Médium: Raúl Caballero.
Entidad: Ien-El, espíritu de quien fue el Maestro Jesús.
Mensaje del Maestro Jesús donde se expresa y nos da un muy importante mensaje para toda la humanidad aprovechando la Semana Santa.
Ien-El: Hermanos…
Laura: ¡Bienvenido!
Ien-El: Te escucho querida hermana. Sé que es un momento delicado para vuestra civilización. Mi nombre conceptual es Ien-El, muchos me conocéis por el nombre de mi anterior encarnación, conocido como Ieshu Ben Iosef o el Maestro Jesús.
Como Logos, sufro, sufro por ver el estado actual de vuestro mundo. Sufro por todos aquellos hermanos que sufren, no solo que sufren por las enfermedades, sino que sufren por las pérdidas también. Porque mi querido hermano y discípulo, el querido Johnakan Ur-El, ya lo ha comentado en muchas oportunidades, que el amor personal es más fuerte que el amor impersonal en el plano físico.
Y es así, hay muchas familias destrozadas, que están sufriendo, y yo les digo desde aquí:
Vuestros seres queridos están en un lugar mejor, son conscientes desde su plano que estáis sufriendo. Y no os voy a decir que no sufráis, no os lo voy a decir. Porque es humano sufrir, de la misma manera que yo sufrí estando en vida por ver como mi madre sufría, como mis discípulos sufrían.
Yo también sufría. Y no nos engañemos, sufría por mí, sufría porque no me sentía comprendido, sufría porque no me sentía contenido. Pero no pasa nada. No trivialicemos las emociones, no desestimemos las emociones. Abracemos las emociones. Porque eso nos hace ser libres. Libres.
Esclavo se es de las emociones cuando no se asumen. Cuando no se asumen. Y sé que vuestro mundo es un tornado de emociones en estos días. Y es verdad, es verdad. Sé que sufrís. Como digo, yo como Logos también lo hago, también sufro. Sufro por todas aquellas personas al borde del colapso.
Soy consciente desde mi plano, que siempre ha habido enfermedades. Como también soy consciente que siempre ha existido las guerras, que siempre ha existido la gente mala. A sí es como la llamáis vosotros.
Pero de ciertos digo, que no tengáis rencor, que no tengáis odio por las personas que están gestionando mal, por las personas que han permitido esto. Porque el odio os va a poner en el mismo lugar que a ellos. No odiéis, no odiéis. Claro que os habéis de enfadar, porque también es humano que os enfadéis.
No os voy a decir que no tengáis miedo, también es humano tener miedo. Yo tenía miedo en la cruz, yo tenía miedo. Pero no quiero que seáis presa del odio, un odio que se está empezando a gestar en vuestro mundo, un odio que no conduce a ningún sitio. El odio no es la llave para nada que no sean más guerras.
Cuando muchos esperaban que me levantara contra mi pueblo y que empuñara una espada, yo no contesté con odio, yo no contesté con violencia. Y me gustaría que eso sirviera de ejemplo.
El amor. El amor es algo que se propone, y en el momento en el que se impone, ya no existe amor, ya existe conveniencia. Por eso os digo, de verdad os lo digo, de ciertos digo: No odiéis a todas estas personas.
No importa el partido político, no importa qué hicieran. Tampoco os digo que los perdonéis, porque el perdón… el perdón, nace desde el ego. Más sí os digo que los comprendáis. Que los comprendáis. Comprender a la otra persona no quiere decir que lo justifiquéis.
Denunciadlo, habéis de hablar. Os habéis expresar como pueblo. Pero la violencia no es una opción, no es una alternativa, no lo es. Por eso os digo, comprended, poneos en el lugar del otro.
