Kron-El 30/05/13

Sesión de Psicoauditación

Médium: Raúl Caballero

Entidad: Kron-El

Interlocutor: Laura

Habló de su necesidad de expresarse y aliviarse debido a que tiene distintas vivencias que le hacen daño. Respondió preguntas personales tales como el por qué de su encarnación y plano actual, entre otras. Explicó que hay entidades angélicas que encarnan para revertir karmas ya que éstas también se generan karmas. Cuando éstas lo hacen, el 10% va al Limbo, que es un subnivel angélico. Relató la vida anterior a esta donde fue conocido como Sergéi Kírov (Serguéi Mirónovich Kóstrikov), reconocido comunista ruso. Habló de su infancia, de la relación con su familia, de su relación con Stalin y posterior separación. Finalizó revelando detalles de su muerte.

Descargar


Psicoauditación a Kron-El del 30/05/13

Laura: Estamos aquí reunidos, vamos a hacer una sesión a Kron-El, a ver si nos relata alguna vida que le pese. ¡Bienvenido!

Kron-El: Gracias por el recibimiento, la verdad es que tengo bastantes ganas de expresarme, pero especialmente de aliviarme, porque entiendo que siempre tenemos pesares, dudas, anhelos, carga… de cosas que o bien se nos quedaron por cumplir porque se nos han quedado en el tintero en determinadas vidas y que eso te provoca una angustia tremenda.

Laura: (Asiente).

Kron-El: De todos modos, entiendo que se trata de una canalización telepática y que eso me favorece a la hora de poder, no solamente explicar, sino además también aliviarme. Sobre todo soy consciente de que hay varias vidas que quiero relatar y sabes que todavía no he tenido la oportunidad de hacerlo y es para mí mi principal anhelo.

Laura: Vale.

Kron-El: Es para mí lo más importante, entiendo que tengo multitud de vivencias que me hacen realmente daño y mi principal propósito es ese, más que resolver cualquier duda o dar cualquier mensaje.

Laura: Tu 10% había planificado algunas preguntas, pero si quieres primero pasa a tocar la vida que más te pese y si da tiempo ya hacemos las preguntas, ¿te parece bien?

Kron-El: No soy una entidad que tenga una carga inmensa, ¿me entiendes?

Laura: (Asiente).

Kron-El: No me considero una entidad que tenga muchísimos engramas por resolver, tengo algunos que tengo pendientes -como toda entidad-, pero no considero que sean tan importantes como para lastrar las preguntas

Laura: ¿Paso primero a realizarte las preguntas o las dudas que tiene?

Kron-El: Puedes realizarlas y si no te la puedo responder o considero más apto hacer otra cosa, porque le doy prioridad a las vidas, entonces la saltaré.

Laura: Vale, de acuerdo, pues paso a la primera pregunta.

Kron-El: Hay alguna interesante.

Laura: Vale. La primera pregunta sería: ¿Por qué decidiste encarnar y cuál es tu misión?

Kron-El: Esa, por ejemplo, es muy interesante; pero es tan interesante que me explayaría tanto que no tengo tanto tiempo en esta canalización porque quiero relatar algo que sería bastante largo, entonces no quiero extenderme en esto.

Laura: Vale.

Kron-El: Pero la voy a contar porque sé que tiene muchísimo inquietud mi parte encarnada, entonces lo cuento para quitarle un poquito la duda. Primero de todo, toda misión de toda entidad es elevarse, es el servicio, siempre. Con eso ya está todo contestado. Entonces, hay entidades angélicas que encarnan para revertir karmas. También se generan karmas las entidades angélicas, también nos generamos karmas las entidades angélicas.

Laura: (Asiente).

