Psicointegración del 29/04/15
Interlocutores: Raúl Caballero y Roberto C. Brandán
Tremenda charla entre Raúl Caballero y Robert donde se habló extensamente sobre el amor personal y el impersonal; sobre la felicidad, las expectativas y la búsqueda de la perfección.
Raúl: ¡Hola Robert!
Robert: ¡Hola Raúl!
Raúl: ¿Qué tal? ¿Cómo estamos?
Robert: ¡Perfecto!
Raúl: Pues sobre el tema del amor personal y el amor impersonal me puedes comentar la idea que tenías inicialmente o las dudas que tenías o cuál es tu percepción y a partir de ahí ya partimos.
Robert: Perfecto, sí, es así. Yo lo que tenía, lo que yo entendía era que en el amor personal digamos había dos posibilidades. Primero, perdón, voy a ir a la parte de los egos y el amor. Yo vinculaba el amor -y como contraparte los egos- al desinterés. O sea, yo sentía que el desinterés… bueno, es lo opuesto al amor, eso sí está correcto me parece.
Raúl: Sí, el desinterés es lo opuesto al amor. La indiferencia.
Robert: Claro y yo vinculaba los roles del ego con el desinterés.
Raúl: Sí.
Robert: Pero después me di cuenta que, hablando un poquito con Kron-El que justo le dije algo que no me acuerdo qué específicamente y me dijo que no, que ahí está principalmente mi error en que los egos no siempre están -por decirlo de alguna forma- dotados de total desinterés y eso también hace que la persona pueda sentir amor y tener ego a la vez mientras está inclusive protagonizando un rol del ego. El tema es que si eso se lleva a un extremo obviamente va a llegar a un punto en que va a haber un total desinterés en ese momento, de la persona, y bueno de ahí yo agregaría que en ese momento sí que no va a tener amor hacia la otra, ¿no?
Raúl: Sí, obvio. Esto le estuve yo comentando a Fer ya hace bastante tiempo sobre el tema, cuando surgió prácticamente el primer debate sobre la canalización de Lari-El y lo cierto es que el tema viene de largo, pero viene de muchísimo tiempo atrás. Es muy simple, es muy sencillo. La mente reactiva se comporta siempre en beneficio de uno, la mente reactiva nunca va a buscar el beneficio del otro, siempre va a buscar el beneficio de uno. Cuando la mente reactiva surge y comienza a pensar en uno mismo comienzan a abrevar esos roles del ego, que son fruto de la mente reactiva. Lo cierto es que, si bien abrevan los roles del ego, uno puede sentir amor -porque no es incompatible- por el caso que te voy a contar a continuación. A veces el problema que yo noto en vosotros es que mezcláis el amor personal con el amor impersonal y lo confundís. Hay dos tipos de amor que son totalmente distintos y, de hecho, no son incompatibles, no son para nada incompatibles. El amor impersonal es el que muchas veces confundís y decís que es el amor personal. El amor impersonal es el amor que sientes por una persona que no necesariamente conoces porque no necesariamente tienes porque conocer tú a la persona cuando sientes el amor impersonal. Puedes sentir amor impersonal por una viejecita que está cruzando la calle y la ves llena de la compra y ves que no puede y tú vas a sentir esa sensación de -¿cómo decirlo?- compasión, COMPASIÓN, no lástima, porque la lástima es un rol del ego, sino de compasión y cuando notas esa compasión -que es un sentimiento puro la compasión- automáticamente vas a ayudar a la viejecita a llevarla la compra. A esa viejecita tú probablemente no la conozcas o igual la viste de pasada y en ese momento te vas a sentir pleno, en el momento en que la ayudas sin buscar nada a cambio porque ¡ojo!, la mente reactiva es como un zorro viejo, la mente reactiva de repente se camufla, te hace ver que lo estás haciendo por su beneficio y en verdad estás buscando una recompensa y cuando llegas a su casa con la compra prácticamente tu mente reactiva está poniendo la mano para aceptar una recompensa y si no te da ninguna recompensa vas a pensar: ¡Oh, qué tonto fui! ¿Por qué la ayudé? Bueno, y ahí surge otro rol del ego, ¿no? (Risa) Y el tema de los roles del ego sería interminable entonces.
Obvio, si no hay mente reactiva de por medio uno lo va a hacer de corazón porque le nació y si lo hace de corazón porque le nació nunca va a pedir nada a cambio de ayudar a la otra persona y en ese momento se va a sentir puro, se va sentir bien. Es decir, el amor impersonal con ese ejemplo que he puesto está totalmente fuera, desvinculado de lo todo lo que son los roles del ego, desvinculado de todo lo que es la mente reactiva, porque nunca busca nada a cambio, porque es puro; pero con una pareja, el amor personal de pareja es distinto, el amor personal de pareja depende, el amor personal de pareja necesita y es que eso tiene que ser así, eso tiene que ser así por lo que ahora te voy a explicar. Tenemos esa diferencia con el amor impersonal, pero luego por otra parte tenemos el amor personal. El amor personal, paradójicamente cuando yo estuve hablando del tema de Lari-El y tú estabas justificando el error en la canalización de Fer, realmente ahí, paradójicamente, había amor personal porque estabas intentando defender a tu amigo y tu amigo, AMIGO, la palabra «amigo» proviene del amor personal. Entonces me resultaba irónico, ¿no? Intentar defender a tu amigo con amor personal negando que exista el amor personal, es decir, era paradójico, era como un poquito irónico.
Robert: Sí, a parte me surgieron roles del ego ahí inclusive y digo: ¿Pero cómo puede ser que Raúl diga…?
Raúl: La prueba la tenías delante Robert (risas). Es decir, estabas defendiendo a tu amigo, AMIGO, la palabra «amigo» implica amor personal. Pero está bien el amor personal, el amor personal está bien controlado, controlado, cuando el amor personal se descontrola realmente no es el amor personal el que se descontrola, los que se descontrolan son los roles del ego fruto de la mente reactiva, verdaderamente es lo que se descontrola. Si yo siento amor personal por mi pareja y hablo de amor personal de pareja, pero podría estar hablando del rol personal de amigo, podría estar hablando del rol personal de familia, podría estar hablando del amor personal de hijo y serían igualmente válidos.
Robert: Sí, sí, sí. Ahora tengo una consulta con respecto al amor personal, ahora estamos de acuerdo en que -lo que vos me comentabas hace un tiempito- el amor personal es 50% sentimiento y 50% emoción.
Raúl: ¡Sí, obvio!
Robert: Ahora, vamos a poner un caso hipotético.
Raúl: Sí.
Robert: Yo estoy con mi pareja -que es más conflictivo de alguna forma, pero también padre e hijo tienen sus cosas- y yo por algún motivo vamos a un bar a tomar un café y por ahí veo que -qué se yo- le llama la atención a alguien o lo que fuere, cosas que pasan en la vida, ¿no? En el día a día, puede pasar.
Raúl: ¡Sí, obvio!
Robert: Puede pasarme a mí y puede pasarle a otra persona que está haciendo eso y no está mal y yo ahí empiezo a generar, empiezo a sentir en mi mente que empiezan a surgir roles del ego, roles del ego como diciendo: ¿Pero a quién estás mirando? Ahora bien, la pregunta principalmente va a lo siguiente: Mientras yo no protagonice esos roles del ego, mientras yo no le dé importancia, no le dé energía para que eso vaya tomando fuerza.
Raúl: No le des importancia, importancia, esa es la palabra clave.
Robert: Mientras yo no le dé importancia y no surja, simplemente que lo escuche y lo, digamos que, desestimo, eh, lo desestimo. Esa parte de emoción es mucho menos que un 50%, ¿no? ¿ O sigue siendo lo mismo?
Raúl: No, obvio, pero de la manera que tú estás diciendo sería tener el rol del ego controlado, es no prestar atención a ese rol del ego, el rol del ego te susurra de alguna manera en la oreja y tú de repente le giras la cara, es decir, no estás haciendo caso de ese rol del ego, es obvio que ese rol del ego no te está afectando, por lo tanto es obvio… A parte sería inhumano pretender que ni siguiera, que NI SIQUIERA, te susurre el ego. El amor personal abreva -como hemos dicho- 50% del sentimiento, 50% de la emoción y la emoción es negativa, la emoción es dolorosa porque las emociones duelen.
Robert: Claro.
Raúl: Y es lógico y sería inhumano que tuviéramos una pareja y que de repente nos importara nada con quien hable, con quien vaya, con quien se acueste, ¡por favor! ¡Por favor! Es obvio que nos va a importar y es obvio que nos va a doler, porque a veces veo distintos aprendices espirituales e incluso algún pseudomaestro espiritual que enseña a sus alumnos y prácticamente parece que se intenten comportar como autómatas y parece que esté mal que a veces escuchemos la voz de algún rol del ego, ¡no señor! Porque como yo siempre explico en las consultas si yo de repente estoy en mi piso y mi piso se incendia y de repente pierdo todo, ¡no voy a comportarme como un robot! ¡No me va a dar igual! Evidentemente voy a estar mal, evidentemente. Tendría que estar mal del decodificador para que no me afectara, evidentemente voy a estar afectado, evidentemente voy a estar dañado y evidentemente me va a hacer mal.
Robert: Claro.
