Médium: Raúl Caballero
Entidad: Sarda-El
Interlocutor: Victor Firedol
Comenzó respondiendo algunas preguntas. A continuación relata una vida en Italia, donde con 8 años decide empezar a investigar sobre la mala relación de sus padres. Tras un tiempo consiguió descubrir que su padre tenía otra familia y su madre no sentía nada. Años más tarde acabaron discutiendo y cortando la relación entre ellos y con él.
Sarda-El: es un goce, es nueva esta sensación para mí. Es nueva y me siento, me siento con energías, me siento con ganas de poder expresarme porque es algo que noto de una manera distinta a cuando conceptúo con otras entidades, entiendo de que mi 10% José Carlos tiene interrogantes, tiene dudas pero yo también tengo las mías, yo también tengo mis dudas, yo también tengo mis interrogantes, en ocasiones, me siento confuso también, en el plano suprafísico también nos sentimos confusos de vez en cuando. Quiero, porque sé que mi parte física José Carlos lo conoce y yo también porque somos uno, quiero saludar al interlocutor y agradecerle su presencia por lo menos. Te saludo.
Interlocutor: Buenas, ¿estás en un plano elevado o al menos estas vislumbrando la Luz?, ¿no?
Sarda-El: Me noto en un plano que anteriormente, en varias ocasiones, se ha denominado como un plano del error pero que actualmente lo podríamos llamar como un plano de la superación, que es el plano 3, porque nos superamos constantemente, porque tratamos de mejorar, tratamos de llegar a la Luz, estoy en un plano 3.9, me siento cerca de lo que es un plano Maestro aunque reconozco que si bien mi 10% hace méritos prestando servicio, yo tengo roles de ego que le transmito. ¿Quieres decirme algo?
Interlocutor: Bueno, sobre esos roles, ¿son transmitidos por algún engrama que te los provoca? Ya que en varias ocasiones hemos visto casos en que un engrama puede condicionar a que se genere un ego o que se dé el caso, ¿no? O ¿son roles de ego que poco a poco vas eliminando?
Sarda-El: No mira, yo en mi caso tengo unos roles de ego que condicionan a mi 10% José Carlos en el aspecto de la seguridad en muchas ocasiones, y no olvidemos que el ego tanto puede ser un rol de pedantería como puede ser un rol de baja estima. Tengo, porque lo reconozco, que tengo un ego que en muchas ocasiones me hace estancarme en las acciones que realizo yo como thetán y mi 10% como parte física mía. No están provocados por un engrama, son roles del ego que tal vez arrastre yo, incluso de varias vidas atrás pero no necesariamente de engramas, de experiencias.
Interlocutor: Y respecto de los engramas, ¿estás muy afectado o no supone una gran carga para ti?
Sarda-El: Tengo engramas, tengo y tú que leo tu mente conceptual y sé que estás investigándolos, investigando los engramas, investigando los condicionamientos engrámicos, puedo decirte que tengo engramas de vidas pasadas que me condicionan en el aspecto actual, en el sentido de que le transmito a mi 10% condicionantes que lo frenan en esas acciones también que comentaba anteriormente. Son engramas, han habido engramas de perdidas graves, ha habido engramas de abandonos, ha habido engramas de traiciones…
Son cosas que vosotros, y permíteme que te monopolice un poco la conversación, son engramas que vosotros, en muchas ocasiones consideráis como algo grave pero que cuando has tenido una sucesión de vidas, de cientos o de miles de vidas es probablemente, incluso lo más natural del mundo, ¿natural? No siempre precisamente quiere decir positivo porque entiendo que…Si bien sirve para aprender, sería hipocresía de mi parte decir que ha sido positivo y decir que me gustan las experiencias negativas aunque se utilicen para aprender, sería hipócrita de mi parte decirlo. Es por eso que considero que los engramas que pueda tener hasta cierto punto, y si bien tienen carga engrámica y me afectan, entiendo que han sido de roles que ya han sucedido, de roles pasados, de situaciones pasadas, que redundantemente ya pasaron, así que no me preocupan en exceso. Entiendo que estoy centrado en lo que soy ahora como thetán y estoy centrado en lo que es ahora mi 10%, José Carlos como ser humano encarnado en Sol III.
