Sabotel 14/09/07

Sesión de Psicoauditación

Médium: Raúl Caballero

Entidad: Sabotel

Interlocutor: Jesús G.

El thetán habló de su estado como 90%, se siente bloqueado por algunos engramas. Le cuesta relacionarse pese a no tener ego. Completó el relato de una vida donde fue perseguido y finalmente quemado por sus ideas. Explicó cómo esos engramas han afectado al 10%. Relató otra vida en Japón donde tampoco fue aceptado por sus ideas. Detalló lo que pensaba y sus conflictos que le producían engramas de soledad, contradicciones, etc. Todavía le cuesta racionalizarlo despersonalizadamente, tiene miedo a no tener la razón y le cuesta relacionarse. Dijo que se sentía mucho mejor por haber descargado bien esas vidas. Explicó que todavía tiene otras vidas con carga.


Sabotel: Ya estoy aquí.

Interlocutor: Hola, me alegra estar en contacto contigo, ¿cómo estás?

Sabotel: Muy bien, yo también estoy muy contento porque de alguna manera esperaba una oportunidad única para expresar mis conceptos, ya que hay muchas cosas que siento, muchas cosas que siento que de verdad me parecen importantes, de hacerme sentir.

Interlocutor: Quisiera antes confirmar, antes de seguir, ¿tu nombre es Sabotel?

Sabotel: Es correcto, Sabotel.

Interlocutor: Y no sé, si quieres decir algo antes de empezar.

Sabotel: Bueno, me gustaría dar un breve mensaje, me gustaría decir, que si bien yo poseo engramas, también es verdad que tengo un grado de discernimiento y auto control elevadísimo. Yo en mi plano, no arrastro roles de ego, no tengo ego, pero si bien tengo ciertos condicionamientos engrámicos negativos que impiden mi manera de conceptuar o mi manera de moverme o de actuar. En ocasiones los maestros de Luz del 5º plano, me dicen algo así como, -que me mueva más-, porque lo ven poco prudente lo que hago, porque soy demasiado…. Como que me quedo las cosas para mí, porque no me abro, como que estoy bastante cerrado en mi cortina conceptual, y lo mío es mío, entonces, no me gusta demasiado comunicarme ni hacer sentir mis conceptos, entonces eso me lo dejan claro siempre, pero pienso que todo viene por engramas, la carga engrámica, cuando me deshaga de la carga engrámica, me sentiré mucho, mucho mejor. Pienso que es valioso que exista esta comunicación para que me abra más y explique lo que de verdad siento, lo que de verdad me atasca, y es que siento a veces una soledad en el plano en el que me encuentro, porque me encuentro a veces solo y sin comprensión, a veces como que no puedo ir más allá de lo que no puedo ir, no progreso, sino que me atasco, me estanco un poco, y bien, sino fuera por tu gran ayuda, yo no estaría en el plano que estoy, la verdad, es que tu ayuda hace que me eleve cada día más y más, y a la vez, tu como 10% mío, te elevas cada vez más, porque aprendes mucho, integras conocimientos que para ti luego son muy útiles, también para tu manera de actuar, y eso a mí, me afecta bastante de manera positiva.

Interlocutor: Bien, te gustaría que trabajásemos en esa dirección a nivel engrámico?, ¿Qué es aquello que a ti te limita?, ¿Qué hace que te encierres y no compartas lo que sientes o el conocimiento que tu puedas llevar?

Sabotel: Así es, me gustaría decir, dar mi opinión sobre eso en algunos aspectos, y la carga engrámica en sí, que me pesa, que me da pesares en algunos aspectos, alguna vivencia que para mí han resultado bastantes conflictivas, porque ha habido varias vidas bastante, bastante duras, no, no fue la única.

Interlocutor: ¿Quieres que repasemos un poquito la vida anterior que trabajamos con Raúl, o quieres empezar a partir de otra vida?

Sabotel: Sí, sí, sí, no estaría mal pegarle un repaso.

Interlocutor: Bien, simplemente un comentario, a ver que te parece a ti; me pareció muy interesante la reflexión que hiciste como espíritu, que sufriste, siendo de carácter espiritual, y te viste en la obligación de matar para defender tu vida, pero hay algo que todavía me inquieta y yo lo percibo como una inquietud, y es saber que sucedió cuando te cogieron prisionero hasta que te llevaron a la hoguera, ¿Qué ocurrió en ese proceso, en ese tiempo?

