Somos la generación bisagra, una generación que tiene frente a sí un mar de oportunidades: Tenemos acceso a estudios científicos, información global, muchos puntos de vista, opiniones varias y mucho, pero mucho más sobre una diversidad de temas que nos superan.
Tenemos una posibilidad enorme de acceso a todo tipo de información: Podemos tomar consciencia y aprender de lo que pasó décadas atrás en el pasado para no volver a caer en los mismos errores y así poder proyectar hacia un futuro que, aunque sea completamente incierto, depende de las acciones que tomemos como humanidad AHORA.
Todo y todos estamos en un cambio constante, incluso aquellos que sostienen su vida en una estricta organización social, en la cual se consume todo lo que nos muestran y nos dicen lo que está bien y lo que está mal.
Estamos rodeados de referencias de todo tipo por diferentes temáticas gracias a esta comunicación global donde al instante podemos conocer lo que está sucediendo a miles de kilómetros.
¿A qué está referido el titulo cuando preguntamos si observamos el árbol o el bosque detrás del mismo?
Estoy queriendo señalar que al árbol que tenemos al frente le han cargado de tanta información que el tamaño no nos está permitiendo ver el bosque que hay detrás: La REALIDAD.
Nos están saturando de tanta información que, no sólo nos vemos incapaces de separar la paja del trigo en la misma, sino que además nos sentimos ahogados sin tener tiempo de respirar para reflexionar sobre nuestras propias circunstancias.
Estamos viviendo tan fuera de nuestro propio SER que escapamos de nuestra realidad a la que nos dictan socialmente introduciéndonos en un bucle de consumismo sin precedentes para estos tiempos que corren.
Y centrándonos en esto último, así es como cada uno de nosotros nos ubicamos. Pasamos gran parte de nuestra vida recordando el pasado o planificando acciones futuras despreciando totalmente el PRESENTE. Ojo, no estoy diciendo que recordar un hecho del pasado que nos dejó una enseñanza esté mal, ni planificar acciones futuras también lo esté. Lo que intento destacar es el PRESENTE, el “ahora”, lo que estamos haciendo en este preciso momento. La realidad del momento, de lo que está pasando en su total expresión.
¿Y si nos desconectáramos por un momento de todo y de todos e invitáramos al silencio para que nos inunde y nos dé la oportunidad de acoplarnos con nuestro entorno?
Intencionando nuestra realidad, lo que pensamos, lo que sentimos…
¿Y si nos permitimos reiniciarnos y darnos hoy un nuevo comienzo? ¿Qué haríamos?
Tenemos un vasto panorama de oportunidades: Hagámonos preguntas que no podamos responder, tomemos caminos que desconozcamos, dudemos, volvamos a encontrarnos con nuestro SER.
El bosque nos espera. Cuando llegues y creas sentir que no eres nada, es ahí donde comienza el verdadero camino. Es ahí, en esa ruptura, donde empezarás con una nueva consciencia. Y el cambio que tanto has pedido y deseado a otros y al entorno, será transformado por un cambio diferente. Un cambio INTERIOR. Una revolución interior estarás viviendo. Así, empezarás a tomar responsabilidad de tus actos, empatizarás con el entorno y con la vida y consciencia de todo ser.
Mauricio Masiello Mail: mauri.masiello@tetra-el.org |