Kron-El: ¿Pero qué tipo de karmas? Cuando una entidad angélica se crea karmas, va al limbo esa parte de 10%, que digamos, es un sub plano a parte dentro del nivel angélico. No es otro nivel, es un subnivel a parte, ¿no? Y a veces encarnamos para revertir esos karmas o aprender distintas lecciones, como el 95% de las entidades angélicas que encarnan, más o menos. Una misión característica y concreta… la misión es ser de utilidad al prójimo siempre, es servir, brindarse, pero -si concretamos más- existe una doble misión y las voy a simplemente nombrar, no pienso dar todos los detalles de lo que quiero dar, pienso dejarlo pasar un poquito por alto y dejar caer solamente alguna cosita. Una de las misiones sería cooperar activamente con algún grupo espiritual que pueda servir a los demás.

Laura: (Asiente).

Kron-El: Eso ya lo está cumpliendo. Y la segunda misión y la más importante de las dos sería una misión que tiene que ver con -y lo dejo caer ahí para que especuléis durante el tiempo que no me presente- «voz pública».

Laura: ¿Voz pública?

Kron-El: Voz pública. Mi 10% tiene facilidad de palabra, especialmente a la hora de explicar o convencer. Voz pública, lo dejo ahí.

Laura: (Asiente).

Kron-El: Esas son las dos misiones, las he enumerado y concretado, pero no he entrado en detalles.

Laura: Vale.

Kron-El: También se da agilidad y flexibilidad para que la persona adapte la misión, no son estrictas las misiones.

Laura: Vale, ¿paso pues a la segunda pregunta?

Kron-El: Sí, bien.

Laura: La segunda pregunta sería: ¿Qué piensas de tu 10% y qué esperas de él?

Kron-El: Yo pienso que mi 10% es una persona que vive envuelta en amor y cuando digo «vive envuelta en amor» es literalmente lo que quiero decir con el verbo vivir. Es una de las pocas personas -y no lo digo como para ponerle medallas- que ubico desde mi plano angélico que son capaces de mantener el estado de euforia prácticamente las 24 horas de un día, pero tiene un punto débil muy claro que se trata de que es muchas veces muy susceptible a según qué cosas. Es especialmente susceptible, en parte la sensibilidad se la transmito yo, eso le provoca que caiga muy fácilmente en muchas cosas, a veces en depresiones, en angustias, en temores, en situaciones irreversibles y eso le baja la escala tonal al mínimo, tiene unos altibajos tremendos mi parte encarnada, como toda entidad angélica. Puede estar abajo y puede estar arriba y es capaz de mantener ese estado, pero cuando le pasa algo malo baja, pero lo más abajo del todo. Cae tremendísimamente. Entiendo que sí es una parte a corregir y es una parte que también le trasmito yo y es difícil. No tiene lo mismo que tiene este querido receptáculo Raúl, que es capaz de mantener su estado de euforia las 24 horas de un día y es capaz de mantener la euforia a pesar de las dificultades en el camino y que, a menos que sufra algo relacionado con algún engrama, no hay rol del ego que le pueda. Eso no sucede con mi 10% que, no solo los engramas, sino también los roles del ego, que a menudo lo tiran para abajo.

Laura: Mira, una pregunta que había escrita era sobre los roles del ego, porque tu 10% sabe que los tiene, que uno de ellos sería la aprobación de los demás, pero le gustaría saber cuáles son los roles a superar en esta vida.

Kron-El: En ocasiones duda, la duda es uno de sus roles del ego. Se cuestiona a sí mismo, sería otro. Se valora poco a veces, a veces es como que él mismo se valora poco, se quita importancia, ¿me entiendes? Eso también es un rol del ego y no te enumero más porque tendría un par o tres por decirte.

Laura: Más adelante si quieres.

Kron-El: No quiero extenderme tanto.

Laura: Vale, ¿paso a la siguiente pregunta?

Kron-El: Bien.

Laura: ¿En qué plano te encuentras actualmente?

Kron-El: Actualmente estoy muy al borde de lo que sería un 6.8 y eso creo que está bastante bien.

Laura: La siguiente pregunta es si sabes si Azra-El ha tenido alguna vida conocida en este planeta.

Kron-El: Esta me cuesta -perdóname- porque tengo que contactarme con su parte conceptual.

Laura: Vale.

Kron-El: ¿Conocida preguntas?