Sabotel: Me recriminaron todo lo que hice, me llamaban algo así como: -brujo, hechicero-, me apalearon bastante, con látigos, con piedras, muchos insultos, -traidor de Dios, o –secuaz del demonio-, algo que a mí me generó mucha carga, porque yo me sentía en deuda con Dios, porque yo siempre había sido un hombre de Dios, entonces, me sabia muy mal que me dijeran que yo era un secuaz del demonio, -que era su mas fiel sirviente-. No, no, no, porque yo siempre había creído en Dios, yo siempre había ayudado en todo lo que era en relación al Absoluto y el amor, y pensaba que la gente estaba equivocada, pero también reconozco que también creí que era yo, tal vez el equivocado en algún momento, porque era yo el que me sentía atado, y entonces como que yo estaba atado. Siempre había creído que el bien, si llegaba hasta el final y lo imponía y de alguna manera entonces cuando el mal se impuso, pensé que si eso no era el bien y que si de verdad yo no era un secuaz de Satanás y si yo estaba equivocado, reflexiones mías que me hicieron llegar a la conclusión de que nunca debí haber hecho lo que hice.

Interlocutor: Yo no sé si seria bueno repasar alguna experiencia similar a esta, que haya afectado mi decodificador, o que a tí, te haya impedido ser espontáneo como espíritu.

Sabotel: Efectivamente, esos engramas han afectado tu decodificador, porque se grabaron de manera, que en algún momento, provocaron cortocircuitos, o que en algún momento han provocado roles de ego, y eso te ha afectado a ti como 10% mío, y a mí desde mi plano espiritual, se me ha impedido comunicarme contigo, pienso que todavía queda algún… de carga engrámica.

Interlocutor: ¿Quieres seguir profundizando?

Sabotel: Sí, creo que hay algunos matices que me provocan una carga un poco pesada, dentro de lo que es la carga en sí, es muy leve, a lo mejor quedará un 5%.

Interlocutor: ¿En qué parte te afecta más, en qué nivel, o en qué memoria te afecta más esa carga?

Sabotel: Donde más me afecta, es donde la gente estuviera equivocada y me viera a mí, justo lo contrario de lo que intentaba demostrar. Yo intentaba dar una imagen de bien, y me trataban como un demonio.

Interlocutor: A ti te gustaría compartir algo en este momento con respecto a eso, date permiso para compartirlo.

Sabotel: Sí, me gustaría decir, que para mí es valioso el ayudar a prosperar a otras personas, hacerles crecer, entonces, cuando en esa vida yo le hice crecer a esta gente, lo consideré muy útil, esas personas no estaban en su tiempo cuando me criticaron y me apalearon hasta el final. Pienso que esas personas no estaban en su tiempo, y me encuentro mucho mejor, ya que fueron, ya que fueron ellos los que estaban equivocados, bueno, no estaban en su tiempo, muchos de ellos, ya lo han estado, y muchos de ellos todavía no, y con esto, ya es suficiente y me encuentro bien.

Interlocutor: Así también lo percibo yo, entonces seria bueno que pasáramos a otra.

Sabotel: A otra vida similar

Interlocutor: Ok.

Sabotel: Hay muchas vidas similares que aún descargando ese engrama, no se han desactivado, porque tienen su parte de diferencia; por ejemplo; yo tuve una vida en el Japón en la rama Budista, sobre la edad feudal. Tuve un problema de tipo social con toda la gente que me envolvía, porque no me aceptaban mis maneras filosóficas de ver el mundo, mi manera filosófica de ser. Aekito, que me llamaba yo. Yo siempre había sido una persona que me había gustado relacionarme con la gente, me había gustado como compartir con la gente, pero la gente se alejaba de mí, porque decían que la corriente no era del todo aceptada. Si bien el Budismo, siempre ha estado bien visto en el Japón, precisamente en la zona que yo estaba, no era del todo bien visto en la época, sería cerca de la zona en que hoy es Osaka, era precisamente un pequeño barrio, una pequeña aldea, estaba mal visto el modo Budista, porque se trabajaba desde la armonía del cuerpo y del Alma.

Interlocutor: El Taoísmo podría ser.