Raúl: ¡Obvio! Tampoco voy a caer al otro extremo y de repente darle más importancia de la que tiene, caer en depresión o directamente en paranoia.
Robert: O un suicidio, el extremo.
Raúl: Obvio, porque sería el otro extremo.
Robert: Sí.
Raúl: Pero tampoco estoy de acuerdo con esos pseudomaestros que se van al otro extremo y dicen: «No, no tienes que sentir nada de nada». Es imposible que no sientas nada de nada cuando ves que tu pareja te fue infiel, cuando ves que tu piso se ha incendiado, cuando te han echado de tu trabajo y depende de tu familia tu sustento, es obvio, ¡no vas a estar bien!
Robert: El tema, claro, después viene la otra parte donde es donde uno puede recuperarse lo más rápido posible, ¿no? Entender algo que pasó y bueno…
Raúl: Y depende de cómo tengamos de integrada la mente reactiva y los roles del ego y depende de cómo seamos de equilibrados emocionalmente y psicológicamente nos vamos a recuperar antes o vamos a tardar más en recuperarnos.
Robert: Claro.
Raúl: Dependerá de esos factores, pero da lo mismo, es decir, hay gente que va a ser más fuerte y hay gente que va a ser menos fuerte y no por ello va a ser peor como persona, sino que directamente a haber gente que va a tener más habilidad para un tema y hay gente que va a tener más habilidad para otro tema, pero no pasa nada porque si nosotros somos amigos de una persona que le cuesta mucho reponerse y tiene una caída de ese tipo, evidentemente vamos a estar ahí, lo vamos a consolar, lo vamos a escuchar, vamos a intentar levantarle.
Robert: Sí, sí.
Raúl: Y a eso es a lo que yo llamo Amor hecho Obra.
Robert: Sí, sí, eso es verdad, es así. Por supuesto, una de las cosas que trato de hacer en el libro es ser lo más simple posible, muy simple, bien fácil de leer y que todas estas cosas de a poquito la gente vaya tomando conciencia, que no significa que porque uno se sienta espiritual… hay mucha confusión, mucha, pero muchísima confusión, la gente se cree que porque preguntemos a un médium o rezar ya es espiritual o conocen de qué se trata.
Raúl: Sí, pero sí tiene sentido hacerlo simple, porque si tú lo complicas directamente va a haber mucha gente que no te va a entender.
Robert: Sí.
Raúl: Entonces es lógico que intentes hacerlo simple.
Robert: Sí y mi primer punto era enfocarme en la parte de los egos, pero después en alguna forma Ruan-El dijo que sería muy interesante que pudiera dar una visión general sin profundizar por ahí demasiado en cosas muy técnicas, pero sí una visión general para que la gente sepa de que existen otras cosas y sobre todo el tema de la mediumnidad, ¿no? Que es algo que está muy manoseado en el sentido que está desvirtuado.
Raúl: Sí, está muy desvirtuado y muy ninguneado.
Robert: Claro, exacto, por eso en esa parte para mí sería muy importante y lo que es engramas, quién conoce más de engramas que alguien que hace psicoauditación, ¿no? Y justamente para poder explicarlo de una forma simple para que la gente lo entienda y diga: ¡Ah, yo no sabía que esto existía! ¡No sabía que podría venir algún problema que yo tengo desde aquí! Entonces digamos que es como para despertar un poco el interés y que se den cuenta que existen otras cosas. Eso nos pasa a todos en el día a día, en cualquier número que sea, a veces hay cosas que no hacemos y que le damos: «Bueno, qué se le va a hacer». Pero porque no sabemos que existen otras posibilidades.
Raúl: Sí, obvio, eso es así. Yo llevo una década prácticamente siendo estudioso del tema del ego y la mente reactiva y del tema de los engramas y realmente puedo visualizar siempre en el día a día que hay gente que directamente no tiene ni idea de nada, pero que hay gente que si tiene idea de algo tiene idea del tema de los engramas, pero desconocen la mente reactiva, desconocen sus mecanismos, desconocen cómo funcionan los roles del ego y, por supuesto, desconocen psicointegración.
Robert: Claro, claro, igual yo lo que veo mucho Raúl y seguramente mucho más vos en tu lugar, es que con muy pocas cosas las personas podrían estar, ser mucho más felices de lo que son, realmente lo que más prima es la infelicidad, porque a veces la gente no cree que se pueda ser feliz.
Raúl: Pero, aparte un problema que yo veo magnificado es la gente que se esconde a sí misma, se esconden a sí mismos y creen ser felices sin serlo realmente, pero si tú les vas a preguntar te van a decir: «Yo soy feliz». Y no saben ni siquiera qué es la felicidad, no saben valorar ni siquiera los pequeños momentos.
Robert: Sí, el estar presente.
Raúl: Pero te van a decir que son felices, se van a esconder realmente.
Robert: Sí, aparte hay algo que… bueno, yo a Fer le agradezco todo porque no estaría hablando con vos ni hubiese cambiado tanto mi vida si no hubiese hablado con él. Y no lo idealizo a él porque lo amo realmente como persona, como ser, como te amo a vos también Raúl, aunque no te conozca cara a cara.
Raúl: Fíjate Robert que yo la otra vez no hablé de idealizar, fíjate como hablé de amor personal (risa), porque entendía que de alguna manera lo justificabas por amor personal, nunca por idealización.
Robert: Sí, sí, eso es correcto.
Raúl: Y es lógico porque yo también voy a intentar de alguna manera defender a un amigo y a una pareja y va a costar ser impersonal realmente, o sea, uno tiene que tratar de ser impersonal en todo momento y si mi pareja cometió un acto hostil yo tengo que ser capaz de verlo y luego hacérselo notar porque si no estoy siendo cómplice de su acto hostil, pero va a costar mucho porque es lógico que si yo tengo amor personal por la persona voy a intentar de alguna manera engañarme a mí mismo aunque realmente no me esté dando cuenta, pero es lógico, es decir, esto me pasa a mí y nos pasa a todos, seríamos de piedra si no nos pasara eso. Por eso yo también a veces creo que la gente busca la perfección de una manera que no existe como tal, somos humanos y tenemos que aceptar nuestra humanidad y aceptar nuestra humanidad quiere decir tratar de controlar los roles del ego, pero tratar de aceptar que tenemos unos roles del ego y que no podemos luchar contra todo, podemos luchar contra mucho, pero no contra todo.
Robert: Sí, eso estoy de acuerdo, aparte si un 90%, un espíritu o un ser angélico no es perfecto con el concepto que ellos manejan, ¿cómo podemos ser nosotros perfectos?
Raúl: Hasta un Ae del Plano 10 tiene ego, ¿cómo no vamos a tener ego nosotros? El tema es que a veces veo a gente así, como intentando buscar la perfección absoluta de todo. Y bueno: Yo no tengo que tener ningún rol del ego. Tampoco veo bien la gente que se culpa a sí misma cuando tiene un rol del ego y bueno: «Tuve un rol del ego, ¡qué mal lo hice!» Y yo digo: ¡No! No nos torturemos, todos tenemos derecho a equivocarnos y todos tenemos derecho a, en algún momento de repente, no prestar suficiente atención y que se nos escape algún rol del ego, ¡no pasa nada! Somos humanos y todos podemos equivocarnos y no tenemos que lacerarnos cada vez que nos equivocamos porque si no yo ya viviría lacerado toda la vida, que soy el que más se equivoca de todos…
Robert: (Risas).
Raúl: Pero aprendo de mis limitaciones y entiendo que no puedo hacerlo todo bien e intento hacerlo lo mejor posible e intento aprender en el día a día de cada uno de mis errores, pero entiendo que siempre voy a seguir cometiendo, ¿no? (Risa) Te da esa sensación de que por más que corrijas errores, por uno que corriges te salen diez nuevos.
Robert: Sí, es como… a mí me hubiese gustado pasar una canalización que hizo Fer con Eón, que de alguna forma nos decía -hay que ver la fidelidad que tuvo, ¿no?- que en realidad todos fallan, o sea, que no hay que preocuparse por la perfección porque no existe la perfección. Inclusive se podría llegar -y esto va a parecer medio… no sé cómo lo vas a tomar (risa)-, pero inclusive podríamos decir que Eón no es perfecto porque se mejora Creación a Creación, si fuese perfecto no se podría mejorar, pero de alguna forma sí se mejora.
Raúl: Obvio, obvio, lo que sucede que para nosotros seguramente ya prácticamente enlazaría con la de Eón, sería imposible para nuestra conciencia entender realmente esa evolución suya, la entiendo como una evolución distinta a la nuestra porque nosotros nos perfeccionamos nosotros solos mientras que él evoluciona a través nuestro, es distinto, es distinto, no me gusta hacer la comparativa porque la veo distinta, pero sí es verdad, entiendo el concepto de que cómo vamos a buscar nosotros la perfección si hasta Eón tiene la «necesidad» de evolucionar.
Robert: Sí, entonces decía: «Ustedes hacen lo que pueden, lo mejor que pueden y pueden fallar, pero hacen lo mejor que pueden, eso es lo importante, hacer lo mejor que uno puede». Y ese mejor que uno puede va cambiando a lo largo de la vida -eso lo agrego yo- cuando va mejorando tu concepto, cuando tu concepto es mejor, tus posibilidades son mejores también.
