El ADN es una macromolécula que contiene la información genética de un ser vivo. .
Un gen es un trozo de ADN que codifica una proteína. Las proteínas son macromoléculas formadas por una cadena de aminoácidos. Un aminoácido es una molécula orgánica con un grupo amino (-NH2) y un grupo carboxilo (-COOH). Cada molécula existente en nuestros cuerpos tiene una combinación de átomos determinada y, por ello, cambia las propiedades de la materia y el efecto o función que posee o cumple en el organismo.
ADN significa ácido desoxirribonucleico, mientras que ARN significa ácido ribonucleico. El ARN es una copia del ADN que se utiliza para descodificar las proteínas, es decir, generar nuevas proteínas que necesite el organismo a través de la información contenida en el ADN.
El ADN es una doble hélice (bicatenaria -dos cadenas-, 2 hebras enrolladas entre sí) de 2 nanómetros de diámetro cuya estructura recuerda a una escalera de caracol. Mientras que el ARN es una copia de una de estas dos hélices y, por lo tanto, una hebra simple (monocatenario, una sola cadena en los seres humanos).
ÁCIDOS NUCLEICOS
Los ácidos nucleicos son las macromoléculas orgánicas encargadas de almacenar, transmitir y expresar la información genética. Los dos tipos de ácidos nucleicos son el ADN y el ARN (macromoléculas).
Estas macromoléculas están constituidas por subunidades más sencillas denominadas nucleótidos. Los nucleótidos, a su vez, están constituidos por tres tipos de moléculas sencillas: una base nitrogenada (citosina, timina, uracilo, adenina o guanina), un azúcar (pentosa) y un ácido fosfórico (H3PO4).
FUNCIÓN BIOLÓGICA DEL ADN
Es el almacén de la información genética y la molécula encargada de transmitir a la descendencia las instrucciones necesarias para construir todas las proteínas presentes en un ser vivo. Para ello, tiene la capacidad de realizar copias de sí mismo mediante el mecanismo conocido como la replicación.
Existe cierta correspondencia entre la complejidad de un organismo y la cantidad de ADN que posee. Es lógico pensar que cuanto más complejo sea el organismo, mayor número de proteínas diferentes necesitará.
Por ello, existe una notable diferencia en el contenido de ADN de virus, bacterias, levaduras y seres pluricelulares. Sin embargo, en un mismo grupo, como ocurre en los vertebrados, puede haber a su vez grandes diferencias en el contenido de ADN, sin que exista una diferencia significativa en su complejidad.