Interlocutor: Esos condicionamientos que te suponen esos engramas, ¿a qué nivel van o más o menos lo que más te afecta o lo que más te condiciona, qué sería?
Sarda-El: Lo que más me condiciona, seguramente, hayan sido los abandonos. Los tres o cuatro abandonos que he podido tener en vidas, no he tenido 3 o 4 abandonos pero se entiende que son 3 o 4 abandonos de engramas base, de carga engrámica, fuerte, por decirlo en una palabra vuestra. Y condicionan en el aspecto de la seguridad, siempre. En ocasiones es como que mi parte física se cuestiona si lo que está haciendo lo está haciendo bien o lo está haciendo mal.
Interlocutor: En esas vidas en las que has sido abandonado, lo más típico suele ser replantearse que es por culpa de uno que ha habido tal abandono, ¿no?
Sarda-El: Los abandonos muchas veces somos víctima, y no lo digo en rol víctima, pero en muchas ocasiones uno no tiene culpa y sufres una pérdida importante, una pérdida, un abandono que te realizan en un momento puntual y uno no tiene culpa. Porque si dijéramos que la víctima tiene culpa tal vez estaríamos cayendo en la tentación de señalar a la víctima pero siempre somos responsables de lo que hacemos, siempre somos responsables de lo que hacemos, siempre, absolutamente.
Quisiera, en mi memoria conceptual, repasar una vivencia si me permites.
Interlocutor: Claro.
Sarda-El: Es una vivencia que quisiera repasar donde ha habido un abandono y donde he sido, o al menos bajo mi percepción, una absoluta víctima porque no he tenido nada que ver. Y no he tenido un abandono, he tenido varios en esa encarnación.
Tuve una encarnación en Italia, una encarnación en el siglo XVI y ya desde pequeño mis padres, era como que no me querían cerca, parecía molestarles. Ellos me consideraban una carga, yo podría tener, perfectamente solamente 5 o 6 años y ni madre ni padre se ocupaban de mí. Me dejaban o bien solo, o bien al cuidado de otras personas, podían ser amigos, podían ser vecinos. Y jamás me sentí con el amor que tal vez necesitaba para crecer y en ningún momento me sentí con el deber, deber entre comillas de devolverles nada, de aportarles, de recompensarles, porque jamás se había ocupado de mí, no había crecido sintiendo amor por ellos. Fue pasando el tiempo y poco a poco fui tomando conciencia de que mis padres no sentían nada por mí, tal vez habría sido un hijo no deseado. Pero yo era avispado y quería saber. Yo tenía ya 8 o 9 años y quería saber más. Y todavía más, y más, y más, pero querer saber de qué os preguntaréis. Quería saber sobre la relación de mi familia, yo preguntaba a la gente con toda mi inocencia. Yo me llamaba Jordano Allero en esa encarnación y tenía tantos y tantos interrogantes sobre mi familia, porque no me había criado con ellos y no sabía prácticamente nada. Que empecé a preguntar con toda mi inocencia, la gente se sorprendía porque estaba preguntando algo que por norma general tenía que conocer puesto que eran mis padres, ellos prácticamente me habían visto veces muy puntuales cada día, o incluso se estaban 3, 4 días sin verme. Luego fui obteniendo información a través de la gente que me cuidaba, a través de la gente que lo conocía, fui entendiendo que padre no amaba a madre y que no había amor en esa relación. De hecho tampoco prácticamente tampoco se veían y tenían ningún interés en conocerse, entonces, ¿para qué esa unión?, ¿qué había ahí realmente? Y fueron pasando los años y fui indagando, hasta que vi a padre, un día con otra señora, hablando, se besaron y no alcanzaba a comprender que pasaba realmente. Recuerdo que me avisaron, mira Jordano entiendo que tienes dudas porque es tu familia pero no te metas, hay asuntos turbios, no te metas. Yo con toda mi inocencia no alcanzaba a comprender y a medida que iban pasando los años, más interés tenía y más interrogantes me surgían. Fui indagando, tratando de conocer más las situaciones, entendía de que padre tenía una amante, se veían constantemente, alguna vez