Médium: Raúl Caballero
Entidad: Sabotel
Interlocutor: Jesús G.
En una vida tuvo que matar para sobrevivir, quizás tomó demasiados riesgos y provocó las situaciones tensas. Luego se tocó el tema de una alma gemela a que quizás el 10% pueda ayudar. Relató una vida donde colaboró con la mafia generándose muchos karmas. Estaba sometido lo que le generó engramas de falta de comunicación. No se atrevió a intentar salir, se dejó someter escudándose en que no tendría ninguna posibilidad. Finalmente le sacaron de la organización y murió en la pobreza.
Sabotel: Es un placer para mí volver a estar aquí y poder decir aquello que me pesa o aquello que me molesta un poco. Así como saludar de nuevo, para mí es un auténtico placer volver a estar aquí.
Interlocutor: Igualmente Sabotel. Para mí es una alegría escucharte a través de Raúl y seguir profundizando con aquello que nos pueda ayudar y beneficiar para nuestra evolución
Sabotel: Por supuesto, profundizar siempre desde ángulos de vista que sean interesantes para compartirlo porque tu compartes bastante tus experiencias, bueno, al menos dentro de lo que puedes lo llevas mucho.
Interlocutor: Así es.
Sabotel: Y eso está bien porque aprenden todo el mundo con el tema, ¿no?
Interlocutor: Así es, yo estoy muy contento, francamente contento sin tomarse tu presencia o tu comunicación conmigo mi fluidez francamente está siendo muy buena y estoy muy contento.
Sabotel: Sobre todo a partir de la vida en Francia que relaté, que habían muchos problemas de comunicación. ¿Bien? Me refiero a la hora de que enviaba conceptos y no los recibías.
Interlocutor: Así es, los cambiaba, los tergiversaba.
Sabotel: Sí, ahora es mucho más fluida la comunicación y para mí es un auténtico placer eso.
Interlocutor: Sabotel, tengo una pregunta con respecto a esa vida, a ver si me puedes orientar. Recordando así por encima el punto engrámico más fuerte fue cuando hubo gente que tuvo que morir por protegerme a mí, ¿no? Y otro punto era el hecho de que yo tuviera que matar para protegerme a mí mismo. Mi pregunta es: ¿mi engrama más fuerte es el hecho que yo hubiera tenido que matar o el resentimiento que se me quedo por el hecho de tener que matar?
Sabotel: más bien lo segundo, directamente era un problema de no tener elección, ¿no? No tener elección en el momento. Yo que predicaba, que ayudaba, o eso creía o eso intentaba y luego tener que quitar vidas, ¿no? Para mí fue un choque terrible.
Interlocutor: Y de tu visión, el hecho de quitar esas vidas por protegerte a ti, ¿te generó karmas?
Sabotel: Por supuesto porque todo es acto hostil, y podría haber habido otras maneras tal vez de poder protegerme pero ahí entramos en el juego del karma. Si yo me dejaba chafar había karmas contra mí, actos hostiles contra mí mismo, pero si yo asesinaba eran karmas también porque eran actos hostiles contra otros. Pero si lo que yo realice fueron asesinatos para que al fin y al cabo el resultado fuese el mismo, esas vidas fueron tiradas, fueron perdidas y ahí reside el karma,
Interlocutor: ¿Qué evaluación le das a esto entonces?
Sabotel: Pues que me resulta bastante pesado el tema de la… ya no kármico pero sí el engrámico de que todas esas vidas que quité no servían para nada y bueno, en que hay que tirar también para adelante y no rendirse nunca porque todavía tenemos mucho que aprender. Y yo aprendí mucho con respecto a esa encarnación.
Interlocutor: Supongamos que eso se volviera a dar, esa situación, ¿por qué te inclinarías, por dejarte matar o por protegerte?
Sabotel: Y por qué no está la opción de actuar desde el pensamiento, porque no actué desde el pensamiento en esa vivencia. Tal vez aclarando las cosas desde un principio eso no pasaría, ¿bien? Tal vez iría con más cuidado en el momento de la predicación, ¿sí?
Interlocutor: Ok.
Sabotel: Evitaría el conflicto y si el conflicto se volviera a dar, ya no… No sé…ya entraría en ecuación otros detalles.
Interlocutor: Bien, eso debo entender qué es lo que debe producir en mi o provocar en mí el hecho de que sea en este caso, en esta esencia más prudente.
Sabotel: Mucho más prudente.
Interlocutor: Más mediador.
Sabotel: Así es, pero también atrevido, para saberte lanzar a ir a un lugar, que bueno, choca, ¿no? Porque a veces se necesita el riesgo.
Interlocutor: Bien.
