Cómo cuidar el planeta (parte 2)

El consumismo impacta seriamente el ambiente:  implica una mayor extracción de materias primas (recursos naturales) y genera más tóxicos y basura, por eso un tip fundamental para preservar el planeta es:

  1. Sé un consumidor responsable. Consume sólo lo que necesitas y agota la vida útil de los productos, en otras palabras: reduce, reutiliza y recicla.
  2. También se un consumidor responsable de agua. No desperdicies este cada vez más escaso recurso y al mismo tiempo estarás ahorrando energía porque hacerla llegar a tu casa, tratarla y desecharla implica un gasto energético.

Hay diversas prácticas en la agricultura que dañan los ecosistemas como son el uso de agroquímicos y la siembra de transgénicos.

  1. Digamos no a los transgénicos. Ni en nuestro campo ni en nuestra mesa. Opta por productos frescos y naturales.
  2. Cambia el centro comercial por el mercado. Estarás comprando productos más frescos y seguros, sin transgénicos, además de apoyar a productores locales.
  3. Lee las etiquetas de los productos que compras. Si en la etiqueta encuentras alguno de estos ingredientes, cuidado, puede ser transgénico:
    • Soya: en forma de harina, proteína, aceites y grasas (a menudo se «esconden» detrás del concepto de aceites o grasas vegetales), emulgentes (lecitina-E322), mono y diglicéridos de ácidos grasos (E471) y ácidos grasos.
    • Maíz: en forma de harina, almidón, aceite, sémola, glucosa, jarabe de glucosa, fructosa, dextrosa, maltodextrina, isomaltosa, sorbitol (E420), caramelo (E150).
    • Algodón: en forma de aceite proveniente de semillas
    • Canola: en forma de aceite.
  4. Prefiere los productos orgánicos y de comercio justo. Los productos orgánicos respetan el ambiente en su proceso de elaboración y son más sanos y seguros que los procesados de manera industrial. La certificación y denominación de orgánicos reconocida internacionalmente prohíbe la utilización de transgénicos -o derivados de éstos- en los productos de la agricultura y la ganadería. Los productos de comercio justo permiten, además, combinar el cuidado del ambiente con un verdadero empoderamiento de las comunidades campesinas a través de la repartición equitativa de las ganancias y de la toma de decisiones.      La basura que no recibe un manejo adecuado es fuente de contaminación de suelos, agua y aire. Por otra parte el manejo y tratamiento de los residuos requiere mucha energía. Por todo eso, entre menos basura, mucho mejor.
  1. Evita los productos con muchos empaques o envolturas que acabarás tirando.
  2. Lleva contigo una bolsa de tela para que no utilices bolsas de plástico cuando hagas compras.
  3. Separa tus residuos al menos en orgánicos e inorgánicos y si es posible en reciclables (papel, aluminio, vidrio, cartón, tetrapack, etc).
  4. Convierte tu basura orgánica en composta.

La industria química es la fuente más grande de contaminación tóxica y peligrosa. Y muchos de nosotros contribuimos a esta contaminación a través de los productos de esta industria que utilizamos para limpieza, para el jardín, para el arreglo personal, entre otros. El cuidado del ambiente comienza en casa. Aquí te damos algunas recetas que te ahorrarán dinero, son seguras para ti y para el planeta.

  1. Usa menos químicos y aprovecha las bondades de los productos  naturales cada ingrediente se puede encontrar en tiendas, mercados, farmacias, tlapalerías y ferreterías.
  2. Limpia con jabón puro que se biodegrada de manera segura y no es tóxico. Asegúrate de que sea sin esencias, colores sintéticos u otros aditivos.
  3. En lugar de disolventes tóxicos utiliza vinagre (5% ácido acético).  Es un desinfectante suave, corta la grasa, limpia el vidrio, desodoriza y remueve los depósitos de calcio, manchas y acumulación de cera.
  4. Aprovecha el carbonato de sodio. Corta la grasa, quita manchas, desinfecta y suaviza el agua. No debe ser usado en aluminio.
  5. No dejes atrás al bicarbonato de sodio. Trabaja como abrasivo en recetas alternativas, desodoriza, remueve manchas, pule y suaviza telas.
  6. Olvídate de los plaguicidas industriales. Los plaguicidas naturales son más baratos, seguros y específicos.
  • Agua de tabaco: coloca un gran manojo de tabaco en 4 litros de agua caliente. Déjalo reposar por 24 horas. Aplícalo con una botella que tenga atomizador. Esta agua de tabaco puede ser venenosa para los humanos, así que tenla en un lugar seguro.
  • Chiles: Licúa 2 o 3 chiles picosos, ½ cebolla y un diente de ajo en 4 litros de agua, hiérvelos, déjalos remojar por dos días y cuélalos. Rocía esta mezcla en la zona afectada o para prevenir la llegada de nuevas plagas. Puedes congelar esta mezcla para usos futuros.
  • Ajo: Mezcla 4 litros de agua, 2 cucharadas (30 ml) de jugo de ajo (no uses polvo de ajo ya que éste puede quemar las plantas), 30 gramos de tierra diatómita (tierra de infusorios, ver abajo) y una cucharada de alcohol para frotamientos. Esta mezcla puede ser congelada para usos futuros.

Y porque podemos cuidar el ambiente en el día a día, en el noche a noche y hasta donde no nos imaginemos, algunos de nuestros tips consentidos:

Haz el amor, no la guerra.

  1. Hazle el amor ¡al planeta! Que tu sexo sea verde. Usa ecolubricantes. Nada mejor que la lubricación natural. La lengua siempre será un buen instrumento para ello, pero si necesitas usar alguno externo, entonces prefiere los que son de agua. Hoy en día existen muchas marcas que se dedican a la producción de lubricantes de agua, con diversos sabores y aromas. Te recomendamos que nunca uses lubricantes de petróleo, es decir, los de aceite o vaselina, por ejemplo. Emporios como Esso están destruyendo el planeta, pero no permitas que lo hagan a través tuyo y que incluso se metan hasta debajo de tus sábanas.
  2. Diviértete, experimenta, prueba, pero no con petróleo. Si te gustan las emociones fuertes, entonces tal vez hayas intentado alguna vez usar algún objeto, ropa o accesorio de policloruro de vinilo, mejor conocido como PVC o vinil. El PVC genera algunos de los químicos más tóxicos que existen: las dioxinas y los furanos. Por eso el uso de este material en los juguetes de los niños ha sido prohibido en muchos países. El PVC de la ropa y los juguetes sexuales también debe prohibirse, pues este componente está hecho con cloro y otras sustancias consideradas probables cancerígenos, además de que es un derivado del petróleo. Opta por accesorios de sustancias naturales como caucho o látex.
  3. Cama y “spanking” sustentable… placer de tres.  Asegúrate que la madera de la cama en la que duermes y disfrutas del placer en pareja cada noche (al igual que las palas empleadas para el “spanking”) sean de madera certificada y reconocida por el Consejo de Manejo Forestal (Forest Stewardship Council o FSC, por sus siglas en inglés). Seguro tú, tu pareja y los bosques estarán muuuy satisfechos y de paso los miembros de las comunidades que se ven beneficiados por el manejo forestal sustentable.
  4. Hablando de madera y de amor al planeta… cuida nuestros bosques. Apoya el ecoturismo en zonas boscosas y en general el manejo forestal sustentable; no maltrates los árboles y no provoques incendios.

 

Les dejo un gran abrazo, vivan en amor, en respeto, y abracen un árbol. Que la tierra los acompañe.

 

Mauricio Masiello
Mail: mauri.masiello@tetra-el.org

Web: http://www.bramaraz.com