Milagros de Jesús

Se realizaron dos sesiones telepáticas a través de la mediumnidad del director y médium oficial del Grupo Tetra-El, Raúl Caballero, quien canalizó al Maestro Jesús (también conocido como Jesucristo en nuestro planeta) para dar respuesta a una serie de interrogantes  sobre aquellos sucesos conocidos Milagros, una serie de hechos supuestamente sobrenaturales que realizó durante su vida. 

Jesús es el actual Logos Solar, rol que consiste en ser humildemente de guía de todos los seres del Sistema Solar. Su nombre conceptual como espíritu es Ien-El. 

 

SESIONES SOBRE LOS MILAGROS

2 DE ABRIL DE 2020

 

PRIMERA PARTE 

Médium: Raúl Caballero

Entidad: Maestro Jesús (Yeshua Ben Yosef)

Interlocutor: Adrián Tardío

El Maestro explica la importancia del mensaje, de la Palabra, y que el verdadero milagro es el servicio a los demás. Se dan respuesta a algunos de los hechos conocidos como milagros, hechos científicos que no se han podido comprobar.

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 SEGUNDA PARTE

Segunda sesión en la que el Maestro continúa dando explicaciones sobre algunos de los hechos que ocurrieron durante su vida considerados milagros, explicando detalles.

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ENIGMAS QUE SE ABORDARON DURANTE LA SESIONES TELEPÁTICAS 

 

-El gen sanador y la Energía Crística 

-Varios usos de la Energía Crística

-Sanación de la mujer enferma que le toca el velo 

-Sanaciones de enfermos, ciegos, leprosos y paralíticos 

-Resurrecciones de personas 

-Exorcismos

-El aura de Jesús 

-La conversión del agua en vino en las Bodas de Caná  

-La pesca milagrosa tras la charla en la barca de Simón Pedro 

-Freno de una tempestad

-La multiplicación de los panes y los peces

 

MAPA DE LA ÉPOCA DE JESÚS 

 

Mapa época Jesús Tetra-El

 

 


 

 

Los Milagros de Jesús: Primera Parte

 

 

Sesión del 12/04/20

Médium: Raúl Caballero

Interlocutor: Adrián Tardío 

Entidad: Ien-El (Espíritu 100% puro de quien encarnó como Jesús de Nazaret o Yeshua Ben Yosef)

 

Raúl: Bien, estamos grabando una canalización con el Maestro Ien-El, el Maestro Jesús, para este Domingo de Pascua y vamos a comenzar haciéndole algunas preguntas que tiene Adrián esta vez sobre un tema concreto. Vamos a ver… ¿Qué tal Adri, cómo estás? ¿Me escuchas bien?

Interlocutor: ¡Muy bien! Preparado y comienzo leyendo una pequeña introducción, ¿vale?

Raúl: Vale, ¡perfecto! Sí, sí.

Interlocutor: “Los milagros de Jesús son hechos sobrenaturales y se le atribuyen a Cristo en el curso de su vida terrenal, y que han sido recogidos en los Evangelios de Marco, Mateo, Lucas y Juan. Estos milagros se pueden clasificar en cuatro grupos principales: las curaciones, los exorcismos, la resurrección de los muertos y el control sobre la naturaleza. Dichos milagros causaban la indignación de los Escribas y los Maestros de la Ley. Por eso los Escribas Fariseos y otros contemporáneos suyos, los atribuyeron a una confabulación Belcebú. Jesús, se defendió enérgicamente de estas acusaciones. Según los relatos Evangélicos, Jesús no sólo tenía el poder de expulsar demonios, sino que transmitió ese poder a sus seguidores. Incluso se menciona el caso de un hombre, que sin ser seguidor de Jesús, expulsaba con éxito demonios en su nombre. Según Mateo, las ciudades de Corzín, Betsaida y Capernaúm fueron el lugar donde Jesús realizó la mayor parte  de sus milagros. Según Juan, Jesús les pide a los apóstoles que crean por esas obras porque es el Padre Dios quien las realiza en él. También les dice que todo lo que pidan al Padre en su nombre, él lo hará, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.”

En esta canalización trataremos de dar luz sobre algunos de los acontecimientos considerados  “milagrosos” y protagonizados por el Maestro Jesús, gracias a la mediumnidad de Raúl Caballero, Director del Grupo Tetra-El. Gracias por seguir las sesiones y por escuchar los mensajes. ¡Gracias!

Raúl: Perfecto, pues voy a intencionar al Maestro Jesús para empezar.

Entidad: ¡Aquí estoy Queridos Hermanos! Me habéis convocado.

Interlocutor: ¡Hola Maestro! Es un gran honor tenerle entre nosotros y gracias por estar siempre presente. ¿Si quiere realizar alguna introducción?

Entidad: Durante mucho tiempo he intentado hacer hincapié en mis mensajes, en la Palabra, mucho más importante para mí que eso que vosotros llamáis milagros. Comprendo que vuestra finalidad como grupo es desmitificar misterios, ya que éstos realmente no existen, solamente hay una falta de información tremenda, al igual que en  todos estos acontecimientos que se han plasmado sobre mí.

