Especificidad en los conocimientos y comunicación

Siempre hemos hablado de lo importante que es el autoconocimiento, pero para ello hemos de poseer conocimientos específicos sobre una materia o una serie de temas que en conjunto nos proporcionen soluciones necesarias y concretas en el día a día.

Bien sabemos, o espero que sepamos, que es imposible para nosotros abarcar el 99,9999…% de la realidad. Es decir, que somos capaces de abarcar un 0,0000…(hasta no sé cuántos ceros)…0001% de lo que hay (existe). Pero que con eso puede ser suficiente, porque no es necesario conocer cada detalle universal al milímetro para cumplir con nuestro objeto espiritual. Si alguno ha conseguido restar algún cero lo podríamos considerar un Maestro en su materia. Y de esto precisamente venía yo a hablar, de materias precisas.

Sabemos que no abarcamos todo, y también sabemos que hay gente que se especializa mucho, o muchísimo, en una materia y se dedica a ello exclusivamente durante una o varias encarnaciones incluso. Por lo tanto, a esa persona es o debería ser a la que deberíamos acudir con toda probabilidad en caso de necesitar ayuda en ese campo que no dominamos como puede ser la Psicointegración, la mediumindad, el deporte, limpiar la casa, la construcción… o cualquier otra cosa que no dominemos.

Entonces pagamos un precio por el servicio (o no) y hay un feedback y un intercambio de energía y procesos. Siempre se paga un precio por todo realmente, nada sale gratis en el fondo, por ello es necesario saber/aprender a invertir (saber invertir tu tiempo, tu dinero, tu todo). Plantar una semilla de conocimiento en los demás sería una buena forma de invertir, por ejemplo, siempre y cuando midamos los riesgos en la inversión. Plantar desdén, envidia y mala sangre no serían formas inteligentes de realizar inversiones. Lo inteligente sería plantar una semilla de paz y amor y regarla cada día, porque cada inversión espiritual retorna de una y otra manera (karma-dharma, «el universo es un espejo»).

Cualquier servicio es un proceso de comunicación necesario, y en él hay un proceso de comunicación entre seres. Servir es una forma de comunicar y comunicar una forma de servir. Aprender y enseñar, ambos son servicio y ambos suponen una inversión en los demás.

Hablando en el buen sentido, claro, porque otra cosa sería aprender/enseñar a cómo cometer actos hostiles de forma más eficaz y realizando el máximo daño posible. Eso no sería una inversión inteligente, porque acabaríamos en números rojos y arrastrando a nuestro alrededor. Aunque luego se reconduzca el flujo, ya que el Padre tiene mecanismos, es innecesario para nosotros buscar ese propósito. Sin embargo, se aprende de la experiencia más que de la teoría.

Finalizando, lo que trato de decir es que el autoconocimiento total es realmente complicado si no acudimos a otras personas que ya hayan recorrido el camino que nosotros buscamos recorrer, y es necesario pedir ayuda para aprender a escalar esos bloques que se nos resisten, esa tarea pendiente que se nos traba y que no podríamos solventar nosotros solitos en un corto período de tiempo. Y eso no está mal, porque pedir ayuda es un acto de humilde inteligencia. Y además, deja que tu hermano te sirva y le estarás sirviendo a él.

Pero una cosa importante a resaltar sería que del mismo modo que no pido ayuda a un médico sobre la mecánica de mi coche, y si se la pido lo tomo con pinzas, tampoco hago caso a un familiar, amigo, tercera persona llamada x (igualmente inexperta en la mayoría de la realidad de la vida y con la cual puedo tener un apego emocional, o no) cuando aconsejan sobre temas personales o hablan sobre la ciencia de las cosas (la ciencia del boca a boca, o su experiencia subjetiva) o cualquier otro tema sobre el que se envalentonen a emitir un juicio con toda la seguridad del mundo. Si fuera tan fácil, ya estaría todo solucionado.

El autoconocimiento total únicamente se puede llegar a alcanzar mediante la ayuda de otros y ayudando a otros.

En este sentido, es importante comentar el tema de la comunicación, uno de los temas clave a la hora de encontrar soluciones, manejar conflictos, aprender/enseñar cosas nuevas y entendernos con los demás y comprenderlos, así como de aprender materias específicas. Una función que nos es dada en nuestra esencia, la de interrelacionarnos con todo lo que nos rodea y comunicarnos de alguna manera con ello.

PAZ.

Adrián (10% de Adiron-El)