Sabotel: Sí, el problema era como que yo veía que eso era importante, como que el valor de la armonía perfecta entre el bien y el mal, entre el Yin y el Yan, aquello positivo y negativo, cuerpo y la mente, el Alma y el Ser, todo esto había visto yo que era valioso para llevarlo conmigo, porque lo que de verdad me daba fuerza para salir adelante. Si yo de verdad creía que no existía la perfecta maldad y la perfecta justicia, yo siempre he vivido como que, todo son como gamas de diferentes colores, nunca ha sido un blanco o un negro, sino que siempre ha habido matices, todo eran matices y por lo tanto, todo era subjetivo a la manera de ver de la gente del pueblo. Una persona podía ver mejor determinado…,o lo podía dilucidar mejor, o podía captarlo mejor, o comprenderlo mejor, o podía aceptarlo mejor, y otro podía odiarlo, desecharlo, discriminarlo, es decir, que hay matices y matices, y como yo no creo que exista un blanco o un negro que sea absoluto para todos, sino que creía que había matices y matices, y todavía lo sigo pensando, como creía que había matices y matices, pensaba que la gente siempre iba a ver las cosas de un modo subjetivo, y que no iba a ver una verdad universal para todos. Entonces la armonía entre el Yin o el Yan, y en todo lo relacionado Hinduistamente, siempre lo había visto como algo muy interesante, porque lleva matices, como que nunca ha existido algo que sea así y ya está para todo el mundo, sino que siempre ha habido matices, y para mí será una cosa y para ti será otra, y eso a mí me parecía bastante aceptable, por eso lo tomaba, pero, pero, la gente de ahí, no lo tomaba, porque decían que eso iba en contra de enseñanzas que ya habían recibido anteriormente, gente que no aceptaban para nada las enseñanzas del maestro Sidarta, gente que discriminaban todas las enseñanzas de la energía Búdica, gente que decía, que si existía el bien perfecto y el mal perfecto, gente que decía, que las cosas eran perfectas desde el punto de vista de lo que ellos decían, claro, como cuatro personas juntas estaban de acuerdo, ya la verdad universal era la que ellos propagaban. No será ese el mejor indicio de ego, entonces, me sentía desconcertado y me sentía también bastante solo, que no podía compartir con nadie, aquello que yo consideraba importante y valioso.

Interlocutor: ¿Cómo vivías tu soledad en este sentido?

Sabotel: La vivía hacia mi interior, es decir, que sí tenía soledad, yo compartía mis conocimientos conmigo mismo, a veces tenía pensamientos contradictorios sobre mí mismo, que generaba roles de ego, provocaban cortocircuitos en mi decodificador. Era ese pensamiento de que yo pensaba que algo era así, se contraponía y pensaba cual de los dos pensamientos era verdad, y se contraponían y ahí entraba en cortacircuito en esos momentos.

Interlocutor: Y eso que provocaba en tu entorno, ¿cómo afectaba a tu entorno?

Sabotel: No, no, luego lo pensaba, lo integraba porque pensaba –si yo soy el primero que sabe que hay diferentes matices, y diferentes subjetividades, no puede haber algo que sea objetivo ante todos, lo objetivo será para el absoluto; entonces yo lo veía, como que era todo subjetivo, como que por lo tanto a mí no me tenia que afectar, entonces inmediatamente eliminaba esa contraposición y lo convertía en formas de ver subjetivas de nuevo. Simplemente eran altibajos que yo tenia de forma emocional, pensaba algo y esta convencido de ello, de que todo era subjetivo, pero luego iba en contra de aquello que yo pregonaba de subjetividad, pero cuando alguien decía justo lo contrario de lo que yo pensaba, era como que tenia miedo a equivocarme por el camino que había seguido, porque desde muy pequeño, había seguido el mismo camino, y entonces tenia miedo de que toda mi vida, a mis 45 años de edad, de que toda mi vida hubiera sido tirada por la borda, justo por haberme equivocado al elegir la senda correcta o el camino correcto. Tenía miedo de haberme equivocado, entonces era, como que no podía compartir mis conocimientos, porque si los compartía, la gente me decía que yo estaba equivocado, y yo como tenía miedo de estar equivocado, era como que confrontaba esos pensamientos y entraba en cortacircuito, a la vez, luego volvía a pensar, a confrontar de que era todo de forma subjetiva y ya volvía a integrar ese aspecto mío, y así constantemente, desintegrándome e integrándome, y ese desequilibrio emocional de que no paraba de desintegrarme, me provocaba una inquietud emocional terrible que iba en contra de aquello que yo pregonaba, la armonía perfecta o el estado perfecto de armonía con el cuerpo y mente. No tenía armonía porque de repente caía y de repente me establecía, y de tanto caerme y restablecerme, el decodificador entraba en cortacircuito permanente.