Laura: Sí.

Kron-El: Sí ha tenido vidas en este planeta, tener sí que ha tenido. ¿Pero tú preguntas conocidas o si ha tenido vidas?

Laura: Si ha tenido vidas conocidas en este planeta.

Kron-El: Ah, conocidas dices tú. No, conocidas no. Sí en otros mundos, pero no es Sol III.

Laura: Vale.

Kron-El: Depende de a lo que te refieras por conocidas, porque pueden ser muchas cosas conocidas. Si te pones a buscar información sobre gente que nadie conoce y hay libros escritos sobre esas personas que nadie conoce, ¿entiendes? Hay mucha información, entonces depende. ¿Te refieres por conocido a alguien que sea vox populi que lo conozca incluso cualquier persona de la calle? Entonces no. Si te refieres directamente que figure en algún archivo de historia, entonces a lo mejor sí. Digo a lo mejor porque no puedo leer todo su archivo de vidas, ¿entiendes?

Laura: Sí.

Kron-El: Incluso yo como entidad angélica podría estarme algunos de vuestro minutos para descifrar todo su archivo de memoria de todas sus vidas, así que lo vamos a dejar en a lo mejor.

Laura: Vale. Y luego ya la última pregunta era sobre la vida, que tu 10% tiene interés en que toques la vida como comunista ruso, que es la peor vida esa y si deseas puedes tocar esa vida o cualquier otra que te pese, decídelo tú mismo, evidentemente.

Kron-El: ¿Pero él quiere que toque esa, no?

Laura: Le gustaría, pero decide tú también. La que creas más conveniente.

Kron-El: Serguéi Mirónovich Kóstrikov me llamaba en aquella vivencia, encarné en una zona de Rusia.

Laura: ¿Qué te pasa?

Kron-El: Voy a ir conceptuando poco a poco porque es una vida bastante peculiar, pero también dramática para mí y teniendo en cuenta que es la vida anterior es como que todavía la tengo bastante arraigada, ¿no?

Laura: (Asiente).

Kron-El: Sé que de niño no entendía el mundo, no lo entendía, no lo entendía.

Laura: ¿Por qué no lo entendías?

Kron-El: Veía a gente hablando de política, hablaban de derechas, hablaban de izquierdas, pero veía mucha gente preocupada en mi entorno en lo que era el capitalismo, palabra que yo en aquella época ni conocía su significado y escuchaba muchos insultos sobre los capitalistas, ¿no? Y no entendía.

Laura: Sí.

Kron-El: Padre no vivió conmigo, no tengo prácticamente recuerdos suyos, por no decir ninguno, pero sí he escuchado hablar de él y me decían que era violento, agresivo, que estaba un poco perturbado.

Laura: (Asiente).

Kron-El: Incluso muchos decían que era un delincuente.

Laura: Ya…

Kron-El: Y no encarné en una familia cualquiera.

Laura: ¿A qué te refieres?

Kron-El: Que era una familia burguesa, tenía cierto nivel la familia, ¿me entiendes?

Laura: (Asiente).

Kron-El: Sin ser top.

Laura: Que estabas bien posicionado socialmente te refieres.

Kron-El: Más o menos, más o menos, bastante bien, pero escuchar hablar así de padre me extrañaba, siendo que era una persona -digamos- de renombre. De renombre dentro de un pequeño colectivo, ¿me entiendes?

Laura: Sí.

Kron-El: A madre tampoco la recuerdo… Desencarnó, por lo que fuera, no voy a entrar ahí.

Laura: Pues según lo que hemos leído un poco de la biografía sí que se dice que cuando tu padre se fue de casa, tu madre murió al poco tiempo.

Kron-El: Yo no tengo recuerdos.

Laura: Vale.

Kron-El: Pero de mi familia es que no tengo recuerdos, no tengo recuerdos.

Laura: ¿De tu abuela tampoco?

Kron-El: Tampoco tengo recuerdos de quien era mi abuela porque no estuve mucho tiempo con ella, ¿entiendes? No guardo ningún tipo de recuerdo. Sé que fui a un orfanato.