Y sigo, como decís vosotros rompiendo la lanza a favor de mis mensajes.  Creo que el milagro no es en lo que se tiene que dar la persona que los escuche, no en el milagro, no en esa acción para vosotros sorprendente, sino en el mensaje… ¡en la Palabra!

Como he dicho en alguna oportunidad, el auténtico milagro es escuchar al que necesita ser escuchado, dar aliento al que lo necesita, compartir con el que no tiene ¡y ese es el auténtico milagro! Todo lo demás no. No es relevante para nada.

De todas las maneras ya te comento y te introduzco Querido Hermano, que la mayor parte de hechos se han mitificado, referido a los milagros. Porque los milagros directamente no existen, no existen. Lo que existen son hechos científicos que de alguna manera no se han podido comprobar. En gran parte porque no hay la suficiente… la suficiente información como para llevarlo a estudio. Si no algunas de las cosas ya se hubieran desmitificado hace tiempo.

Hay un interés en mitificar mi figura. Pero realmente solo soy uno más, uno más con todos vosotros y así lo fui cuando estuve en vida. Como digo hay mucho misticismo que no es real en torno a esos milagros. Muchas cosas que no son como fueron plasmadas. Y muchas cosas que realmente tienen otro tipo de explicación.

Interlocutor: ¿Se modificaron a lo largo de la historia para mitificarlas?

Entidad: Se exageran… las leyendas se exageran en todas partes, en todo momento, en todo lugar. Tenéis que tener en cuenta que además, en ese tiempo concreto, había una necesidad muy grande de que apareciera un Mesías, de que apareciera el Mesías,  de que apareciera El Salvador, de que apareciera una persona que predicara con la Palabra de Dios. Entonces esa necesidad de encontrar a alguien en quien creer.

Y ese gran estudio que yo había tenido a lo largo de mis años, de esos años que habéis  considerado “perdidos” en los que viajé, en los que investigué, en los que estudié, hizo que muchos de los fenómenos se atribuyeran justamente a eso, a milagros, porque era lo que interesaba creer en el momento. ¡Pero interesaba creerlo inconscientemente también! Había unas ganas muy grandes de creer en algo y de mitificarlo todo. Eso junto con la falta de información y la ignorancia de la época hace que cuando alguien cuente algo, lo cuenta de otra manera, y de boca en boca, al final el suceso va creciendo y se va magnificando.

De todas las maneras, una cosa sí tengo clara. Yo siempre comentaba lo mismo: “Ve y difunde lo que has visto aquí, ve y difunde este acontecimiento, este hecho”. Porque para mí era muy importante, aún yo sabiendo que la mayor parte de las personas que iban a verme no iban a comprender lo que había sucedido, para ellos sí iban a darle una atribución mágica.

Y yo me aproveché de eso Queridos Hermanos… es cierto que yo me aproveché. Pero no me aproveché negativamente hablando: lo utilicé porque pretendía que se difundiera la palabra y sabía que las personas solamente creen en base a cosas que ven con sus propios ojos, como vosotros decís “una imagen vale más que mil palabras”. Y yo hacía, ¡no mil, sino un millón de palabras! pero la gente no lo comprendía. Y cuando veían una de estas cosas, aunque tuviere una explicación y yo sabía que la explicación que ellos le iban a dar no tenía nada que ver con la auténtica, ¡la utilicé a mi favor! ¡Pero la utilicé a mi favor porque era necesario que más personas creyeran en mí para que se difundiera mi palabra!… que al final era la palabra del Padre.

Interlocutor: Según la Biblia, Ud. en varias ocasiones dice que no se lo cuenten a nadie lo que había hecho en ese momento…  algún milagro. ¿Eso es así?

Entidad: Eso pasó pero ocurrió en una minoría de los casos. En la mayoría era yo el que anima que se difundiera porque interesaba. Era en la minoría de los casos y era por situaciones muy concretas.

Interlocutor: ¿De peligro?

Entidad: Por otro tipo de situaciones. Bueno más bien de peligro incluso para con la otra persona. Porque yo sabía que era gente a veces que la iban a perseguir fácilmente porque ya estaban relacionadas con personas de poder y tampoco quería que lo difundieran para que no corriera su vida peligro. O sea que sopesaba muy bien en ese sentido lo que hacía. Y lógicamente que alguna vez me equivocaría porque era humano, pero la mayor parte de las veces yo insistía en que se difundiera.

Interlocutor: ¿Por qué tenía esa necesidad la gente de la época de creer en un Salvador o en un Mesías? ¿Y encarnó Ud. como ese Salvador o Mesías?

Entidad: Yo encarné para difundir la Palabra del Padre. Y como yo ha habido muchos otros Maestros en muchas épocas distintas. Aquel que conocéis por el nombre de Sócrates, aquel que conocéis por el nombre de Platón, aquel que conocéis por el nombre de Siddhartha, han existido muchos Maestros, muchas figuras, anteriores y posteriores a mi. No soy más que ellos… ¡soy Uno más con ellos! Y la gente tenía esa necesidad de creer por la opresión del pueblo Romano y esa opresión era algo… piensa que en la época había una cantidad de pobreza enorme y que la desigualdad social era muy grande. Y el pueblo Judío necesitaba creer en algo.

