, sin beber, hasta que de nuevo estaba con sus pequeños quehaceres de ayudar a los aldeanos en sus peticiones diarias, cuando le tocó el turno a Alpert, sin palabras por que delante de éste anciano se quedaba sin ellas, le hizo un gesto de:
-Que tal??
Y le contestó:
-Bueno…bien, para salir de mi cuerpo no necesito LSD, yo lo hago de un modo natural!!
El Dr. Alpert se quedó tan impresionado con el anciano que se quedó en la aldea renunciando a su carrera y a la invitación de su padre de entrar en la directiva de la empresa y se hizo alumno del anciano, que le puso el nombre de Ram Dass.
Mas tarde Ram Dass editó un extraño libro o cuaderno que se ha llamado:
\»EL AQUÍ Y AHORA DE RAM DASS\» en él describe su crecimiento espiritual y su relación con el maestro, casi nunca hablaban, él solo podía sonreir ante aquel bello y bondadoso anciano, alguna vez le preguntaba cosas como:
– ¿ Hacías reir mucho en EEUU? O le tiraba una naranja como un niño jugando, pero fue para el Dr. Alpert su despertar, su iluminación con aquél pequeño ser anciano tan querido.
Aprendió muchas cosas como: -\»Que el pensamiento es el pensamiento del sin pensamiento\» o más claro, que el silencio mental es la base… o como –\» Que estamos encima de un puente, mirándonos a nosotros mismos pasar por debajo\» más claro que el agua…el Thetán mirando a su 10%.
Bien, termino con una frase de otro gran iluminado Sri Aurobindo que descubrió que la mente a partir de ahora ya no nos ayuda mucho, más vale el silencio mental que no el silencio bocal:
-¡\»Somos hijos del Supremo y no podemos caer, pero si caemos nos volveremos a levantar por que somos hijos del Supremo\»!
Un saludo cordial para Grupo Tetra-el
Texto por elaborado por un consultante habitual de Grupo Tetra-El llamado Netrel