Interlocutor: ¿Adónde te llevó todo esto al final?
Sabotel: A un desamparo terrible por parte de todas las personas hacia mí, a una soledad. Me aparté realmente, no porque yo quise, pensé en seguir las enseñanzas de Sidarta y era la mejor manera. Claro, yo entiendo porqué Sidarta se alejó, Sidarta se alejó porque lo veía conveniente, porque sino los demás le hacían dudar, -¡mentira!, Sidarta no dudaba, Sidarta sabía que lo que hacia era correcto, pero yo en esa vida no lo pensé y me aparté, me aparté creyendo en lo que hizo Sidarta, cuando era mentira, que él lo hizo así. Entonces seguí sus enseñanzas al pie de la letra, y no es así, nunca lo tenia que haber seguido al pie de la letra, porque toda enseñanza se puede transformar hacia algo mejor, y esto nos lo enseña perfectamente NAGARJUNA, también del 5º `plano subnivel 9, ese gran Maestro, que enseño el compromiso dentro del Budismo. Yo nunca había visto ese compromiso dentro del Budismo, porque el compromiso para mí, era alejarme, y entonces no tengo compromiso con nadie, entonces para qué lo estoy haciendo, esto pienso ahora, pero lo hice, lo hice, me sentí mal, porque me sentí solo. Multitud de engramas de contradicción de mi propio entorno. Intentaba que debía de comprometerme, pero pensaba que tenía que alejarme, y si me comprometía, tenía problemas con la gente; entonces mejor me alejo, y eso provocaba roles de ego, tenia desequilibrios, no tenía armonía, entonces yo estaba en contra de las enseñanzas del Maestro Sidarta.

Interlocutor: Entendido… y a ver si nos podemos acercar un poquito a tu lecho de muerte, con qué sensación te despides de esa existencia.

Sabotel: Me despido de la existencia, cuando me despido de esa verdad del Budismo, en principio ya me despedí de la vida cuando me despedí de todos y me alejé, ahí me despedí de la vida, fue el principio de mi fin, ¿se entiende?

Interlocutor: Sí, perfectamente.

Sabotel: Fue cuando empecé a establecerme físicamente y era más inestable emocionalmente, ahí fue ya cuando empecé a dudar, dudar, dudar, y en vez de meditar y reflexionar y volver y comprometerme, meditaba, pensaba, pero nunca llegué a establecerme, sino justo lo contrario, y pensaba, pensaba, y solamente encontraba pensamientos negativos. Ahora entiendo, que eran espíritus del error y demonios, solamente veía pensamientos negativos que me decían: -Déjalo, el camino es inadecuado-, y esas dudas me corroían cada vez más. Al final lo dejé, lo dejé, sí, dejé el camino del Budismo y me fui despidiendo de mi vida, me despedí de mi vida, acabé desencarnando de enfermedad por mis roles de ego. Los roles de ego, a veces afectan a la salud de una forma increíble, de tal manera que cogí enfermedades, un cúmulo de enfermedades, y al final acabé desencarnando en la soledad por roles de ego, es decir, fue mi ego quien me mató, no fui yo.

Interlocutor: Entendido.

Sabotel: O fui yo desde mi ego.

Interlocutor: Y ahora que estás observando esto, de que te das cuenta, lo que dentro de ti hace que tomes conciencia…

Sabotel: El problema es que no lo estoy viviendo desde fuera, sino que lo estoy vivenciando mucho, y me siento igual que me sentía en esa encarnación.

Interlocutor: Por eso te pido que te observes.