Ese mensaje me gustaría que quede bien al fondo de todo el mundo. Si repasáis canalizaciones atrás que hice durante Semanas Santas, como vosotros les llamáis, que al final es una semana más… Porque yo estoy con todos vosotros, no hoy, no mañana, no esta semana, sino todos los días de vuestra vida, de vuestra existencia. No de vuestra existencia física, sino de vuestra existencia suprafísica. Estoy con todos vosotros, en todo momento.
Pero en canalizaciones atrás ya lo dije, se venían tiempos duros, tiempos difíciles. Porque nosotros somos capaces de percibir el ego, el ego que os gobierna. Pero no os engañéis, no es que el ego os gobierne ahora.
Cuando yo estuve encarnado, también sucedió. Los gobernantes también acabaron conmigo y con muchos otros pobres inocentes. No es algo de ahora, es algo de siempre. Porque Luzbel está, porque los demonios están y tratan de ir tentando el ego del ser encarnado, para que os mejoréis.
Muchos son presa de las emociones, muchos son presa del ego. Yo digo: aceptad vuestras emociones, pero que las emociones no nos dominen. No os dominen.
Hay otra cosa que está muy mal entendida. Cuando yo dije hace 2000 años atrás, hace dos milenios atrás, que dejarais vuestros hermanos, vuestros padres, vuestros hijos, para seguirme, para seguir al Padre, que habrían luchas… no me refería que os tenéis que enfrentar, ni que los tenéis que abandonar.
Lo que tenéis que abandonar, es el rol, no importa que quien esté sufriendo sea vuestro familiar o sea otra persona, porque continúa siendo vuestro hermano, continúa siendo vuestro igual. Porque todos somos hijos del mismo Padre.
Y por eso, de ciertos os digo, no empecéis peleas, no luchéis. Pero, dejad los roles, dejad vuestras ideologías políticas. Simplemente intentad fluir e intentad ayudar a la persona que lo necesite. En estos tiempos, va a quedar mucha gente debilitada. Sí, tended el hombro, tended del oído para esas personas rotas, porque han perdido familiares o gente cercana.
Tended una mano a aquella persona que se ha quedado sin negocio, que no tiene donde comer. Echad una mano a esa persona mayor que no puede salir a hacer la compra. Echad una mano a todos vuestros hermanos.
Porque en este momento tan difícil, solamente vais a lograr una victoria sobre esta gente que está sumida en el ego, con amor. Con amor y altruismo y solidaridad. De cierto, de cierto os digo, que os abracéis. Pero no digo que os abracéis con contacto físico, no es necesario. Se puede abrazar al corazón de la otra persona, se puede abrazar conceptualmente al otro, se puede abrazar cálidamente a la persona que no tenéis al lado.
Se trata de amarla, se trata de convertir el amor en Obra. Estando a su lado de forma conceptual, de forma a la distancia. Pero tratad de estar juntos, tratad de estar juntos todos. Abrazaos de verdad. Y yo os abrazo a todos vosotros, os envío un gran, una gran caricia cálida, con los rayos de El Cristo.
Querida hermana, de verdad te lo digo, cree en ti, porque tienes facilidad. Tienes facilidad para contener, acariciar, abrazar y dar al otro.
Queridos hermanos, todos los que me estáis escuchando o viendo, no importa, solo escuchadme con atención, escuchad estas palabras.
Cada uno de vosotros sois creadores. Continuáis siendo hijos de mi Padre. Vuestro Padre, el Creador, y podéis crear muchas cosas. Juntos podemos crear muchas cosas.
Estoy en todo momento a vuestro lado. De verdad os digo, podéis crear cosas, crear nuevas formas de ayudar. Solo se trata, no de dejar de pensar en vosotros mismos, sino en empezar a pensar en los demás.
Gracias por escucharme con mucha atención. Os mando toda mi Luz, todo mi Amor.
Habló Ien-El, Ieshu Ben Iosef. ¡Todo mi amor!
Laura: Muchas gracias.
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Entrada editada por Adrián Tardío y Laura Castelló.
Transcripciones: Paco Peinado, María M. y Adrián Tardío.