“Las fuerzas del yin y el yang se manifiestan en todo el universo como polaridad. Para poder existir, todo tiene un polo opuesto. Cada uno de los polos sólo existe por el otro polo; si desaparece una polaridad, tampoco existe la otra. Esta regla fundamental puede aplicarse a todo. Por ejemplo, sólo podemos espirar si también inspiramos; si dejamos uno de ellos, también se nos priva de lo otro; lo interior condiciona lo exterior; el día condiciona la noche; la luz condiciona la sombra; el nacimiento, la muerte; la mujer, el hombre, etc., siendo en todos los casos ambas polaridades mutuamente intercambiables. Cada polo necesita complementarse con un opuesto”.
El Gran Libro de Los Chakras
Shalila Sharamon y Bodo J. Baginski
Todo ciclo o inversión de la Polaridad tiene su momento: El día y la noche necesitan un promedio de diez o doce horas, la diferenciación de masculino a femenino sólo es posible a través de diversas encarnaciones, la inspiración y la espiración se da en fracciones de segundo, los ciclos de los latidos del corazón se dan aún en menos tiempo…
La Creación o manifestación de Eón lleva implícita este principio.
Toda la Dualidad y polaridad se da a diferentes escalas. Realmente creo que son tantos los detalles que abarcan estos principios que nos es imposible abordar los cientos de ejemplos que nos pueden llegar a la mente. Pasando por el universo físico, por los diferentes Planos y por las entidades que los albergan… Al fin y al cabo somos energía. Cada entidad, cada Plano, cada detalle del Universo Físico…todo es energía. Toda manifestación de energía conllevaría estos principios. Desde la más “pequeña” partícula de energía hasta la más “grande”. Todo se puede reducir a lo mismo.
Pero llevemos esos principios más allá. Cambiemos la perspectiva y subamos la escala. A Eón. Quizás podríamos representar la manifestación de Eón como un Toroide o un vórtice energético.
Dichos principios conllevan implícitamente la existencia de un flujo o movimiento de energía interno de Eón. El propio Universo se AUTOREGULA a sí mismo. Existe una COMPENSACIÓN y cierto equilibrio en Él.
Podríamos representarlo como una TOTALIDAD, con su polo positivo y negativo. Dualidad. Dentro del polo negativo volvería a abrirse otro signo ( + -) y dentro del polo positivo volvería a abrirse otro signo ( + -) Y si volviera a abrirse dentro de estos…volvería de nuevo a abrirse esa misma Dualidad. Dentro de Eón Todo es Ying,Yang.
Conociendo la Dualidad Fractal, quizás podríamos realizar una nueva representación más exacta del Ying y el Yang.
Como energía que somos dentro de Eón somos parte de ÉL, nos movemos con ÉL. Somos causa de esa Polaridad en Eón. A escalas ínfimas pero somos causa.
PERO LA POSICIÓN DE LA ENERGÍA QUE GENERA DICHO EQUILIBRIO NO ES ESTÁTICA. LA POLARIDAD CAMBIA.
Repetiré el párrafo que puse al principio: “Todo ciclo o inversión de la Polaridad tiene su momento: El día y la noche necesitan un promedio de diez o doce horas, la diferenciación de masculino a femenino sólo es posible a través de diversas encarnaciones, la inspiración y la espiración se da en fracciones de segundo, los ciclos de los latidos del corazón se dan aún en menos tiempo…”
¿Estaría “eternamente” (Un Big Bang- Big Crunch) un espíritu siempre en su mismo Plano? ¿Tendría siempre su misma vibración o habría una inversión de la Polaridad?
¿Qué es lo que nos impulsa?
Lo que realmente estoy planteando es nuestra posición en la creación. Lo que consideramos o entendemos como “Libre albedrío” contra el propio Flujo de energía de la Creación, contra una posible fuerza interna de Eón que nos impulse a seguir las corrientes de su creación y sus polaridades.
Piénsenlo:
¿Cual creen que es la mayor justificación que puede dar un ser de un Plano Denso a un ser de Luz?
– “Hoy yo estoy en un Plano Denso, mañana es probable que esté en un Plano de Luz. No hay nada perpetuo. Nosotros también cambiamos de polaridad como energía que somos.
Nada es perenne, todo se mueve. Todo son ciclos. Hay cambios de Polaridad CONSTANTEMENTE. Incluido nosotros.
Muchos de vosotros queréis elevaros más y más……pero luego volveréis a bajar. Porque el ciclo es así. ES EL EQUILIBRIO DEL UNIVERSO. Tú, espíritu de luz, estás bien ahí y crees que has descubierto la libertad y el amor. Pero la polaridad cambia, acuérdate, la polaridad cambia. NADA es eterno en su lugar. Todo tiene su ciclo y su tiempo para cambiar de Polaridad.
Mañana tú volverás a tener engramas y bajarás. Y yo, que hoy día disfruto conquistando y sometiendo….SALDRÉ de ese ciclo y llegaré arriba”.
¿Ante esta declaración que podríamos decir?
¿Y si una de las principales características del principio de polaridad fuere la manifestación de la Mente Analítica y de la Mente Reactiva a través de nosotros y de Eón ?
La Dualidad reside también en nosotros, en los Planos, en los espíritus y en la energía que de ellos se desprende. Desde espíritus en planos muy densos (-2,-1,2,3) a espíritus en planos de Luz (4 y 5) pasando por las entidades angélicas a los demonios en la otra parte de la balanza.
Compensación a diferentes escalas, planos vibracionales y entidades.
Todo ser de luz tiene pequeñas partículas de oscuridad al igual que todo ser de la oscuridad tiene pequeñas partículas de luz.
Ninguno permite que unas se sobrepongan sobre otras. Es su decisión la que marca ese flujo. Es su TENDENCIA.
En caso de que cambiara su tendencia dándole más cabida a una mente o a otra generaría una Posible Inversión. Una Inversión de la Polaridad.
La Decisión de Hacer conlleva Responsabilidad. Responsabilidad de quien eres y de donde estás.
La no responsabilidad conlleva el dejarse hacer, conlleva el dejar de ser causa…para ser efecto. Conlleva la justificación, conlleva el sentirse víctimas de unas circunstancias externas que ni siquiera nuestras mentes finitas pueden alcanzar.
Es nuestra decisión darle cabida a nuestras partículas de oscuridad o de luz, el darle cabida a las consecuencias de utilizar nuestra Mente Reactiva o nuestra Mente Analítica.
Pero vayamos más allá. Si Todo girara en torno a una elección de Tendencia formaríamos parte de una Rueda eterna.
Todo giraría en base a decidir una Polaridad y a supeditarnos a un ciclo eterno.
No habría capacidad de superación. Al final habría destino, apatía y justificación. No habría Evolución. Y sabemos que no es así.
Eón transciende. Eón evoluciona. Y sabemos que lo hace evolucionando Octavas. Es realmente importante recordar esto.
Eón no evoluciona sólo. Somos parte del Padre y tenemos su esencia.
Entonces. Creo que podríamos ir más allá…
Nuestro libre albedrío no sólo condicionaría nuestra decisión de elegir la TENDENCIA o el camino a a tomar. Quizás como esencia que somos se nos da la posibilidad de trascender.
Trascender todo camino, trascender más allá de nuestros ciclos y de nuestra propia Polaridad. Trascender nuestra propia octava.
Quizás ese sea nuestro verdadero reto.
Luis Sanmartin. ( Diciembre 2016)
|