Laura: Sí.

Kron-El: Y para mí ahí nací, empezó mi vida. Al principio estaba asustado.

Laura: ¿Y por qué motivo fuiste al orfanato?

Kron-El: No lo sé, a mí no me lo explicaban, ¿entiendes?

Laura: Sí.

Kron-El: A mí eso no me lo explicaban, me mandaron y ya. Yo que sé, pregúntales a ellos. Y ahí es cuando empezó mi vida, lo agradecí eternamente, pasar por ahí. Ahí es cuando nací, para mí. Al principio estaba asustado, pero fui relacionándome con la gente que había alrededor, recuerdo que me interesó muchísimo la filosofía de Marx.

Laura: Sí.

Kron-El: Soñaba con un mundo en el que todos fuéramos unión y estuve leyendo durante mucho tiempo a Marx. Luego, esto lo dejamos ya y voy a hacer un salto en la historia porque no hay nada relevante.

Laura: Vale.

Kron-El: Solo recuerdo que tuve mucha presión de los compañeros y que era muy interesante Marx, ¿no? Me incitaron prácticamente a leer.

Laura: (Asiente).

Kron-El: Ya empezaba a tener razón, uso de razón. Hago un salto en la historia y lo hago de bastante, bastante largo el salto. Empecé a interesarme por todo lo que era el comunismo y el primer movimiento comunista. El primer movimiento comunista llevado a cabo por quien vosotros conocéis con el nombre de Lenin y recuerdo que apoyaba yo la idea que él pregonaba, para mí fue como una apertura lo que decía Lenin y lo que más tarde dijo el que vosotros conocéis como Stalin.

Laura: (Asiente).

Kron-El: Apoyé en todo la ascensión de Stalin cuando Lenin cedió su cargo. Stalin hablaba de un nuevo hombre, la nueva raza humana, ¿no?

Laura: Sí.

Kron-El: ¡Y yo creía en eso! Hablaba de que había que destruir lo que conocemos para crear una nueva raza.

Laura: Romper todos los esquemas, ¿no?

Kron-El: Romper en absolutamente todos los esquemas, absolutamente en todos de forma radical.

Laura: Sí, para empezar de nuevo digamos.

Kron-El: Y yo llegué a pensar que era la mejor idea, llegué a pensar que era la mejor idea. Ahora, a ti, interlocutora, te hago una pregunta espiritual. Yo soy una entidad angélica, ¿no?

Laura: (Asiente).

Kron-El: ¿Por qué he encarnado en una familia burguesa de la Unión Soviética de lo que actualmente es vuestra Rusia? ¡Encarné en misión! ¿Me entiendes?

Laura: Sí.

Kron-El: Sabía que donde estaba posicionada esa familia me sería relativamente fácil ascender y no me costó, pero cuando uno no tiene la ayuda del thetán o la tiene, pero no la capta, porque cuando uno encarna, encarna sin memoria reencarnativa y con unas facultades menores de todo lo que es el contacto telepático. Entonces cuando uno no capta al thetán, ve la idea radical de Stalin y la aplaude. Y qué barbaridad apoyé, ¿no? ¡Menuda atrocidad!

Laura: Bueno, pensaste que era lo mejor, ¿no?

Kron-El: Al comienzo estaba autoconvencido, profundamente autoconvencido que lo mejor era apoyar su causa.

Laura: ¿Y sabes cuál era la misión en esa vida?

Kron-El: Luego te la explico, te la explico cuando termine la vivencia. Te explico lo que intenté conseguir, pero que al final no conseguí. Porque fue fracasada, que aún tenía posibilidad de corregir, ¿no? Recuerdo la primera vez que vi a Stalin. Paso a su oficina. Lo primero que vi en sus ojos fue una mirada con locura, ¿no? De loco. No me gustó lo que vi, tal vez era mi yo interior, la vocecita, ¿no?  O el thetán, que me avisaba. No quise hacer caso, le estreché la mano y hablamos de negocios. Y recuerdo estar compartiendo con él dos, tres horas, en esa primera vez, y me hablaba de sus ideales. Él decía: No te das cuenta la gente. Hablaba de la gente…

-¿No te das cuenta la gente, qué desgraciada vive con el capitalismo, con las desigualdades sociales que hay? -Con esas escalas sociales-  Quiero romper con todo, el pueble tiene derecho a gozar con un mundo libre.