vi a dos pequeños, había tenido hijos también con esta señora. Y yo empecé a verlo de una manera extraña, porque empecé a ver como de veces quedaban y con los hijos jugaba afuera, a mí no me prestaba atención, yo los espiaba, y veía que padre era cariñoso, pero sí con esos niños no conmigo. Tenían aproximadamente, podrían tener mi edad. Y me empecé a sentir muy mal, porque me empecé a sentir solo. Yo había crecido con un rol del ego de querer llamar la atención. Quería llamar la atención, no había sido en ningún momento el centro de atención de mi familia y un día voy con padre y le hablo, recuerdo que me pega un bofetón y me dice: ¿qué haces aquí? Márchate. Aquí yo no te he dicho que vengas. Yo me sentí muy mal, muchísimo, me marché llorando, conté a gente que me conocía, me dijeron: bueno, pero ya te avisamos, no te metas en eso, vas a tener problemas. ¿Y madre? ¿Qué sabemos de madre? Madre no sabía nada de ella, empecé a indagar, también había asuntos difíciles con madre. Ella trabajaba en la prostitución, por lo que pude finalmente descubrir, y tal vez de una unión similar pude nacer yo. Intenté hablar con madre. Éste no es el momento. Nos vemos en otro momento. Ven a buscarme después y luego no la veía. Estuve mucho tiempo detrás de ella y no lograba encontrar el momento para conversar, para dialogar, yo, ya crecido con 13, 14 años y no me importaba lo demás, empecé a estudiar, empecé a interesarme por la música, pero mi única preocupación eran mis padres y recuerdo que prácticamente toda la vida me toco hacerlo solo todo porque en ningún momento me prestaron la más mínima atención. Y cuando empecé a valerme de mi estado más racional, me encargaba solo de todo. Y recuerdo que me, recuerdo haberlos visto juntos, a padre y a madre juntos. Y recuerdo a padre golpear a madre. No alcance a comprender qué decían, estaba lejos y no logré a escuchar. Pero vi que la acción fue muy negativa. No me gustó esa acción de violencia. Recuerdo que no lo pensé dos veces y arremetí contra padre. Me cogió y me golpeó tres veces, me tiró al suelo, me dijo: todo es culpa tuya. No quiero verte más. Tal vez no fue un abandono, propiamente dicho, pero me sentí como tal. Si bien no había tenido relación con la persona y si bien incluso antagonizaba con la persona después de ver sus actuaciones, yo me sentía mal porque jamás me había rechazado, me habían rechazado con actos pero jamás con una palabra tan despiadada y me sentía mal por otro motivo también, tal vez estaba destrozando una familia, que según había visto eran felices. Madre lloraba, y me explicó todo, mira no quise arrastrarte a esto por eso no me hice cargo de ti, yo no quiero que sufras, yo quiero que seas feliz con los demás. Quiero que seas feliz con Dello, quiero que seas feliz con Toni, quiero que seas feliz con toda la gente con la que te he dejado. Tú ya conoces a varias familias, y sabes que te tratan bien. Sírvete de ellos, yo no quiero arrastrarte a esto. Tu padre y yo no tenemos ninguna relación realmente, ¿sabes a lo que me dedico? Él tiene una familia, yo entiendo que no la quiera destrozar pero tiene que hacerse responsable y cargo. Mira no quiero involucrarte más en todo esto, olvídate de todo, olvídate de mí también. No madre, pero yo, no puedo, quiero saber más. No sepas más, olvídate, olvídate de mí. Me marcho, me volví a sentir abandonado, otra vez, otra vez.
Más tarde, quisiera continuar el relato en otro momento, porque tengo más todavía que contar al respecto. En esta parte del relato había carga que logré comprender y superar al relatarlo pero después estuve casado y tuve problemas con mi pareja. Lo dejo para después, lo dejo para otro momento.
Gracias por servirme de interlocutor y quiero agradecerle también la colaboración de mi 10%, José Carlos, que ha permitido esta conexión, gracias también al receptáculo que ha soportado esta carga. Ha sido un alivio muy grande para mí. Gracias a todos, de verdad.
Hasta todo momento