Filtra los estímulos

En todo momento y cada vez en mayor medida el ser humano se expone continuamente a estímulos que buscan atraer su atención. Mediante los sentidos somos capaces de percibir nuestra realidad y mediante el sistema nervioso central de procesarla, sacar conclusiones y elaborar una respuesta.

¿Qué son los sentidos?

Los sentidos son el mecanismo de la percepción,​ y permiten percibir (recibir información para poder procesarla) lo que está a nuestro alrededor, así como determinados estados internos del organismo. ​Aunque tradicionalmente se hablaba de cinco sentidos, hoy en día se distinguen más, si bien los investigadores no se ponen totalmente de acuerdo en cuanto a su número y clasificación.

¿Cuál es el problema?

Los sentidos funcionan como antenas. Imagina la antenita de WIFI del enrutador de tu casa. Tiene un límite de alcance, ¿verdad? Imaginemos ahora nuestro sentido del olfato, por ejemplo. Respira, huele lo que hay a tu alrededor. También hay un límite de alcance, ya que no puedes oler lo que hay en la ciudad de al lado.

Pues lo mismo sucede con nuestro cerebro y sus procesos, tiene un límite de alcance de procesamiento. Es importante conocer este límite de alcance en cada uno de nosotros ya que permite establecer metas realistas que somos capaces de alcanzar.

Tenemos unos cuantos sentidos y la información a procesar es demasiada en ocasiones.

Solución

Limita los estímulos que recibes. Evita distracciones. Utiliza tu filtro para limitarte. Dicho de otra manera, aprende a decir no. O dicho de otra, aprender a mejorar tu foco.

Consejo: Sé amante del silencio y ten ratos de soledad para pensar en tranquilidad.

Los sentidos no deben estar saturados

Como hemos dicho, el cuerpo humano es un receptor de estímulos a través de sus múltiples sentidos y siempre está en constante comunicación con su entorno, recibiendo y procesando información. En ocasiones la cantidad de información abruma a nuestro cerebro, teniendo que cambiar constantemente de tarea y perdiendo el foco de atención sobre lo que nos ocupa.

En ocasiones recibimos tanta información que no somos capaces de procesarla y esta se pierde, porque el conocimiento sí ocupa lugar. En ocasiones la información queda ahí, como relegada, esperando a ser ordenada. Además, en las horas «muertas» (que tienen de todo menos de muertas) es el momento en el que el cerebro aprovecha para procesar toda la información que no ha podido procesar hasta ese momento. Millones de bits. Tal vez pueda seguir procesando durante horas y días y semanas y meses y años… No te habías dado cuenta. No te paraste a pensar.

Ni un solo replanteamiento sobre tu vida que te haya llevado a cambiar un hábito. Nunca pensaste que reflexionar sería tan saludable para tu cuerpo.

Por eso, opino que hoy en día carecer de tiempo libre puede ser un grave atentado para la salud, y para la salud social, ya que evidentemente es un problema socio económico que ha de atajarse.

Elige la información que recibes

Un forma de filtrar la realidad es eligiendo los estímulos a los que te sometes, de hecho es la más importante y está íntimamente ligada al concepto de autoeducación o de educación autónoma. Elegir lo bueno, por sobre lo malo.

Ejemplo: No es igual el cerebro y pensamientos de una persona que se limita a ver la televisión, que la de una que lee libros y sale con sus amigos.

Para empezar, porque ver la televisión es un acto que requiere muchísimos menos recursos que leer un libro o establecer relaciones con personas, por lo tanto ese cerebro va generar una mayor cantidad de sinapsis y va a funcionar mejor con las actividades que requieren un mayor rendimiento.

Conclusión

Filtra la realidad. Elige qué es lo que quieres conseguir y síguelo con disciplina. Limítate a la hora de perseguir objetivos, ya que no puedes abarcarlo todo, solo lo que más te importe.

Ordena tu vida, el orden evita que el cerebro tenga que trabajar más de la cuenta y mejora los niveles de estrés.

Ponte metas, decide lo que quieres que te distraiga y lo que no.

Ve al grano y haz las cosas con diligencia. Mejora tu eficiencia y trabaja menos horas.

Busca tiempo libre, exige tiempo libre. Reclama tus derechos.

Atiende a los factores distractores e influye sobre ellos. Ejemplo: Si sabes que los mensajes de móvil te distraen pon el silencio y atiéndelos más tarde cuando termines tu tarea importante.

Filtra los estímulos y mejora tu salud.

Un fuerte abrazo. Adrián