-¿Qué es un mundo libre? -Le preguntaba.

-En un mundo libre no hay campesinos burgueses que se aprovechan del trabajo del otro.

¿Entiendes?

Laura: Ajá.

Kron-El: Decía:

-¿Qué es el trabajo? El trabajo de una vida, el trabajo que tú haces es un pequeño granito de arena del trabajo que todos hacemos y ese trabajo pertenece al pueblo, a todos. A todos. Pero el ser humano está acostumbrado a exigir. Lo primero que le debemos enseñar es a que no puede exigir, a que no puede apropiarse del trabajo del otro, a que todos formamos ese círculo, esa cadena.

-¿Y cómo piensa hacerlo?

-Poco a poco -me decía él, Iósif Stalin-.

(Suspiro) Había una locura en sus palabras, ¿no?

-¿Ves el pueblo? -me decía- Mucha gente no es consciente del trabajo que hace su compañero, su vecino, su hermano, debemos enseñarles eso y cortar con todo. Hay que intentar ser radicales para esto. Todos deben ver que el otro existe para eso.

No entendía muy bien sus palabras, pero él me contaba de sus ideales y de cómo hay que romper con todo para empezar una vida nueva, de cómo el ser humano tiene que cortarse todas sus costumbres y sus condicionamientos para empezar de cero. Entonces empezó una dosis de censura.

Laura: ¿A qué te refieres?

Kron-El: Censura al pueblo. Por cualquier tipo de artículo, por cualquier tipo de lo que sea. Anteriormente yo fui incluso alertado en varias oportunidades, pero no le di importancia porque no era algo grave. Empezaba a ver miedo en las miradas de la gente normal, pero en algunos otros les veía ilusión de que lo que iba a cumplir Stalin iba a ser una salvación. Me gustaban sus ideologías y lo apoyé en todo, pero poco a poco la dictadura iba a más. Empezaron a haber ejecuciones, no se podía ir contra él. Recuerdo que en distintas oportunidades le dije… pude conversar con él y le decía:

-No creo que las medidas que estás tomando sean las más importantes, las más decisivas. Creo que estás tomando medidas realmente drásticas que no van a ayudar al pueblo.

Y recuerdo que me miraba mal y me decía:

-¿Qué quieres decir? ¿Qué lo estoy haciendo mal? ¿Lo harías tú mejor en mi lugar?

Y me asustaba, ¿no?

-No señor, no quise decir eso -le decía yo-.

Y no le rechistaba, ¿no? Entonces quise desentenderme, tal vez por cobardía o tal vez porque entendía que ya no podía hacer nada para calmar la situación. Entonces me separé de él y poco a poco dejé de apoyarlo. No estaba de acuerdo con las ideologías de León Trotski, no lo estaba tampoco y sé que muchas veces se enfrentaban Stalin y Trotski y yo no estaba de acuerdo con ninguno de los dos al final, al principio sí, con Stalin, pero luego no.

Laura: ¿Y con Trotski por qué no? Si no era tan radical como Stalin.

Kron-El: ¡Sí lo era! ¡Sí lo era! Era muchísimo de radical, ¡mucho! Pero según dónde vayas a buscar la información te vas a encontrar una cosa u otra, ¡ojito con eso! Yo conocía de primera mano la propaganda que hacía Trotski y, ¿sabes qué? Animaba a las ejecuciones. ¿Y sabes qué? Apoyaba la guillotina. Y eso es verdad. No me gustaban tampoco sus ideas, ¡nada! Lo que pasa que yo creo que -lo voy a decir con todo el respeto del mundo, eh- Trotski y Stalin compartían lo mismo, pero Trotski quería el poder de Stalin, punto. ¿Me entiendes? Yo creo que era más por despecho. Quería su poder, fin. Porque era un auténtico canalla, Trotski. Además, se fue y movía los hilos desde atrás el desgraciado. Hizo mucho daño ese hombre. Lo odiaba, lo reconozco que lo odiaba y reconozco que no era imparcial, porque Stalin era igual o peor, pero tal vez tenía cierta amistad con él. Pero lo odiaba con toda mi alma a Trotski. Hay cosas en la historia que no están bien escritas.