Raúl: Sí, no te vas a exigir lo mismo por una cantidad de información que con más cantidad de información, es lógico que siempre tenemos que intentar exigirnos un poquito más porque si no podemos caer en el no hacer nada, ¿no? En decir, bueno, hasta aquí llegué y ya está, ya no hago nada. No, no, no, siempre tenemos que tratar de ponernos una meta mayor y una meta mayor y tratar de cumplir los objetivos, pero no frustrarnos si no alcanzamos los objetivos porque entendemos que todos tenemos limitaciones y a todos nos va a costar alcanzar determinados objetivos, pero es muy complicado lo que estoy diciendo porque hay gente que directamente se frustra por el tema.
Robert: Sí, es cierto eso, pero ahí también estuvimos hablando… cuando vos me hablás voy recordando algunas cosas que para mí fueron importantes también. Que donde dice en el tema de la expectativa, yo puedo generarme expectativas, yo pensaba: Bueno, si no me creo expectativas no hay problema. No, no, no. Eso me dijo Kron-El. Dice:
-¡No! Uno siempre tiene expectativas, siempre tiene, porque si uno va a hacer algo a algún lado va con una expectativa, tal vez lo bueno sería no generar una enorme expectativa y aferrarse a eso como algo que va a ser sí o sí. ¡No! Y es con las posibilidades y, bueno, dispuesto a que ocurra lo que tenga que ocurrir en definitiva, pero uno siempre va a tener una expectativa, el tema es que eso no genere una frustración en la persona.
Raúl: Entiendo ese hilar fino, yo siempre en consulta explico que no tenemos que generarnos ningún tipo de expectativa porque la expectativa genera frustración, pero entiendo que si se hila fino realmente en nuestro subconsciente siempre vamos a tener una expectativa ya generada. En nuestro preconcepto es imposible no tener ninguna expectativa generada, pero de alguna manera cuando tú tratas de transmitirle al otro a veces tienes que ser un poquito más extremista y tú tienes que explicarle al otro que el otro no tiene que tener expectativas porque si no el otro directamente no te va a entender, cuando yo lo explico en consulta entiendo que el otro no me va a entender si no se lo explico tal cual. Si yo le digo que no tiene que tener expectativas en cosas no lo va a entender directamente porque la gente es muy, muy extremista. Sucede lo mismo con cuando el Maestro Siddartha estuvo explicando el desapego él lo tuvo que llevar a un extremo porque sabía que si no, no lo iban a entender, cuando realmente él sabe que se equivocó en vida.
Robert: Sí, lo que pasa que a veces cuando el concepto no está instalado de alguna forma -es muy difícil explicarlo-, cuando la persona ya viene con un concepto y ya tiene como una idea de cómo son las cosas se puede por ahí tocar cosas más puntillosas por así decirlo.
Raúl: Sí y como la gente siempre tiene expectativas se le tiene que explicar que no tiene que tener expectativas, se le tiene que explicar lo opuesto, aunque realmente en el subconsciente tengamos expectativas, eso es hilar muy fino, el común denominador de la gente no entiende del subconsciente ni cómo funciona ni cómo no funciona y se le tiene que intentar explicar desde el modo consciente y de forma consciente si una persona tiene expectativas se va generar siempre, siempre frustración y de ahí engramas, porque hay muchos engramas que nacen de la frustración y la gente… si yo de repente hago la lotería y de repente hago la quiniela o lo que sea y sé racionalmente, impersonalmente mi mente analítica sabe que la posibilidad que tengo de acertar es una entre millones y sabe que no me va a tocar, pero de repente no me toca y de repente me frustro y digo: «¡Qué cerca!» Y entonces entra la mente reactiva y te susurra al oído: «A alguien le tiene que tocar, ¿por qué no puedes ser tú?» Entonces el rol del ego te generó una FALSA expectativa y la persona con la falsa expectativa dice: «Bueno, pues voy a volver a jugar». Y todas las semanas se deja la plata y al final se arruina y constantemente que no le toca. Y bueno, se analiza la persona y se dice: «Si realmente yo ya sé que no me va a tocar, porque las posibilidades son una entre millones, ¿por qué luego me pongo mal cuando no me toca? ¡Si ya sabía que no me iba a tocar!» Pues realmente porque el rol del ego te genera falsas expectativas y cuando te genera falsas expectativas no estás viviendo una realidad, no estás viviendo con los pies en la tierra, sino que estás viviendo una fantasía.
Robert: A parte te proyecta hacia un futuro donde vos tendrías tal y cual cosa por la plata que ganaste y todo una ilusión…
Raúl: ¡Y eso genera frustración! Y esa frustración te genera engramas y el problema es cuando te enlazas a ello y te sucede una vez y otra vez y otra vez. Si te analizas, realmente la mente analítica entiende que no te va a tocar, pero es la mente reactiva la que te genera esa fantasía y comienzas a vivir una fantasía y entonces dejas de vivir la realidad para vivir una fantasía, pero no solo sucede en el ejemplo que puse. Yo de repente voy a ir a un empleo y sé que en ese empleo contratan a gente menor de 35 años y yo tengo 45 y sé que no me van a coger, sé que voy a la entrevista, voy al empleo y sé que no me van a tomar, pero alguna parte de mí en mi mente reactiva me dice: «Bueno, a lo mejor sí». Ese «a lo mejor sí» te hace crear una expectativa egoica y te hace vivir esa fantasía, sucede lo mismo que con el tema de la lotería. Obvio, con esto no estoy diciendo que no probemos suerte o que no probemos fortuna. El no ya lo tenemos, vamos a por el sí.
Robert: Sí, en ese caso con la menor expectativa posible porque sabés que es muy improbable.
Raúl: Obvio, sí, uno ya debe entender que es muy improbable y si es muy improbable y de repente no me cogen no me voy a frustrar porque ya entendía de un inicio que no reunía el perfil, punto.
Robert: Te hago una consulta, Raúl. Por ejemplo, ¿se podría decir con cierta efectividad que cuando estamos proyectando nuestra mente hacia el futuro o el pasado estamos completamente en la mente reactiva en ese momento? ¿Es la mente reactiva que nos proyecta?
Raúl: Es la mente reactiva en el mismo momento en el que lo que estamos proyectando es una fantasía, si no es una fantasía puede ser perfectamente la mente analítica. Si yo de repente me imagino mañana, hago un proyecto y digo: «Me voy a cambiar el coche, voy a comprarme un coche nuevo». Y de repente proyecto, miro la billetera, miro el sueldo y veo que me alcanza para un coche para finales de año y proyecto conseguir ese coche para finales de año, no estoy viviendo una fantasía porque sé que realmente puedo alcanzarlo.
Robert: O sea, haciéndolo analíticamente en ese momento estarías totalmente analítico porque estás viendo realidades.
Raúl: Claro, estaría 100% analítico porque estoy mirando mis posibilidades y estoy viendo que alcanzan mis posibilidades. Si alcanzan mis posibilidades para mañana ir y aprobar un examen y yo sé que reúno las cualidades para aprobar el examen y me imagino aprobando el examen y yo que sé, ¿no? No estoy viviendo una fantasía, estoy proyectando una realidad, por lo tanto lo estoy haciendo de forma analítica, ahí no hay rol del ego posible, pero en tanto y en cuanto yo me imagino con castillo en Escocia… ¡Pues no!
Robert: (Risa) ¡Sería fantástico!
Raúl: Eso me lo puedo tomar como una fantasía graciosa, cómica, divertida, ¿no? Me imagino con un castillo, bueno, ¡ojalá! (risas), y me río, ¿no? Pero lo tomo como una fantasía cómica, es decir, me río del tema, no lo tomo como una posibilidad real porque está fuera de mis posibilidades. Si yo me imagino mañana teniendo un yate, yo no voy a tener un yate mañana, pero me lo puedo tomar como una fantasía que me gustaría y me voy a reír y bueno, «ojalá tuviera un yate», pero no me la voy a tomar en serio porque sé que está fuera de mis posibilidades porque mi mente analítica me dicta que está fuera de mis posibilidades, evidentemente.
Robert: Sí, mirá, te decía esto porque normalmente yo veo continuamente las personas es como que viven en la mente reactiva, están casi siempre dentro de la mente reactiva o proyectando, pero nunca están en el presente, la mayoría no sabe estar ahora, ¡ya! Ya, ahora. Están hablando, están con el celular, están pensando: Pero uh, mañana… ¡No, pará! Hoy, no mañana, ahora estamos juntos, hablemos, mirémonos, tratemos de sentirnos qué le pasa al otro.
