De la Compensación de la Mente

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Si en la anterior reflexión comentábamos ese ciclo de repetición constante de nuestros pensamientos, en esta hablaremos de una posible causa o por qué aparecen ciertos pensamientos derivados de emociones.

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Hemos hablado en alguna ocasión de que el universo ( macrocosmos) tiende a compensarse y a buscar el equilibrio… ¿ Y si nuestra mente ( microcosmos) cuando es presa de los pensamientos tiende a hacer lo mismo?

Muchas veces debido a diferentes desencuentros con personas o situaciones donde hemos puesto expectativas o emociones y no salen las cosas como esperábamos, se crea cierta resistencia. Básicamente no somos capaces de pasar página y buscamos un desahogo.

Ese desahogo se expresa de muchas maneras, hacia el exterior: simplemente dialogando, echando la culpa al entorno, a los demás etc… o internamente imaginando diferentes situaciones y escapando de lo que ES.

Tenemos conductas debido a emociones que se quedan impregnadas a lo largo de nuestra vida. Y en base a una situación análoga en nuestra vida diaria, vienen las posibles voces e imaginaciones recurrentes cada vez que dicho disparador emocional salta.

Algunos ejemplos:

– En un desencuentro con alguien, Imaginamos contrarrestando el insulto. No pudimos pasar página ahí, no pudimos superar momentos…e imaginamos las cosas que no le dijimos en su momento. ¿Y si ese desahogo no es una compensación y búsqueda del propio equilibrio de la mente?

– Cuando se pusieron unas expectativas en alguna situación y no salieron las cosas como esperábamos, Imaginamos una situación queriendo “ganar”, contrarrestando un “perder”. ( En los deportes, en exámenes, valoraciones etc…)

Imaginamos un “debería” en nuestra mente, cambiando una imagen por otra. Porque no había aceptación de la realidad, de lo que ES.

Imaginamos disintiendo una y otra vez queriendo tener la razón…con el que consideramos que es una autoridad. ( Pasa a veces en el trabajo con los jefes, familiares, padres-madres etc…) Puede ser que detrás de todo ello haya habido envidia, rencor, resentimiento porque nos sentimos obligados a hacer algo que no queríamos en un momento dado etc…

Básicamente no pudimos pasar página ahí, por lo que cada vez que aparece el disparador, la mente lo contrarresta una y otra vez con un pensamiento.

– Cuando sabes que estás realizando un acto hostil o un acto ilegal, observa como acto seguido aparece el parloteo de tu mente justificándose a sí misma.

Observa como la propia mente se contrarresta a sí misma continuamente de acuerdo a diferentes disparadores emocionales.

La mente es como un traje que busca su compensación continuamente. De ahí muchas voces e imaginaciones. Si en un vídeo comenté la bipolaridad emocional en relación al péndulo, aquí podríamos hablar de la bipolaridad del “parloteo” y de la imaginación.

Cuando vives identificado con la mente, tu vida entera es una política de fuerza y compensación del péndulo.

Al principio estarás tan acostumbrado al parloteo que el péndulo va de un lado para otro con suma rapidez, sin darte cuenta.

¿Cómo se compensa en su mayoría de las veces? Con roles.

Quizás en esa compensación o equilibrio, de manera indistinta buscaría el equilibrio fuera: “dramatizando”, victimizando, buscando aliados, señalando a otros, dando dinero para tener “libre su conciencia”, echándole la culpa a los demás o al exterior etc… o dentro: Imaginando y con pensamientos enfrentados.

Creo que gran parte de los roles del ego se deben a la compensación que hace la propia mente para sobrevivir. Se auto-perpetua y protege a sí misma.

Quizás en esa compensación, en ese parloteo mental hay sufrimiento. Sufrimiento relacionado con la dualidad.

Muchas veces la mente se auto-castiga con culpa y vergüenza, hablándose con autoridad y auto-juicio para acto seguido contrarrestarse a sí misma. La conclusión es que entra en un bucle de pensamientos enfrentados, dando lugar a posibles depresiones.

Es importante intentar analizar, sin condenas ni auto-juicios, para dar con las necesidades REALES que tenemos. Acto seguido establecer las estrategias que podemos utilizar para conseguirlas.

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Práctica: Cuando te enredes en tus pensamientos intenta observarlos. Observa como tu mente se habla y se contrarresta a sí misma entrando en bucle en muchas ocasiones. Un “quiero” y “no puedo”, un “debería hacerlo” pero “no lo hago”, un “tendría que” pero “ya está hecho”…

La gran mayoría de las veces, detrás de un parloteo reticente sobre un mismo tema que se repite en diferentes momentos, hay un disparador emocional ( envidias, resentimientos, desencuentros, rencores, celos con alguna persona etc…) Quizás, podríamos ver la causa real emocional que la está causando. Observando esta emoción, cuando empiece el parloteo podemos identificar que disparador hay detrás. Con el tiempo nos haremos cada vez más observadores conscientes del proceso.

Empecemos por intentar observar como funciona ese equilibrio y esa compensación. Al observar nuestro interior vamos siendo conscientes de la interpretación que hacemos de la realidad y de esos posibles disparadores emocionales.

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De hecho, recordando la reflexión anterior, el propio traje es un cúmulo de datos. Todo son datos, todo son percepciones. El propio traje intenta re-ordenarse compensando luchando contra sí mismo y en muchos casos contra los demás. ¿Vas a luchar contra las percepciones “malas” o “buenas” ? ¿Vas a luchar contra imágenes y emociones de como captó el traje en un momento dado y que ahí se quedaron? No se puede. No se puede luchar contra el traje. El traje no se puede quitar. Deja de luchar.

La mayoría de las personas en este camino imaginario luchan contra su propio traje y queremos hacerle su mejor paso para que no luchen contra sí mismas. Comprender esa lucha interna de necesidades desbocadas, de roles, de emociones…es esencial para comprender nuestro propio equilibrio interno.

Sufrimos en muchas ocasiones por nuestra memoria, por nuestra imaginación y por cómo se contrarresta nuestra mente una y otra vez. Como una bola que rebota de un lado para otro en un circuito cerrado. Creo que gran parte de la vida es sufrimiento por el desconocimiento que hay en este mecanismo de nuestra mente.

Sin embargo sí se puede comprender y observar. Y en la medida que estamos atentos a esa compensación, a esos pensamientos encontrados en nuestra propia mente, podemos analizar el disparador emocional que hay detrás de todos esos pensamientos.

Podemos encontrar la emoción y hacernos conscientes de ella observando esos pensamientos cada vez que se disparen.

La comprensión lleva a la aceptación de lo que ES. Y así se comprende el traje ilusorio que llevamos.

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El traje nunca para, registra constantemente. La mente de Eón nunca para tampoco. Como es arriba es abajo en este mundo maya.

Comprender los mecanismos, observarlos y fluir. Nuestro camino.

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Luis Sanmartin ( Noviembre 2020)