Médium: Raúl Caballero
Entidad: Ensirnom-El, thetán de Juan Carlos M.
Interlocutor: Juan Carlos M.
Comienza la sesión narrando una vida en Aldebarán IV (Umbro) con la escena de un joven llamado Ottrosh cabalgando tras mencionar rápidamente el preliminar de su lugar de nacimiento e infancia. El motivo de que cabalgue tiene que ver con una cuestión de honor familiar, que una persona, pariente de la familia, había transgredido al convertirse en un bandido. La persona se llamaba Akatosh. En la búsqueda encuentra las huellas de la desolación que dejaban a su paso las hordas de bandidos comandados por Akatosh. Llega a un poblado desolado donde es descubierto por los bandidos, por lo que debe huir. Logra escapar y volver al poblado donde unos supervivientes le dan detalles acerca de Akatosh, que él ignoraba y que le sorprenden. La sorpresa se debe a que Akatosh era conocido como «el guerrero del dragón». Continúa cabalgando hasta llegar al asentamiento de los bandidos donde divisa el estandarte con una figura de dragón confirmando que podría estar la persona que buscaba, pero la evidencia de que no podría lograr vencer a tantos guerreros le hace desistir de entrar y luchar. De vuelta en el hogar familiar, y tras ser considerado primeramente como cobarde por su padre, éste le da detalles que él desconocía entre ellos la razón de la denominación de «guerrero del dragón» que tenía Akatosh, de un amuleto, y que dicha persona fuera la causante de la muerte de su abuelo. Dichos detalles, y el deseo de vengar a su abuelo, le animan a reanudar la búsqueda.
Continúa relatando la vida en Aldebarán IV (Umbro), el joven que reanudó la búsqueda de Akatosh, llega a un templo donde se adoraba a una dios supremo representado en una figura de dragón. Los sacerdotes le dan más detalles de Akatosh y su amuleto. El joven, escéptico, es expulsado del templo sin antes exigírsele de que consiga el amuleto y lo devuelva al templo. Deseoso de conocimiento, intenta lograr un lugar donde le pudieran responder convincentemente sus dudas. En un poblado le indican un lugar donde podrían atenderle y ayudarle en sus dudas. En el camino, se encuentra en medio de una lid entre guerreros. Él espera a que terminen. Al final, y con el superviviente muy malherido, decide dejarle a su suerte sin ninguna compasión. Para él, el estado de las heridas del superviviente era tal que preveía que no tenía remedio y que desencarnaría pronto. Además, para él, y propio de la mentalidad guerrera de Umbro, predominaba la idea del más fuerte en donde la compasión no tenía cabida. Llegado al lugar, una especie de monasterio, donde le podrían ayudarle a satisfacerle sus dudas, se encuentra con información bastante contradictoria acerca de la leyenda del dragón y el amuleto. Sin haber conseguido realmente su propósito, deja el lugar y decide llevar una vida de aventuras y torneos donde intentar aprender a luchar y ser más fuerte. Se enamora de una joven, Karmilla, que le anima a dejar esa vida de riesgo del guerrero. Él, no la hace caso, y la deja, volviendo a cabalgar en su hoyuman a la búsqueda de Akatosh, el transgresor del honor familiar, a lo cual daba mucha importancia.