Raúl: Totalmente, eso sucede a la persona que de repente está en un colectivo, en un bus y tiene que hacer tres horas de trayecto y en lugar de estar en ese momento disfrutando del trayecto o escuchando música, jugando a un juego, leyendo un libro… en lugar de eso está mirando por la ventana, mirando el reloj y diciendo: «Bueno, ya llegaremos, que llego tarde, venga a ver si llegamos ya, qué pesado es esto». Y están pensando: «Bueno, cuando llegue tengo la reunión, tengo que ir corriendo». Esa persona va a tardar lo mismo, el bus va a tardar lo mismo, no por pensar eso va a tardar menos en llegar, ¡va a tardar lo mismo! Lo que sucede que en lugar de estar disfrutando el viaje cómodamente, relajadamente haciendo lo que te gusta, disfrutando del paisaje, en lugar de eso estás martirizándote y vas a vivir el viaje amargado y vas a estar las tres horas amargado en lugar de estar las tres horas bien. Y sucede lo mismo con el que viaja en el bus, como sucede lo mismo quien está en el trabajo y está mirando el reloj: «A ver si se hacer la hora, que me quiero ir ya». Vas a pasar igualmente las 6 u 8 horas laborales, las vas a pasar igual, da lo mismo que estés mirando el reloj esperando que pase la hora, las vas a vivir martirizadas esas 6 horas de trabajo, mientras que si estás disfrutando del momento, te concentras en lo que tienes que hacer, tratas de pasarlo de la mejor manera posible, vas a estar bien tú y van a estar bien con los que estés alrededor, sino directamente vas a amargar a todos.
Robert: Sí. ¿Vos estás de acuerdo Raúl si yo te digo que el sufrimiento es prácticamente desconocimiento? ¿Uno sufre por desconocimiento la mayor parte de las veces?
Raúl: Sí y no. Sería muy aventurado de mi parte decir que la persona que tiene una enfermedad terminal sufre por desconocimiento.
Robert: Sabía que ibas a decir eso.
Raúl: No, o bueno la persona que tiene una separación afectiva de alguna manera sufre por desconocimiento, ¡no! No puedo decir sí en esos casos porque entiendo que por más que conozca de la mente reactiva, por más que conozca de los roles del ego le va a afectar y le va a hacer daño y es lógico que no vaya a estar bien como he explicado antes, por lo tanto, entiendo que uno puede sufrir por ello.
Robert: Sí, ahora yo entiendo que también si uno conoce cómo son las cosas de alguna forma, el hecho de conocer implicaría el -por ejemplo- separarse, que es algo que me pasó no hace mucho, ¿está? El hecho de conocer algunas cosas te ayuda a que esa recuperación sea mucho más rápida. No significa que no te vaya a molestar.
Raúl: ¡No! No significa que no vayas a sufrir, vas a sufrir igual, porque estaríamos locos si no sufriéramos, pero de alguna manera te vas a levantar más pronto. Que lo que estaba explicando antes lo explicaba, Robert, cuando decía… te levantas antes cuando tienes mayor equilibrio emocional, equilibrio mental y psicológico, cuando reúnes cierta información, cuando tienes la mente reactiva integrada es lógico que te vas a recuperar antes, te vas a levantar antes, pero eso no implica que no te vayas a caer, no implica que no vayas a sufrir. Igualmente lo vamos a pasar mal y por eso no puedo dar validez total a esa afirmación porque entiendo que va a haber gente que irremediablemente, el mundo es muy injusto también y, va a sufrir. Yo no puedo decir que el niño que está en África muriendo de hambre está sufriendo por desconocimiento… Está sufriendo porque no tiene comida que meterse a la boca, punto.
Robert: Sí.
Raúl: Y bueno, yo te diría: Es injusto. Pero habrá gente que me dirá: «Bueno, es el karma del niño, es el karma de la persona». ¿Y si conoce el karma qué? ¿Se le va a llenar el estómago? ¡No! Va a seguir pasando hambre, va a seguir sufriendo, esa información no le serviría de nada.
Robert: Sí, ¿y cómo podríamos explicar ese ejemplo que vos me diste? ¿Cómo podríamos desde la parte simplemente espiritual? ¿Cómo podríamos entender ese suceso?
Raúl: En la mayor parte de los casos hay lecciones kármicas que aprender, en la mayor parte de los casos.
Robert: Yo creo que esa es la parte más complicada de poder interpretar para nosotros, ¿no?
Raúl: Nosotros seguramente desde nuestra posición es complicado, pero desde la posición espiritual se comprende. Seguramente a nivel espiritual ese niño que hoy está pasando hambre en una vida anterior muy probablemente haya tenido todo el oro del mundo y haya privado a un pueblo entero de poder comer, por ejemplo.
Robert: Sí, es muy probable.
Raúl: Y ahora el niño está pasando por eso. Y no lo estoy justificando con el karma porque no creo que el karma sirva para justificar porque, como dije al comienzo, no creo que el karma sea una culpa a pagar, sino una lección a aprender y capaz que el niño ya la entendió y capaz que el espíritu ya la entendió, pero el niño va a seguir pasando hambre, hasta que va a desencarnar por inanición y bueno, no estoy de acuerdo con esa manera de aprender determinada lección kármica y al igual que no estoy de acuerdo yo, conozco distintos maestros de luz que no están de acuerdo tampoco.
Robert: Vos sabés que me hiciste recordar algo. Una canalización que la tengo que buscar y comprimir para poder enviártela, porque sería muy interesante me parece -también con Eón- donde dice, cuando yo le pregunté acerca del libre albedrío, ¿no? Y le pregunté también el tema de las cosas que se generan con el libre albedrío, como por ejemplo una violación, un asesinato y él nos dijo que él todo eso ya lo tenía contemplado, que es parte del libre albedrío, pero que en la cantidad de seres, en la enorme balanza de experiencias y de los seres que pueden disfrutar de su libre albedrío, digamos que estaba como más que justificado.
Raúl: Totalmente.
Robert: Y las cosas pasan a veces y todo sirve, sirve para estar mejor y en el caso de una violación y demás, sirve para estar peor.
Raúl: Tú sabes que, Robert, esa misma pregunta me la hicieron ya en una canalización con el Padre, en una sesión en consulta me la hizo ya algún consultante y la respuesta fue prácticamente idéntica por parte de Eón.
Robert: Sí, lo que pasa es que nosotros al verlo como roles nos parece: «¿Pero cómo? ¿Cómo puede ser?»
Raúl: Porque personalizamos, muchas veces porque personalizamos.
Robert: Claro.
Raúl: Y a veces desde el plano 5 se personaliza también porque desde el plano 5 ya me dirás tú si desde el plano 5 una entidad no va a sufrir porque un niño esté pasando hambre. Obvio va a sufrir y realmente eso es personalizar porque, bueno, uno tiene que entender que así funciona el tema, ¿no? Que entra dentro del libre albedrío del Creador y que nosotros no podemos hacer nada ahí, pero es obvio que nos va a doler.
Robert: Sí, igual que en este caso de un asesinato o de una violación o lo que fuere, ¿no? En realidad está el libre albedrío de la persona que lo hace.
Raúl: Totalmente.
Robert: Lamentablemente, ¿qué pasa? La persona que sufre o pasa por ese tipo de momentos muy feos realmente, extremadamente feos, de alguna forma es como que se hace cargo de eso y digamos que de alguna forma es como que inconscientemente justifica lo que le pasó y esa es una de las cosas que más sufrimiento trae. Sería mucho más fácil por ahí no padecer tanto de esa angustia que genera ese tipo de acto entendiendo que fue un hecho simplemente azaroso, a veces, -creo que la gran mayoría- azaroso y que fue producto de la decisión de un tercero que, en uso de su libre albedrío, lamentablemente sometió o hizo lo que hizo a esa otra persona.
Raúl: Sí, pero es obvio que la persona víctima no lo va a ver de esa manera o le va a costar muchísimo verlo como producto del azar y le va a dañar muchísimo la experiencia.
Robert: Sí, seguro, seguro, lo sé.
Raúl: Es muy complicado, es intentar vivir lo que vio esa persona y yo creo que nadie de nosotros lo sabemos hasta que lo vivamos. Es muy complicado, de todos modos y volviendo al tema del amor personal, cuando yo estaba hablando ahora de personalizar o de despersonalizar precisamente el ejemplo del niño que pasa hambre, uno puede sentir amor impersonal por esa persona que uno no conoce de nada y es lógico que de alguna manera va a sentir eso, pero ahora por ejemplo estamos con el amor personal, estamos con una persona que conocemos: el amor personal pide, el amor personal reclama, el amor personal quiere que le presten atención porque hay roles del ego y busca el protagonismo y, evidentemente si -yo le explicaba, le ponía este ejemplo a Fer- tú de repente das un beso a tu pareja, tú vas a esperar que sea recíproco.
Robert: Claro.
Raúl: Y si no es recíproco, tú te vas a sentir mal porque estás esperando. Y ahora diremos entonces, es un rol del ego, porque estás esperando la reacción del otro. Y yo diré: ¿Qué relación personal está exenta de roles del ego? Porque es lógico que tengamos que esperar algo recíproco del otro porque si no, nos va a molestar. Pero como yo explicaba al comienzo, que esta es la clave, una relación personal de pareja a nivel -como estoy diciendo- personal, y valga la redundancia, tiene que ser siempre equilibrada y si permitimos que la mente reactiva gane entonces vamos a comenzar con las disputas. El amor personal de pareja es convivencia, es afecto, es respeto y esto por encima de todo y si de repente en el amor personal de pareja empezamos a incurrir con esos roles del ego y si ,en lugar de controlar la mente reactiva y los roles del ego, dejamos que el amor personal se exacerbe y se vaya a otros límites, de repente vamos a estar gritando por nada a la persona con la que convivimos, de repente le vamos a echar todo en cara: «¿Y tú donde fuiste anoche a las 9 de la noche?¿Y qué hiciste?¿Y a ti te parece bien? ¡Me dejaste solo!», y vamos a empezar a trasladar culpas al otro con el rol de víctima, con el rol de víctima sutil -y ojo que es todavía más peligroso que el rol de víctima- y vamos a hacer sentir al otro como una basura, como una mierda.