Sabotel: Me está costando mucho poderme estabilizar porque estaba muy inestable ahí, inestable de tal manera que me desestabilizaba al mínimo sonido, al mínimo pensamiento, y ahora que lo veo, pienso que realmente debería haber tenido mis principios. Los principios se pueden cambiar, eso lo veo aceptable, pero tu ahora tienes tus principios, pero yo nunca había tenido principios en esa vida, los principios sólidos iban cambiando, yo intentaba que fueran sólidos, pero no había base, la base era, porque había ayudado y por lo tanto voy a seguir con las enseñanzas, pero luego empecé a pensar, no me ha ayudado, no me ha ayudado, porque solo me ha dado problemas, dudé, y fue cuando lo dejé.

Interlocutor: Creo que seria bueno que siguieras contemplándote desde fuera y sabiendo que para tí, eso fue una limitación que no te permitió ser espontáneo, porque estabas limitado a las creencias y a lo que pensaran en definitiva los demás. Ahora como espíritu, ¿qué te gustaría decir? ¿Manifestar libremente?

Sabotel: ¡Me parecieron unos necios!, ¡eso pienso!, que solamente querían imponer su verdad, pero en el fondo, yo también intentaba imponer mi verdad, era igual de necio que ellos, solo que en el fondo no me daba cuenta. Pienso que a veces el ser sincero, es lo que más te acerca a Dios, el ser sincero, es lo que más te acerca a Sidarta; Él decía: el ser sincero, y yo intentaba el ser sincero con migo mismo y no lo era, entonces me iba hacia el lado negativo, al lado contrario.

Interlocutor: ¿Qué te hace sentir esta sinceridad?

Sabotel: El pensar que ahora estoy más cerca del Maestro Sidarta, eso es, ahora estoy mucho más cerca, porque en esa encarnación que intentaba llegar al plano 5º, y cada vez bajaba más, hasta el plano 3, porque no estaba siendo sincero, primero conmigo mismo y después con los demás.

Interlocutor: Eso es, ¿cómo estás Sabotel?

Sabotel: Bueno, estoy más estable digamos, emocionalmente sí más estable, pero todavía me pesa mucho el no poder, el no haber podido compartir esas enseñanzas que para mí eran tan importantes y que al final, me llevaron a la tumba.

Interlocutor: ¿Puedes sentir los efectos que se están produciendo en mí, a tu 10% es estos momentos?

Sabotel: Así es, al igual que…porque emocionalmente es un choque muy duro, sentir algo, pensar algo y no poderlo exteriorizar por miedo a lo que dirán los otros, o por miedo a que me dejaran peor de lo que yo estaba, porque me afectara a nivel emocional engrámico.

Interlocutor: Es como si me reconociera a mí a través de tí.

Sabotel: Porque somos el mismo, je, je… Me siento mucho más aliviado, mucho más aliviado, pero todavía queda una leve carga en el momento de mi desencarnación.
Interlocutor: Entramos en ella, ¿te parece bien?

Sabotel: Claro.

Interlocutor: Vamos a repasarla.

Sabotel: Todo lo que pensaba era lo que me paralizaba, el problema era, que me paralizaba de miedo de pensar, si lo que estaba siguiendo no era correcto y toda mi vida me había equivocado. Yo he tenido otras vidas para corregir ese error que tuve, es lo que me vi al haber pensado en ese momento, lo que no pensé.

Interlocutor: ¿Qué debiste haber pensado en ese momento?

Sabotel: Eso precisamente, que yo podía pensar, podía sentir las determinadas creencias, y que no por eso me quita humanidad, humanidad, puede seguir siendo humano, a pesar de las creencias, y puedo compartir con la gente. No tengo por qué compartir conceptos…, puedo compartir otras cosas, y a lo mejor así, incluso me acerco a la gente a nivel de creencias, pero no es esto lo importante, sino que debo acercarme a la gente para compartir, porque todos, todos, todos son valiosos, y no solo yo, pensaba que solo yo era valioso, porque era el único que llevaba creencias o esas filosofías, que al fin y al cabo, las llevaba de forma incorrecta.

Interlocutor: Siento como eso que me estás comentando forma parte de mi lección de vida en esta existencia, como que para mí es importante.