Sabotel: Y esto lo digo yo también que en esa vida me arriesgué demasiado, pero todavía digo que hay que arriesgarse. Para ganar hay que arriesgarse, y esto lo puedo decir ahora, recién porque me encuentro mucho, mucho mejor de la carga engrámica y bueno, seguimos avanzando, ¿no? Todavía queda un poco de trabajo pero ya estamos encaminados hacia el rumbo.
Interlocutor: Bien, con respecto a la vida de Japón ¿tienes algo así pendiente que…?
Sabotel: No, no, no, correcto. Tengo las dos vivencias muy conceptuadas por mi después de la sesión o de las sesiones, muy claras para mí, muy claras para ti y bueno estoy ya cambiando de etapa, ¿no? Ahora ya pienso en otra etapa que está por venir, para cambiarlo para mejor.
Interlocutor: Bien, la última sesión comentaste que posiblemente había una vida anterior de la cual tuve dificultades con el lenguaje, con la expresión, la comunicación, no sé si era tartamudo o algo así, pensaba que podría ser interesante abordarlo.
Sabotel: Bueno, lo abordaremos pero primero si tienes alguna pregunta… sino pasaré a la descarga.
Interlocutor: Tengo una inquietud con respecto a mi alma gemela. Yo no sé si está bien, si hay un acercamiento, no sé si me podrías aportar algo tú. Tú estás muy al corriente porque yo hablo mucho contigo…
Sabotel: Sé muchísimo pero claro, ahí intercede y entra en el juego el qué está a tiempo de ser desvelado y el qué no está en tiempo de ser desvelado. Solo puedo decir que se le necesita ayuda, necesita ser ayudado.
Interlocutor: ¿Ella me está buscando a través de su espíritu el hecho de que la pueda ayudar?
Sabotel: Correcto. Dado todo internamente pero sí y se necesita mucho más ayuda y un acercamiento mayor para que haya ayuda.
Interlocutor: Es investigar…
Sabotel: bueno, tal vez no se vería a 4 km pero sí aunque tal vez no se le reconozca.
Interlocutor: ¿Y por qué?
Sabotel: Sí en su interior.
Interlocutor: Yo también, francamente, lo siento así. Lo que no sé, en fin no sé si en este momento actual tiene, se ha echado alguna pareja o no porque entonces para mí, francamente, sería un obstáculo.
Sabotel: Esto ya no reside en mí, el interceder en ello, es cosas ya del plano físico y tampoco voy a dejártelo todo en plato servido ya. Hay que trabajarse todo.
Interlocutor: Yo simplemente era porque no quería interferir, simplemente era por respeto a ella
Sabotel: Si, ok eso no quita que tú quieras ayudar a una persona.
Interlocutor: Ok.
Sabotel: Y ahí nadie dice introducir nada más.
Interlocutor: Ok.
Sabotel: ¿Ok? Meter nada en el tema, sino simple ayuda e ir evaluando a través de ahí y a ver que sale, ¿bien?
Interlocutor: Ok, yo por mi parte no tengo aquí ninguna pregunta a priori.
Sabotel: Bueno pues había una vivencia que me pesa mucho menos que la que habías nombrado que la voy a relatar y en una segunda parte relataré la siguiente puesto que no me desestabilizará demasiado.
Interlocutor: Bien.
Sabotel: Bueno, es simplemente la vivencia en la que yo era intermediario de grupos organizados casi como de lo que denominaríais hoy en día mafia, en la región de la Italia, en que me generé mucho karma. Un karma que directamente no la pasaba por mí directamente sino indirectamente, pero ¿tenía opción de elegir o no la tenía? En algunas vivencias a mí se me ha privado de la posibilidad de elección así como en la vida en Francia, posibilidades de elección nulas, igual a engramas. No tenía posibilidad de elección, estaba ahí porque algo tenía que hacer y estaba sometido, y estaba amenazado y estaba porque si no ya no estaría vivo, pero estaba ahí. Estaba muy cogido, muy amenazado, el encarcelamiento me produjeron engramas, el encarcelamiento me produjeron falta de comunicación y eso hoy en día me pesa mucho. La falta de comunicación que ya voy superando pero todavía me falta mucho, mucho más comunicación.
No hay nada grave en sí, pero estaba alejado de todo. En la vida estaba alejado de todo. No tenía nada que me ayudara ni me fuera positivo, todo era negativo y estaba de alguna manera sometido para todas partes, no tenía elección de nada, no tenía familia. Casi para mí, mi familia era el grupo organizado, armado que se dedicaban a preparar cambios de armamento por de dinero. Yo únicamente hice como intermediario. Insisto, no a voluntad sino contra mi voluntad. En el fondo sí que pienso que era parte de mi voluntad porque nunca llegué a intentar una revelación. Pero tal vez hubiese sido peor. Yo directamente vivía así, y al final cuando ya no les servía, me mandaron fuera y morí de pobreza, sin nada.