Robert: Claro, esa es la idea…
Raúl: ¡Obvio! Esa es la idea de la persona egoica y de repente empezamos a insultar a la persona, empezamos a desacreditar a la persona. Una cosa que es muy fea y que veo en muchísimas relaciones de pareja es el hecho de comparar a la relación con otra relación del pasado.
Robert: ¡Eso es terrible!
Raúl: O en comparar a la persona con otra persona del pasado.
Robert: Esa es una de las peores cosas que se puede hacer (risa).
Raúl: Yo no puedo decirle a la pareja: «Mira, mira cómo te comportas, Lucía no se comportaba así».
Robert: (Risa) ¡Se pudre todo!
Raúl: «¡Lucía no se comportaba así conmigo, eso no me lo hacía!» Y bueno, estás faltando al respeto a la otra persona porque la estás comparando. En el momento de la comparación estás DESVALORIZANDO a la persona y eso es una falta de respeto y eso se hace a menudo, en la pareja es peor todavía porque convives constantemente con ella y cuando una relación se vuelve un infierno, vives un infierno en vida.
Robert: Sí, ahora fíjate lo que vos me estás diciendo Raúl porque yo lo que llegué a la conclusión de alguna forma es que en realidad no importa con quién estés, lo que sí importa es lo que vos hagas en tu vida porque tu vida va a ser tu vida siempre desde un principio hasta el final, es tu rol, es un rol que vos estás vivenciando y lo que interesa realmente es lo que hagas en esa vida como rol, no con quién, quiénes fueron tus padres, quién fue tu pareja o tu hermano, eso no interesa, son un rol también, como lo sos vos, como lo soy yo. El tema es que hay una creencia que yo también tenía y estaba totalmente seguro de eso hasta que después me di cuenta que no. A veces uno en la pareja -y eso también es desconocimiento- uno dice, «bueno, lo voy a tolerar, no importa que no haga lo que yo quiero. Bueno, pero yo le amo y voy a tratar de que ella cambie…» Eso está mal también, ¿por qué voy a querer que ella cambie?
Raúl: Bueno ahí, obvio, en ese planteamiento hay cuatro o cinco errores de la persona egoica que estás teatralizando porque es lógico que si la persona dice automáticamente: «La cambiaré, cambiaré a la otra persona». Si tienes que cambiar a la otra persona es porque realmente no la amas, es porque realmente lo que amas es lo que te gustaría que fuera, lo que te gustaría que hiciera. ¿Entonces qué? ¿La otra persona ya no es una pareja? ¿Qué es? ¿Es una figura moldeable que puedes moldear tú a tu antojo? ¡No! Por lo tanto es lógico que ahí ya hay un rol del ego en esa persona hipotética que está pensando: «Bueno, voy a esperar a que la persona cambie». Tú no puedes cambiar a la persona, porque si pretendes cambiar a la persona es que no la amas a la persona, entonces te vas a quedar toda tu vida esperando a que la persona cambie y si la persona no quiere, ¡la persona no va a cambiar! Vas a estarte toda tu vida esperando y vas a perder toda tu vida. Aparte ya no es solo el tema del cambio, sino -como estás diciendo-, «bueno, yo tolero. Yo la amo. Yo me aguanto…» Sí, pero la tolerancia es importantísima en una relación, el problema es que no solo es cosa de tolerancia, también es cosa de DIGNIDAD y esa es una palabra que mucha gente no sabe lo que significa. Una relación puede durar, yo que sé, 50, 60, 70 años de tu vida y vas a estar ese tiempo con los pantalones agachados porque no vas a tener ningún tipo de dignidad, la dignidad es importantísima, la dignidad es no permitir que el otro nos haga hacer lo que nosotros no queremos hacer, es no permitir al otro lo que nosotros no le haríamos a él.
Robert: Sí.
Raúl: Y eso es importantísimo, yo voy a tener tolerancia y yo voy a tolerar a la otra persona hasta un punto. En cuanto mi vida comienza a convertirse en un infierno es lógico que yo no se lo vaya a permitir y es lógico que yo vaya a poner límites y poner límites entre comillas («limites»), porque cuando hablo de poner límites yo no creo que en una relación se tengan que poner límites, cuando hablo de poner límites me refiero a que directamente voy a cortar la relación con la persona porque mi vida es un infierno con esa persona y con el tiempo lo único que voy a conseguir es que se agrave todavía más, me voy a hacer más daño y le voy a hacer más daño a la otra persona.
Robert: Sí.
Raúl: Yo no creo que se tengan que poner límites en una relación, la mayor parte de la gente cree que hay que poner límites en una relación. ¡No! Los límites en realidad se tienen que poner a los niños porque carecen de mente analítica para saber lo que está bien y lo que está mal.
Robert: No, lo que tiene que haber es diálogo, el diálogo es muy importante.
Raúl: ¡Obvio! Y una cosa importantísima que es el acuerdo, uno tiene que acordar con la pareja. Si yo tengo pareja, voy a acordar con la pareja, una persona que es adulta va a tener la mente analítica desarrollada y por lo tanto no tiene sentido ponerle límites. Hay parejas que dicen: «Bueno, si no le pongo límites la otra persona me invade, invade mi espacio», y no te va a invadir tu espacio. Si la otra persona te ama, si la otra persona está pendiente de ti va a estar pendiente de tus necesidades y si tú tienes la necesidad de estar sola, ¡te va a respetar!
Robert: Ahora fíjate que eso que estás diciendo Raúl justamente apunta a algo que también te quería comentar.
Raúl: Dos segundos y redondeo el concepto, pero no te olvides de lo que me vas a decir.
Robert: Sí.
Raúl: Y la persona de repente te dice: «Pero, ¿ves? Me has dicho que no hay que poner límites, pero la otra persona me va a invadir porque tú me has dicho que va a estar pendiente de mí, ¡yo no quiero que esté pendiente de mí!». Y yo entonces le digo: Va a estar pendiente de ti, no en el sentido en el que te va a agobiar, sino que va a estar pendiente de ti en el sentido de que va a saber lo que necesitas en cada momento y si precisas de tranquilidad y ahora de repente quieres leer un libro tranquilamente, no te va a ocupar ese espacio, te va a respetar. Ya puedes, dime lo que…
Robert: Sí, sí, porque justo fijate la enorme deformación que hay en la relación de pareja, hay una enorme deformación, aparte lo vemos continuamente en las películas día a día, todas las películas, lamentablemente sobre todo las películas yankis que son la mayoría que se ven donde están las peores deformaciones, el éxito, el fracaso, que eso es terrible, es terrible para la persona, pero hablando de la pareja en sí donde también la mayoría son todo actos egoicos dentro de la pareja, continuamente están constantemente están demandando cosas, pero a través siempre del ego, no se ve amor. Y eso a veces es como que tanto ves, tanto ves, tanto ves, como que te terminás creyendo que eso es la forma de relacionarse, ¿no?
Raúl: Porque realmente sí es la manera de relacionarse de la mayoría.
Robert: Claro, pero ese es el punto, a eso es a lo que iba, yo creo que a veces la gente se relaciona así porque no ha vivido lo que es el amor puro de una forma, se podría decir, impersonal y de esa referencia poder trasladarlo al amor personal, entender que es un ego y que yo puedo estar mucho mejor si no estoy proyectando continuamente roles del ego hacia la otra persona, yo puedo vivir mucho mejor, muchas parejas se frustran justamente por eso, por estar continuamente haciendo hincapié en roles del ego, siempre están en la mente reactiva.
Raúl: Sí, pero tiene una respuesta muy sencilla, es cierto que la mayor parte de gente, por no decir toda, las personas que viven así es porque no han vivenciado nunca lo que es el amor de pareja puro, si se puede decir puro porque puro no existe, ¿no? Como tal, pero digámoslo así, el amor de pareja con equilibrio, pero te voy a decir una cosa Robert y me vas a dar la razón cuando te la diga. Te he dicho que toda esa gente no sabe lo que es el amor de pareja equilibrado y eso tiene una respuesta tan sencilla como que si lo hubieran vivido no estarían en otra relación.
Robert: Claro.
Raúl: Si estamos hablando que la relación de esa persona es tóxica y dices: «Bueno, pero es porque nunca la ha vivenciado realmente». ¡Obvio no la ha vivenciado! Porque si estuviera vivenciándola no estaría en la relación actual, estaría en la otra que era la buena.
Robert: Claro, entiendo.
Raúl: Y si estás en una relación buena directamente terminas en esa relación buena porque si es buena no se va a romper.
Robert: Salvo que uno… 53
Raúl: Obvio, sí, pero es muy complicado, salvo que si la relación es tóxica y generalmente las relaciones son tóxicas se van a estar rompiendo constantemente en cadena y la persona no va a vivenciar nunca lo que es ese amor, pero realmente la gente no vivencia lo que es el amor puro o el amor equilibrado porque ya viven directamente con los roles del ego y ahí entraríamos ya en el tema de por qué la gente constantemente necesitan encontrar pareja cuando ni siquiera ellos mismos están preparados para tener pareja. La mayor parte de la gente que busca pareja no se conocen a sí mismos, si no se conocen a sí mismos, ¿cómo vas a pretender que te conozca la otra persona?