Sabotel: Ya, ya lo creo que mucho. Sí, me queda una leve carga; sería el comentar, que lo que más me pareció especial de mí, porque me odiaba a mí mismo, fue que no supe relacionarme con la gente, por el miedo del que dirán, o por pelearme con ellos. ¡Ah! Ya no me importa el qué dirán, así como no me importa el pelearme con alguien por mis ideales, me parece justo, me parece correcto. Pero no voy a tener miedo a corregir mis pensamientos si estoy equivocado, si llevo determinada creencia o determinado conocimiento espiritual, y luego veo que es fallido, pues yo lo corrijo y ya está. Muchos Maestros de Luz han hecho eso conmigo. Y eso es lo que ha hecho cerrarme, tenía miedo a que los maestros de Luz me cambiaran mi modo de pensar, cuando mi modo de pensar no era correcto. Bueno, si tengo determinado conocimiento y ellos me dicen que es incorrecto y me dan un argumento y me lo corrigen y me dan otro conocimiento que es mas adecuado, lo dejo y tomo aquél, porque lo veo más coherente. El problema es ese, que no me habría, porque no quería que me dieran argumentos ni me lo cambiaran, tengo miedo, yo creo en determinada cosa, tengo miedo a que me den otro argumento y me lo destrocen, bueno, o tenia, ahora me encuentro mucho mejor después de haber descargado un cien por cien de todo esto. No noto ni una leve carga ya con respecto a ello. Me siento muy, muy bien.

Interlocutor: ¿Me das la oportunidad de hacerte una pregunta más?

Sabotel: Sí.

Interlocutor: En esta encarnación como Jesús, ¿con qué nivel de vibración nací?

Sabotel: Desde el plano 3.9, no encarnamos en misión, pero por muy poco, de hecho, tenemos una misión muy importante y tú lo sabes, no hace falta que te diga cual es, que tu la sabes. Aparte también decir que en esta vida (la relatada) ha habido una descarga total, y que todo debe de componer de un 30% más; más o menos, debemos haber llegado sobre un 70%, más o menos. Quedan todavía unas cuantas vidas mas leve. La vida más cargosa, fue la que ya descargué en la anterior sesión, y esta es la segunda, el resto serían de nivel 2…, que son vidas mucho menos conflictivas, mucho más pacíficas, pero que me generan carga engrámica, son unas cuantas vidas que me pesan.

Interlocutor: ¿Algunas de estas vidas, están relacionadas con el daño en mi decodificador?

Sabotel: No, no, no, eso ya está tocado, era lo que más te condicionaba y ya está superado. Hubo un problema en otra vida, que por ejemplo tiene que ver con el habla.

Interlocutor: ¿Era tartamudo o algo así?

Sabotel: No…, se llegó a generar tartamudez, se llegó a generar tartamudez por cargas de engramas y conflictos que pasaron en esa vivencia. Y después hay otras vidas también que me generaron conflicto engrámico, pero en definitiva, lo más gordo, ya pasó. Ya me siento mucho mejor, es lo que compone el porcentaje restante, lo otro.

Interlocutor: O sea, que a partir de este instante, te vas a comunicar con el resto de los espíritus con claridad y contundencia.

Sabotel: Sí, eso haré, y tú también debes seguir progresando, y en una siguiente comunicación, estoy convencido de que llegaremos, muy, muy lejos, muy, muy lejos, en el sentido de que, haber si logramos sacar alguna otra vida que moleste.

Interlocutor: Me interesa mucho esa vida que has expresado, en la cual pude ser mudo, creo que me afecta de una manera o de otra.

Sabotel: Sí, pero afecta menos de lo que he explicado de estas dos vidas, bueno…

Interlocutor: La últimas pregunta muy breve. Es si me puedes decir el grado de OT. Que tengo contigo.

Sabotel: OT. 3, diremos que no hay OT real, puesto que todavía hay engramas, y que no llegan mis conceptos claros a ti, pero lo poco que puede llegar, porque ya has eliminado engramas, lo recepcionas con un OT.3.

Interlocutor: Ok.

Sabotel: Bueno, voy a retirarme y te deseo toda la suerte, y que sigas adelante tu misión, es muy valiosa, así como la mía también. Todo mi amor. Hasta todo momento.

Interlocutor: Nos vemos.

 

Sobre Raúl Caballero 552 artículos
Especialista en Psicología Transpersonal y Psicoterapeuta Cognitivo Conductual. Más de 15 años de experiencia en el campo de la mente humana y en el campo esotérico y la mediumnidad.