Laura: Me imagino.

Kron-El: ¡No lo están! Me hubiese gustado ver si Trotski se hubiese hecho con el poder que tenía Stalin qué hubiese pasado.

Laura: (Sonríe) Tranquilo, relájate, no ha sido así.

Kron-El: Y continúo relatando.

Laura: Sí.

Kron-El: Yo me casé y tenía una familia, pero recuerdo que buscaba diversión fuera de la familia. Recuerdo que por aquella época todo el mundo me llamaba Sergéi Kirov, mi nombre artístico, ¿no? Y me gustaba cómo sonaba, me gustaba que la gente poco a poco me veía con más poder. Llegué a tender el poder dentro del… llegué a ser el Primer Secretario incluso dentro del Partido Comunista en la zona de Azerbaiyán, pero me hice incluso con el poder en la oficina general en Rusia. Incluso llegué a tener muchísimo poder ahí dentro. Tenía mucho contacto, muchísimo contacto. La gente me admiraba, algunos me odiaban. Me miraban con desprecio porque apoyaba al ideología de Stalin y hablaba yo también de forma extremista. Tal vez el poder me empezó a corromper un poco, lo reconozco. Tal vez me sentía mejor con el poder, mejor. Incluso llegué a pensar que podía llegar a suceder a Stalin al poder. Lo pensaba. Tenía bastante -digamos- contacto con gente de los Comisarios del Pueblo, gente de la Guardia Blanca y me sentía cómodo y bien posicionado en la burguesía.

Laura: ¿Y qué pasó?

Kron-El: Recuerdo que yo lo pasaba bien con las jovencitas también. Yo no amaba el ballet, amaba a las que hacían el ballet, ¿me entiendes?

Laura: Sí, sí, perfectamente.

Kron-El: Me gustaba, me gustaba el sexo como a quien le gusta el buen vino. Conocía muchísimas damas, muchísimas y no me conformaba y siempre quería más. Poco a poco la ambición del poder también, ¿no? Y finalmente todo el mundo conoce mi historia. Lo dramático que resultó. Me acuerdo que Stalin me propuso en dos oportunidades… no, en dos no, fueron cinco oportunidades…

Laura: Más de las que se conoce.

Kron-El: Que trabajase para él. En Moscú incluso, en la sede del Partido Comunista. Sabían que yo tenía poder de convicción en el pueblo, que tenía además archivos importantes y que podía serles de utilidad, pero a mí no me interesaba, no me interesaba Stalin, no me interesaba su ideología. Quería tener yo mi propio poder y me conformé primero con tener mi propio poder dentro de mí mismo, pero empecé a ver cosas extrañas en Stalin. Un día me manda un recadero que me dice:

-Si no aceptas las proposiciones de Stalin tendrás que morir. Tendrás que rendir cuentas, piénsalo.

Entonces yo pensé: No tiene cojones. Así de claro, porque soy importante y porque estoy protegido y si lo hiciera habría una revolución y un golpe de estado en el pueblo.

Entonces, conocía a gente influyente y formé un pequeño grupo contra las ideologías de Stalin. Publicábamos todo tipo de material propagandístico contra Stalin y eso a él no le gustaba. Un día tuve incluso un atentado contra mi vida. Me protegió un guardaespaldas que tenía, casi me matan de un tiro. Me meto en el vehículo y salimos, pero estuvieron a punto. Yo sabía que era alguien que había mandado el propio Stalin, no le interesaba la propaganda que yo hacía, ¿no? Y una de las veces ya no pude evitarlo y eso que lo veía a Stalin, de vez en cuando nos reuníamos. Un día le digo:

-¿Sabes? La otra vez peligró mi vida.