Mucho daño me hizo a mí. Daño el pensar que pude haberme revelado y que con haber dicho alguna palabra tal vez hubiese logrado algo. Pero el miedo me paralizaba, el no ser arriesgado precisamente. Ya que si dije alguna palabra: esto no me parece bien. Señores, esto no me parece bien. ¿Tú quién eres para decir eso? Y me amenazaban.
Interlocutor: Eso es. Me gustaría que te quedaras ahí sintiendo esa sensación y ver qué es lo que quisieras expresar en este momento.
Interlocutor: Pues que no supe echarle valor al momento. No supe tener la dignidad que yo debo tener. La dignidad, la dignidad es lo que permite al ser liberarse de todo. Es lo que permite al espíritu ser auténtico, ser auténtico tenía poco porque no tenía dignidad, no tenía autenticidad ni para mí, era falso hasta para mi espíritu y en ese momento no supe diferenciar lo que está bien de lo que está mal. Pero lo que está mal es dejarse someter por todos. Puedes intentarlo de mil maneras sin que para ellos signifique anteponer sus ideales y tampoco poner de cara la ecuación de la muerte. Puedes jugar desde diferentes bazas. Mucho daño me hace a mí, mucho, mucho, mucho daño, para mí es una sensación horrorosa, horrible el poderme comunicar a nivel físico con esas personas que conversaba diariamente y el no decirles lo que yo pensaba, yo no tenía amigos, no tenía contención, todo lo que pensaba me tocaba callármelo, yo me sentía muy mal para mí. Muy mal, para mí todo lo que sentía, todos mis pesares, únicamente me lo decía a mí mismo, me paralizaba y ahí me quedaba, en mis pensamientos una vez tras otra, pensando, pensando, pensando, pensando, sin lograr nada porque no lo exteriorizaba sino que me lo callaba. Interiorizaba mucho, y no paraba de pensar, y pensar y pensar pero no decía nada. Me masacré, me torturé.
Interlocutor: ¿Y te aislaste de alguna manera?
Sabotel: Me aislé muchísimo, muchísimo. Para mí fue una carga terrible el tener que soportar todo eso sin poder decir nada, el estar aislado porque yo quería. No estar aislado por nada sino porque yo quería. En ese momento yo no lo veía así, lo veía como que no podía pero realmente no quería, tengo libre expresión, nadie me lo prohibía, oye señores, me pesa mucho esto y me siento mal. No, no lo hice.
Interlocutor: Bueno, pues ahora te están oyendo ellos y todo el universo, están sintiendo todo lo que tú les estas comunicando y yo también.
Sabotel: estoy mucho más mejorado, ya. De hecho, con respecto al tema ya no hay carga emocional, la he conseguido desviar muy bien, y ahora, o sea, todo este tiempo la he conseguido desviar muy bien y ahora la he conseguido contener, entender, comprender y bueno de alguna manera transmutarla en una emoción no dolorosa pero tal vez haya algo en otra vivencia que se viene por ahí por puntos.
Interlocutor: Vamos a…
Sabotel: No, no, no la vamos a relatar, te la dejaré para otro momento, ¿bien? La dejaré para otro momento pero no sería ni un 1% de carga. ¿Tienes alguna pregunta o…?
Interlocutor: No, creo que la carga de esta vida que has narrado ha salido muy clara y ya sería detalle que bueno, a lo mejor en otro momento lo podemos abordar.
Sabotel: Bueno, de la vida ya no hace falta abordar nada más, está todo muy claro, no hay emoción negativa ni tampoco era una vida como para destriparla. Estaba bien, no tenía más significado más la que he dado. Por ejemplo, no tenía muchas vueltas, era una única cosa que me pesaba mucho y me daba muchas vueltas, ¿bien?
Interlocutor: Entonces lo dejamos pendiente otra para trabajar con el tema de la tartamudez que posiblemente tuve una…
Sabotel: Sí, sí, la relatamos a continuación en una segunda parte, voy a dejar descansar el decodificador del receptáculo y para que llegue a despersonalizarse bien de la carga y luego dejamos para una segunda parte esta otra vivencia e inclusive para mañana, si todo va bien, puedo relatar la pequeñita vida en carga
Interlocutor: ¿De qué época estamos hablando en Italia?
Sabotel: Bueno estamos hablando sobre el siglo XVII, XVIII. Y dejaré la siguiente para otro momento, es decir me pesara mucho la descarga que haga con respecto a la tartamudez como para imposibilitarme y dar conceptos de manera detallada pero por lo menos la siguiente vivencia que no tiene nada que ver sí que puedo abordarla, ¿ok?
Interlocutor: Bien, no sé si tienes algo más que decir o contarme o…
Sabotel: No, no porque nos veremos ahora mismo y continuaremos con la descarga, ¿bien?
Interlocutor: Ok.
Sabotel: Ahora con la segunda parte, hasta pronto, hasta ahora.