Robert: Claro.
Raúl: Si no te conoces ni tú a ti mismo, si no sabes ni tú lo que quieres, ¿cómo va a saber la otra persona lo que tú quieres?
Robert: Sí, es cierto.
Raúl: Si tú no estás equilibrado contigo mismo… la mayor parte de gente no se ama a sí misma, no se ama, hay continuas faltas de respeto, las personas que se desgastan el cuerpo con drogas, por ejemplo, esas personas no se aman. Si tú no te amas a ti mismo, ¿cómo vas a pretender que la otra persona te ame, si primero no te amas tú? Y la gente está buscando en el otro lo que no encuentran en ellos mismos y esperan que otra persona cubra la necesidad que tienen.
Robert: Porque la felicidad se la otorga otra persona.
Raúl: Y la felicidad parte de uno, la felicidad en verdad parte de uno y cuando uno es feliz es recién cuando uno está bien consigo mismo, es cuando puede compartir esa felicidad con otra persona, con otra persona que también -¡ojo!- sea feliz, porque si compartes tu felicidad con una persona que sea feliz va a pasar y seguramente te vuelvas infeliz tú también porque te va a contagiar, porque en un choque de ondas entre lo positivo y lo negativo -yo esto lo diré siempre- es mucho más fácil que el negativo tire al positivo hacia abajo y lo jale hacia abajo que, que el positivo levante al negativo y se puede comprobar en el día a día, el muchísimo más fácil que el negativo jale al positivo que, que el positivo levante al negativo.
Robert: Sí, es lamentable.
Raúl: Y al final vas a vivir amargado porque la otra persona te va a amargar. Y no existe la pareja perfecta, date cuenta, porque en toda relación de pareja va a haber roles del ego, va a haber conflictos, va a haber discusiones… A mí me viene la gente y me dice: «Bueno, la relación de pareja tiene que ser perfecta, no hay que discutir», yo digo: ¿Cómo no vas a discutir con la persona? Si la vas a ver prácticamente 24h y evidentemente va a haber puntos en los que no vais a estar de acuerdo y: «Bueno no hace falta Raúl, no hace falta discutir si no estás de acuerdo», y yo digo: ¡No! Pero a veces la mayor parte de discusiones no vienen por no estar de acuerdo, vienen porque afloran los roles del ego, ¿y en qué relación de pareja no afloran los roles del ego? Si hay amor personal, hay ego y el ego va a aflorar siempre y va a haber momentos en los que va a chocar los roles del ego del uno con los roles del ego del otro y es lógico que vas a discutir. ¡No existe la pareja perfecta en que las parejas no discutan! Se puede discutir más o se puede discutir menos.
Robert: Estamos de acuerdo en eso.
Raúl: Y la idea es discutir menos.
Robert: Sí, igual discutir es una cosa y pelear ya se complica, se va a una extremo, pero sí, siempre va a haber discusiones…
Raúl: Las discusiones la idea es minimizarlas, tanto en cantidad como en intensidad, pero si yo de repente tengo una relación de pareja y tengo un problema, los problemas se hablan, los problemas se ponen sobre la mesa, los problemas se hablan. Si yo de repente tengo un problema y lo dejo ahí de lado y voy a ir acumulando problemas y uno y otro y otro.
Robert: Hasta que explotás.
Raúl: Luego más tarde voy a explotar y voy a explotar con todo eso encima y eso no va a ser bueno, entonces lo lógico es, si hay un problema se pone sobre la mesa y se agota el tema. Capaz que no nos ponemos de acuerdo porque al final es una pareja, pero son dos personas independientes, capaz no nos vamos a poner de acuerdo, pero está bien, una persona va dar su punto de vista, la otra persona va a dar su punto de vista y al final van a llegar a un acuerdo y se van a respetar los puntos de vista de uno para con el otro y el otro para con el uno.
Robert: ¡Así es, así es!
Raúl: Pero los problemas tienen que estar ahí, los tienen que confrontar, no sirve de nada mirar hacia otro lado e ir acumulando basura.
Robert: Lo mejor es hablar, siempre, siempre es hablar, siempre, creo que lo más sano siempre es poder hablar y bueno después se verás, si se discute…
Raúl: Yo llevo diciendo una década que el amor personal de pareja tiene cuatro patas y que esas cuatro patas, si falla una es como si de repente le cortas la pata a la mesa, la mesa se cae. Esas cuatro patas, una es el diálogo, otra es el deseo, otra es el respeto y la otra es la admiración.
Robert: Sí.
Raúl: Y son las cuatro igual de importantes, ninguna de las cuatro debe fallar, si falla una se va la mesa abajo.
Robert: Sí.
Raúl: Y lamentablemente la admiración es la pata que he podido identificar que más falla, pero ojo con el diálogo porque también hay muchísimas parejas que no dialogan y la gente dice: «Yo dialogo con mi pareja». No un diálogo no es venir del trabajo: «Bueno, ¿me sirves la cena?»
Robert: ¡No, no! (Risas)
Raúl: «¿Qué hacen en la tele?»
-¿Qué tal? ¿Cómo te ha ido el día?
-Bien, ¿y a ti?
-Bien.
¡Eso no es un diálogo! ¡Eso es una conversación de besugos! (Risas) ¡No es un diálogo! Un diálogo consta de volcarse al otro y que el otro se vuelque contigo y poder explicarte todo a la otra persona y que la otra persona pueda explicarte todo a ti.
Robert: Desde la sinceridad.
Raúl: ¡Siempre!
Robert: Obviamente, obviamente. Sí, sí, sí, eso está correcto y eso es lo que siempre me hubiese gustado de alguna forma, yo soy una persona que habla, me gusta hablar, soy incapaz de hablar… me he dado cuenta con el correr de los años que soy incapaz de hablar por hablar estupideces nada más, ¿no? No puedo, pero sí me gusta hablar porque amo aprender también, si yo sé que alguien que está al lado mío sabe algo, seguramente me va a interesar en algún momento saber cosas, pero porque me interesa, pero más allá de eso, una cuestión personal también, o sea, si te gusta esto o lo otro, lo cotidiano, lo sabés también Raúl.
Raúl: Sí, el debatir es sanísimo porque cuando tú debates con la otra persona, aunque no os pongáis de acuerdo en vuestros puntos de vista, en un debate hay un intercambio de ideas y seguramente tú vas a coger algo que te va a servir de la otra persona y la otra persona va a coger algo que le va a servir de ti. Obvio yo hablo de los debates sanos, no hablo de los debates que aparecen en televisión o que lamentablemente tienen la gente común de la calle donde se tiran de los pelos.
Robert: ¡No, no, no!
Raúl: De ahí nadie aprende nada. (Risa) ¡Es un show!
Robert: Aparte odio esos programas, realmente los detesto tanto porque hace que la persona vaya bajando cada vez más, ven cada vez más estupideces, más… Acá le llamamos…
Raúl: La gente en la vida real hace lo mismo, eh. ¡La gente debate así! Es muy raro ver un debate sano donde las dos personas se sienten, dialoguen, sin levantarse la voz uno por encima del otro.
Robert: Sí, aparte ni siquiera saben qué están hablando, se vuelven locos. Pero bueno, al margen de eso, yo lo que te quería preguntar Raúl, que hablando se me van ocurriendo las preguntas, aparte yo tengo anotada alguna. Te hago una consulta: Vamos a suponer una persona común y corriente sola, ella o él, cualquiera de los dos, no importa, que vayan de alguna forma sintiendo. Yo soy muy… yo creo mucho en las referencias, a veces uno no tiene referencias y eso hace que uno no se dé cuenta de cosas, pero su uno de alguna forma va notando que va mejorando su amor impersonal, uno va empezando a sentir, ¿y cómo hago para sentir un amor impersonal? Y yo, mi punto de vista es comprender que todos somos uno y venimos de lo mismo, de un mismo Padre, llamémosle Dios, Eón, como quieras, no importa. El entender que somos uno de alguna forma, eso también puede ser una buena base para generar amor impersonal donde yo miro al otro no como un posible enemigo o un total y absoluto desconocido, con desconfianza, sino que lo puedo mirar como un par, simplemente como un par, nada más. Ese amor impersonal que yo pueda empezar a sentir, a darme cuenta de que existe en mí y empezar a sentirlo, ¿puede mejorar también mi amor personal?
Raúl: No tiene relación, no tiene relación porque el amor impersonal y el amor personal no se tocan. El amor impersonal sí, no hay ningún error en tu planteamiento porque realmente para obtener ese amor impersonal es tan simple como mirar a los ojos al otro, comprender la situación del otro, empatizar con el otro -la palabra empatizar es clave-, sentirse uno con el otro, sentir que somos hermanos porque realmente todos somos hermanos y dejar de lado las competencias y entender que el otro es un igual a nosotros y que no somos más que el otro, porque hay gente que dice: «Sí, sí, soy más que el otro porque yo sé más de fútbol que el otro. Porque yo sé más de astronomía que el otro». No por saber más de algo que el otro eres más que el otro, porque el otro va a haber en cuatro facetas más que te va a ganar a ti y vamos a entrar en competencia, no sirve de nada, es decir, al final todos valemos porque todos tenemos puntos fuertes y porque todos tenemos puntos débiles, pero el amor personal es distinto. Yo siempre voy a decir una frase y es bastante polémica: El amor personal es más fuerte en el plano físico que el amor impersonal. Cuando suelto esa frase hay muchos que echan el grito al cielo y dicen: «¿Pero qué estás diciendo?»