-Ah, no lo sabía, qué lástima.

Y el muy hipócrita hizo ver que no sabía nada. No le entré con todo detalle, ¿no?

Laura: ¿Sabes si era cierto que era Stalin?

Kron-El: No lo sabía, no lo sabía, pero por mis fuentes que me informaban yo entendía que debía ser él porque ya me habían avisado en varias ocasiones recaderos, que esto la historia no lo conoce. Varias veces me habían avisado de muerte ya. Entonces yo continué haciendo mi vida, sabía que estaba protegido y me sentía cada vez un poquito más incómodo y más inseguro, ¿no? Sabía que Stalin tenía muchísimo poder. Y un día recuerdo que… Es que no le interesaba la propaganda que hacíamos, no le interesaba. Un día recuerdo que salgo de la sede de Leningrado y un tipo me pega un disparo. Y desencarné. Pero a ese tipo yo ya lo conocía. Lo recordé enseguida.

Un día estaba tomando algo y charlando con una dama, cuando viene este chico y me dice:

-Ah, es mi marido.

Nikoláyev se llamaba.

-Encantado, mucho gusto.

Estaba acostumbrado ya a estas situaciones, estaba acostumbrado a que las damas con las que me acostaba me presentaran a su marido, pero yo tenía más poder que esa gente y estaba por encima. No pudo acercarse a mí y pegarme un disparo sin más, porque yo estaba protegido, por lo que debía de haber alguien que lo dejara pasar y que le filtrase información de dónde iba yo exactamente y qué es lo que hacía. Además, esa sede en Leningrado estaba absolutamente protegida.

Laura: Que sí que hubo conspiración contra ti.

Kron-El: No me cabe la menor duda y tampoco me cabe la menor duda que fue el propio Stalin el que planeó todo eso, pero sería complicado atar todos los cabos ahora mismo. ¿Por qué fue dura para mí esta vida? Porque venía con una misión y no la pude cumplir, todavía había marcha atrás, pero poco a poco el poder me fue corrompiendo y cuando ya estaba desencarnado me di cuenta de que no había podido cumplir la misión. Mi misión era intentar evitar algún tipo de revolución rusa, mediante el poder que yo tenía en ese estado de burguesía podía acceder al gobierno y podía lograr el poder como para evitar cualquier tipo de revolución rusa o cualquier tipo de masacre similar. Intentar unificar al pueblo, pero fracasé, porque me corrompió el poder y porque desencarné. Porque aunque no hubiera desencarnado no hubiese llegado al poder y si hubiese llegado no hubiese hecho lo que estaba en la misión porque quería el poder para mí.

Laura: Ya.

Kron-El: ¿Y sabes qué te digo, interlocutora? Estuve haciendo espionaje también, tenía documentos secretos sobre Stalin. Me había reunido con gente influyente para intentar derrocarlo. Tal vez él se enteró de todo esto, no lo sé.

Laura: Ya.

Kron-El: (Suspiro) Voy a descansar, eh.

Laura: Vale, ¿cómo estás?

Kron-El: Mejor, pero noto que le he dejado una carga tremenda al receptáculo y no puede más.

Laura: Vale, gracias por haber venido y hasta todo momento.

Kron-El: Gracias también por haberme permitido expresar esta vida tan dura y espero poder haber esclarecido alguna cosita de la historia, pero sí que te digo, el asesino fue el que marcan como culpable en la historia. Eso te lo aseguro yo. Hasta todo momento y gracias por todo, ¡toda mi Luz!

Laura: Hasta todo momento.


Referencias:

Serguéi Kírov

Iósif Stalin

León Trotski

Sobre Raúl Caballero 552 artículos
Especialista en Psicología Transpersonal y Psicoterapeuta Cognitivo Conductual. Más de 15 años de experiencia en el campo de la mente humana y en el campo esotérico y la mediumnidad.