Robert: (Risa).
Raúl: «Si yo creía que el amor impersonal era lo más grande, lo más elevado» y yo digo: Bueno, seguramente el amor impersonal sea lo más elevado, yo no he dicho la palabra elevado, yo he dicho la palabra fuerte. Creo que el amor personal, y no me retracto, es lo más fuerte en el plano físico, es más fuerte que el amor impersonal.
Robert: Aparte venimos a vivenciar eso, ¿no? Porque no podemos en el plano suprafísico vivir amor personal.
Raúl: Pero yo a la gente le digo: Os doy buenas noticias cuando digo eso, porque el amor personal no es negativo, el amor personal es positivo, con buen equilibrio el amor personal es hermoso y está fantásticamente bien vivir el amor personal y vivirlo con intensidad, es correcto tener amor personal y vivirlo con intensidad siempre y cuando ese amor personal esté equilibrado, ¿entonces realmente cómo se puede hacer para amar más personalmente a la otra persona? No se puede realmente (risa), no se puede porque si amamos de verdad profundamente a la otra persona, no hay otra, es decir el amor personal tiene mucha parte de química, tiene mucha parte de afinidad, la afinidad es clave en la otra persona. Hubo un gran maestro que explicaba que la energía sexual es la energía más fuerte que recorre el cuerpo humano y eso es verdad, quiero decir, si yo de verdad me siento atraído por esa persona, la amo profundamente, la admiro y admiro su forma de ser y la tomo de la mano, la miro a los ojos y siento ese algo especial, ese algo especial, no va a haber nada que sea más fuerte. No voy a decir: «Bueno, yo amaba más a la otra pareja». No sirve de nada realmente, entonces no se puede potenciar el amor personal porque yo creo que cada uno de nosotros lo vivimos con la máxima intensidad con la persona que creemos conveniente o bueno, o con la que lo sentimos, pero no creo que eso se pueda… yo creo que el amor impersonal se puede impostar. Yo de repente me pongo una máscara y digo: «Amo a todo el mundo y hago favores a todo el mundo», y en verdad lo estoy impostando porque no lo siento, pero el amor personal no se puede impostar porque tú no te vas a acostar con una persona que directamente te da asco, que te da repulsión.
Robert: Y sería muy triste.
Raúl: Obvio, entonces yo creo que el amor personal es lo menos teatralizado que existe siempre y cuando no le demos cabida a los roles del ego, porque sabemos que los roles del ego son los mejores actores, son los actores que más teatralizan todo, pero fuera de los roles del ego, si no les damos cabida a que tomen el timón central y nosotros llevamos el timón central de nuestra relación, a pesar de que siempre va a haber algún rol del ego, pero los que llevan el timón central de la relación somos nosotros. Una relación sería como un barco y somos nosotros los que estamos al timón de ese barco y somos nosotros los que encauzamos la relación por donde creemos, entonces no va a haber problema, el problema es como cuando los roles del ego -y pongo otro ejemplo- realmente se desbocan y cogen ellos el timón y es como el caballo que va desbocado, tú eres el caballo y el que va encima que es el jinete es el que maneja el caballo y tú eres el caballo y los roles del ego son el jinete y te hacen ir por donde ellos quieren, entonces te controlan ellos, entonces el tema es intentar tomar tú el control y fíjate que ya no estoy diciendo de tu vida, estoy diciendo de tu relación y para tomar el control de tu relación basta que empieces a controlar, primero a identificar y luego a controlar esos roles del ego.
Robert: Sí, sí.
Raúl: Que pueden ser exacerbados porque en una relación de pareja puede haber celos, habrá celos, habrá envidias, en una relación de pareja va a haber… siempre vas a ser cómplice de la otra persona, para lo bueno y para lo malo, en una relación de pareja va a haber muchísimos roles del ego de soberbia, de baja autoestima, de roles del ego de culpa, de transferir culpa al otro y se puede convertir en un caos una relación de pareja si no la llevamos nosotros de la mano a ella en vez de ella de la mano a nosotros.
Robert: Creo que es lo más fácil… Es lo más sencillo, al menos ahora.
Raúl: ¿El qué?
Robert: Que se convierta en un caos es lo más sencillo hoy en día realmente.
Raúl: Obvio, pero porque es tan sencillo como dejarse llevar, la gente vive directamente en piloto automático y eso quiere decir que se dejan llevar por los roles del ego. Aparte hay una idea que se promueve bastante con la cual no estoy de acuerdo y es que se promueve bastante la idea de: «si no sientes no eres humano, por lo tanto está bien dejarse llevar por las emociones porque somos humanos y tenemos que vivir la vida al límite y tenemos que dejarnos llevar por todas las emociones», y creo que ese argumento que se está viendo bastante últimamente es negativo, porque no creo en los extremos. Como dije antes, tampoco creo que tengamos que ser robots, creo en el equilibrio y creo que es lógico que vayamos a experimentar emociones, pero también es lógico que tengamos que intentar controlarlas de tal manera que no nos controlen ellas a nosotros porque si las emociones nos controlan a nosotros, dejamos de ser nosotros mismos.
Robert: Una máquina que reacciona.
Raúl: ¡Sí, sí! Pero es importantísimo saber controlar los roles del ego en nosotros, sino la relación se va a pique, pero cuando hablo de relación de pareja puedo hablar perfectamente de relación de amigos, de relación de familia o de hijos o de padres, es decir, es todo lo mismo al final, al final es todo lo mismo, pero es importantísimo saber ver que los roles del ego son los que suelen controlar nuestra vida y son los que suelen controlar nuestras relaciones e insisto: en una relación de pareja va a haber muchísimos y es lógico que yo voy a sentir celos si mi pareja se pone a hablar más de la cuenta con otro hombre, pero como voy a saber controlar esos roles del ego, el problema ya es la persona que se deja llevar por los roles del ego y comienza a ver fantasmas donde no los hay: «Y bueno, ¿de dónde viniste a estas horas? Seguro que te has visto con otra persona, dime con quién, ¿con quién has estado? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuanto?», (risa) y empiezan las desconfianzas. Y dices: Bueno, si no confías en mí directamente dejémoslo.
Robert: Exacto, yo ahí en el libro pongo un ejemplo que parece muy… pero es más real lamentablemente de lo que me hubiese gustado, hay muchos ejemplos de posibles desenlaces donde llega, vamos a suponer, el marido, la pareja de la persona, el hombre llega del trabajo tarde y pensando que va a llegar y la va dar un beso a su mujer, ella lo va a corresponder y tal vez le haga una comida que le guste a él y resulta que llega, no le da ningún beso porque se encuentra hablando por teléfono, simplemente lo saluda así no más y ahí un montón de posibles desenlaces, ¿no? Donde él se vuelve loco, por eso se empieza a recriminar, a querer llamar la atención y demás y son todo a través del ego, ¿no? Y esas situaciones se ven muchísimo, se ven muchísimo en el día a día, es lamentable.
Raúl: Sí, son distintas facetas del ego que luego de repente el hombre comienza a intentar llamar la atención de ella o comienza directamente a echar cosas en cara o ella de repente le tira a él en cara que no le haya saludado.
Robert: Claro, claro, exacto, entonces dejando de lado la importancia tal vez que tenga ese llamado telefónico, por decir ese ejemplo no más, ¿no? Tal vez sea muy importante ese llamado y lo está atendiendo o tal vez ella estuvo también haciendo cosas y recién llega, yo no lo sé eso, ¿cómo lo podemos saber?
Raúl: Por eso antes me comentabas el tema de la tolerancia y yo decía: «Está bien ser tolerante, pero también hay que tener dignidad», pero ojo, ahora hago hincapié en la tolerancia, hay que entender también la tolerancia porque a veces el problema de cuando yo explico la dignidad es que corres el riesgo de que la otra persona no lo entienda y de repente la dignidad la llevan a la intolerancia y de repente la persona se vuelve intolerante y no consiente nada al otro y te viene y te dice: «Bueno, pero tú, profesor, me dijiste que no tenía que no tenía que permitir actos hostiles contra mi persona», y yo le digo: Bueno, pero también existe la tolerancia y también te dije que tienes que aprender a ser tolerante en según qué cosas, porque hay gente que lleva las cosas al extremo. El lógico que yo porque la otra persona no me salude no la voy a mandar a la mierda, sería demasiado excesivo.
Robert: (Risas).
Raúl: Sí, pero hay gente que lo lleva todo al extremo y no entiende realmente lo que quieres decir. Y todo con equilibrio: hay que ser digno, pero hay que ser tolerante. Lo que no puedes es ser cómplice del error del otro. Yo la dignidad siempre la defino de una manera, la dignidad sería: yo no dejo que me toquen la cola salvo que me guste.
Robert: ¡Claro!
Raúl: ¡Y es así! ¡Y es tal cual! Pero la gente la lleva luego al extremo y también hay que saber ser tolerantes con las dificultades del otro, con las situaciones del otro.
Robert: Ponerse en el lugar del otro también.
Raúl: Y capaz la otra persona se puede equivocar una vez y no pasa nada tampoco. Lo que pasa que hay dos cosas también que la gente confunde: hay errores y hay horrores. ¿Me entiendes?
Robert: ¡Sí!
Raúl: La persona puede tener un error y de repente no me saluda o de repente no me toma en cuenta en una situación porque no se dio cuenta, en ese momento no pensó en mí hay horrores, que es que de repente mi pareja se acuesta con otra persona y luego me viene y me dice: «Me equivoqué, fue sin querer».
Robert: Sí, «no lo voy a hacer más».
Raúl: ¿Cómo sin querer?
Robert: (Risas).
Raúl: ¡No puede ser sin querer! (Risa) Es decir, eso es un horror, con «h».
Robert: «¡No me di cuenta!»
Raúl: Sí, ¡obvio! ¿Cómo no te vas a dar cuenta?
Robert: (Risas).
Raúl: Quiero decir, y si la persona ya te falló una vez, seguramente te va a fallar otra vez y si la persona ya te faltó al respeto una vez, probablemente lo va a hacer una segunda.
Robert: Seguro.
Raúl: Si tú perdonas a esa persona y acá ya no hablamos de perdón, porque creo que la palabra «perdón» no tiene cabida en este tipo de cosas, pero si tú digamos le toleras ese error a la otra persona y eres cómplice con esa persona de ese error y luego te lo vuelve a hacer, tú no puedes recriminarle nada porque tú fuiste cómplice y seguramente al tolerarle ese error, al permitirle, porque no me gusta la palabra tolerar porque es positiva, pero ser permisivo creo que es el extremo de ser tolerante. Uno puede ser tolerante, pero permisivo no. Si tú le permites ese error, luego seguramente que la relación va a ir a peor porque ya te falló una vez, tú vas a estar con desconfianza y va a ser lógico que no va a ser lo mismo, entonces antes esas dificultades, bueno, deja a la otra persona directamente, porque la otra persona ya te falló.
Robert: Sí, aparte se van a disparar roles de baja autoestima, es lo más probable.
Raúl: Sí, pero luego hay gente que te dice: «Pero no, bueno, la persona se puede equivocar y todos tenemos derecho a equivocarnos y le tienes que disculpar y no pasa nada y se sigue adelante», y yo le digo: Insisto, creo que hay errores y creo que hay horrores, para los errores hay que tener tolerancia, para los horrores hay que tener dignidad.
Robert: Sí, está bien eso, está correcto. Igual, equivocarse es una posibilidad más que un derecho, o sea, yo tengo la posibilidad de equivocarme, trato de no, pero tengo la posibilidad.
Raúl: Todos tenemos la posibilidad y todos nos equivocamos, pero creo que la idea es no equivocarse ex profeso, porque cuando uno se equivoca ex profeso, deja de ser un error y comienza a ser un acto hostil.
Robert: Sí, igual todo esto que estuvimos hablando, Raúl, gira en base a lo mismo, el eje fundamental de todo tipo de relación, aunque sea con un desconocido, siempre va a ser el amor, cuando yo más me alejo de eso… ya sea el amor hacia mí o el amor hacia la otra parte, ¿no? Si yo pierdo ese amor hacia mí en algún punto, voy a estar profundizando en roles del ego seguramente o en actitudes totalmente reactivas.
Raúl: Creo que tienes razón, pero realmente a mí me gusta más tecnificar, no me gusta tanto generalizar con: «Bueno, teniendo amor se soluciona», me gusta más tecnificar, ¿qué quiero decir con tecnificar? Quiero decir que creo que la base está en el amor, está en tener una autoestima definida, está en estar siempre pendiente permanentemente de los roles del ego, está en amarnos a nosotros mismos, está en respetar al otro, está en ser dignos, pero también en ser tolerantes, está en comprometernos con el otro porque el compromiso es importante estemos donde estemos, en una relación de pareja, en un trabajo a nivel laboral, es decir, el compromiso es importante siempre. Yo creo que si tenemos todas esas facetas, me gusta más tecnificar, me gusta más hablar de todas las facetas que creo que hay que tener claro, que al final todo eso, la palabra sería el Amor, el amor sería todo, sería lo global, pero si tú dices: «Bueno, al final todo se engloba en amor», la gente muchas veces se pierde en la palabra amor, ¿qué es la palabra amor? Para cada persona tiene un significado la palabra amor. A mí me gusta más decir: Bueno, si la persona tiene una autoestima definida, si la persona tiene compromiso, si la persona se ama a sí misma, pero ama a los demás, si la persona respeta al otro, si la persona trata de dialogar las cosas, si la persona está permanentemente pendiente de los roles del ego y trata de que no surjan, entonces va a ser cuando las cosas van a fluir de verdad.
Robert: Sí.
Raúl: No en una relación de pareja, sino en cualquier tipo de relación.
Robert: Sí, en cualquiera.
Raúl: Y ya no en relaciones, sino también en el empleo, sino también en prácticamente todas las facetas de tu vida. Es obvio que si hay un incendio y se te quema la casa, el estar integrado no te va a servir para que la casa no incendie o si de repente un ladrón te va a robar, te va a robar igual, pero sirve para por lo menos reponerse antes como hemos hablado y creo que es clave, es clave perfectamente tener esa autoestima definida y tener trabajados todos esos puntos que nombré.
Robert: Sí, totalmente.
Raúl: Por eso yo en muchas ocasiones da la sensación, si tú por ejemplo comparas y sé que las comparaciones siempre son negativas en todos los ángulos, pero a veces es necesario comparar para establecer una referencia y si tú de repente comparas lo que dice Fer con lo que digo yo, o lo que dices incluso tú con lo que digo yo, te darás cuenta que hablo muy poquito de la palabra directamente «amor», mucho menos que vosotros, porque no me gusta englobarlo todo en el amor, me gusta más hablar de autoestima, de compromiso, de responsabilidad, de respeto… porque la palabra amor se pierde en el ocaso. Entiendo perfectamente lo que quiere decir amor, el problema es que muchas veces la gente no entiende lo que quiere decir amor, en cambio creo que queda claro lo que quiere decir autoestima, creo que todo el mundo sabe lo que quiere decir respeto, creo que todo el mundo sabe lo que quiere decir compromiso, pero la palabra amor se pierde en el olvido. Bueno, todo el mundo cree que ama, «yo amo mucho a mi pareja», y capaz que están discutiendo las 24 horas del día, ¿de verdad la amas a tu pareja? Y capaz que está desconfiando las 24 horas del día.
Robert: Sí.
Raúl: Y dices: ¿De verdad la amas? Bueno, para esa persona, sí la ama. Es decir, va a decir que la ama y va a pensar que la ama. Entonces si tú le dices a una persona: con amor se soluciona todo. Va a pensar: «Bueno, entonces yo tengo la vida resuelta porque yo amo a mi pareja», ¡no! ¡Realmente no la amas! «¿Y por qué no la amo?» Bien, no la amas por esto, por esto y por esto. Esas serían las tecnificaciones de las que yo hablo y por eso hablo tan poquito de la palabra amor en referencia a vosotros, porque creo que la palabra amor engloba demasiado y la gente aparte lo justifica todo con el amor, así que me gusta más hablar de cosas más técnicas. Si tú le hablas a alguien de autoestima, no tiene más interpretaciones posibles, solo existe una interpretación de autoestima. Si yo hablo de amor puedo referirme a amor personal, puedo referirme a amor impersonal y para cada persona es una cosa el amor. Tú vas a una persona que tiene pareja -te hago la prueba- y le dices: «Tú no sabes lo que es el amor», y se te va a reír a la cara porque para la gente el amor es discutir 24 horas, desconfiar de la otra persona, quitarle las cosas sin permiso, no tomarle en cuenta cuando tomas una decisión… para la gente es eso el amor.
Robert: Sí, en eso estamos de acuerdo.
Raúl: Por eso creo que la palabra amor no es la más válida para hacer entender a la mayor parte de la gente, la mayor parte de la gente necesita las cosas claras y necesita palabras que no tengan doble aceptación, si no el rol del ego de la persona siempre va a intentar justificarse y siempre va a intentar: «¿Ves? Yo sí que amo por… ¿Ves? Yo sí que…» No, no, no, hablamos las cosas claras, lo que tú tienes es un problema claro de autoestima y ahí no hay otra, la persona lo va a tener que aceptar sí o sí, si tú se lo haces ver y si no lo acepta ya directamente es un cretino y si es un cretino ya directamente no hace falta que lo intentes. Aparte que lo que hemos hablado se lo puedas decir a todos, porque yo creo que la mayor parte de la gente de lo que menos noción tiene es precisamente de lo que tú y yo estamos hablando.
Robert: Sí.
Raúl: Y parece que la gente tenga mucha noción de los planos y otras cosas, pero luego no tienen noción de lo que es realmente importante. Bien, ha sido un gusto la charla, de verdad eh. Creo que ha sido muy instructiva para todos.
Robert: Un placer gigante y me encantó hablar con vos, muchas gracias por prestarte a la charla.
Raúl: Cuando quieras podemos repetirlo. ¡Hasta pronto Robert! Te mando toda mi luz.
Robert: Igual para vos, Raúl. ¡Un abrazo enorme y saludo a todos!