Interlocutor: ¿Y Ud. estudió las obras de Platón y Sócrates, no?

Entidad: Yo estuve en Grecia, yo estuve en la India, yo estuve en muchos lugares y lo sabes Querido Hermano, y estudié todas las obras, todas… absolutamente todas. Yo era muy aficionado a la filosofía, pero no sólo a la filosofía. Durante todo ese tiempo estudié medicina, medicina de la época… pero ¡medicina! Y me sirvió para muchas de las cosas vas a decir después.  Estudié muchísimas de las cosas, estudié agricultura, estudié pesca, estudié astrología, estudié muchas cosas, muchísimas cosas…

Interlocutor: Todo lo que tenía a mano lo estudiaba…

Entidad: ¡Todo… porque era un apasionado! Simplemente hay una diferencia entre yo y los demás: No es que yo fuera más… es que yo era más curioso… ¡muy curioso! Y pasé toda mi vida leyendo, investigando ¡hasta que llegó el momento de difundir lo que había aprendido! ¡Y lo difundí de la manera que yo creía que se iba a comprender mejor en forma de parábolas! Hoy no valdrían esas formas. Habría que hacerlo de otra manera todo. ¡Y está bien que así sea! ¡Está perfecto!

Por ejemplo, una vez tu me preguntaste si yo podía hacer mediumnidad. ¡Y claro que hubiera podido hacerlo! Pero no era lo que se buscaba en la época: no me hubieran creído. ¡Lo que se necesitaba era Obra! ¡Obra quiere decir que yo me moviera, que yo caminara, que yo peregrinara por todos los lugares, que yo pasara hambre, ¡porque yo pasé hambre!… y que yo aguantara todas esas penurias pero difundiera la palabra y predicara con el ejemplo!  ¡Esos milagros que tu comentas, no son más que Obras! Obras que son necesarias para acompañar esa misión.

Interlocutor: ¿La mediumnidad la aprendió por Ud. mismo o la aprendió de algún Maestro?

Entidad: Aprendí a meditar durante mucho tiempo, durante las eras, durante las épocas, en los distintos lugares en los que estuve, sobre donde estuve en el Nepal… practiqué mucho todo lo que tenía que ver con la meditación, el encuentro conmigo mismo, con mi ser, y ahí es donde me contacté muchas veces con el propio Thetán.

Interlocutor: Está bien. Como pregunta introductoria a los milagros y para rememorar un poco sesiones anteriores, Usted mencionó que poseía en vida un gen sanador. ¿Este gen sanador especial es algo que muy poquitas personas tienen?

Entidad: En realidad Querido Hermano, hay tres genes, tres genes… de los cuales dos genes, relacionados con la sanación digo.  Todo humano ya posee dos genes relacionados con la sanación. ¡Por eso cada uno de vosotros que sois creadores y que podéis sanar tenéis la facilidad para sanar las auras de los demás! Vosotros conocéis ejemplos en vuestro grupo de personas, que sin tener ese tercer gen activo son capaces de aliviar dolencias a través del campo áurico. Lo que ocurre es que todas las personas tenéis ese tercer gen… todas las personas tenéis tres genes sanadores, pero sólo hay dos activos y el tercero no siempre se activa. Hay momentos  que se activa …  hay veces que se activa en el nacimiento y hay veces que se activa más tarde.

Interlocutor: ¿Una vez activo quedaría activo?

Entidad: ¡Sí, así es! De hecho yo lo tenía activo y es cierto que no aprendo a utilizarlo…

Interlocutor: ¿Ud. ya nació con él activo?

Entidad: Sí con él activo, pero no aprendo a utilizarlo hasta que no tomo la Energía Crística en el Bautismo.

Interlocutor: ¿Ese gen se activa de alguna manera?

Entidad: Hay que entender una cosa. Fíjate. Hay una cosa muy importante. Ese gen en realidad no tiene una manera de activarse. Se activa en función a la misión incluso de la persona, o sea, a nivel genético, es una de las particularidades específicas.

La persona tiene que ser especialmente sensible para lograrlo. Y lo que yo quería decir es que, fíjate, que yo tenía ese tercer gen activo y cuando aprendo a dominarlo … hay una cosa que es fundamental en esto y es que la persona que tenga ese tercer gen no va a lograr hacer grandes sanaciones si no tiene confianza plena en sí mismo. O sea una persona que no confíe en sí mismo, que no crea que es capaz de hacerlo,  ¡no lo va a hacer ni siquiera teniendo ese gen activo!

Interlocutor: ¿Ud. en vida era conocedor de que poseía ese gen? ¿O a partir de cuándo fue conocedor?

Entidad: En realidad nunca fui conocedor de que tenía ese gen sino que en el momento del Bautismo, en el momento en que tomo la Energía Crística me doy cuenta y soy consciente de que puedo hacerlo… de que puedo sanar. Soy consciente, ¡tengo plena seguridad y confianza en mí mismo! ¡La confianza que yo tuve en el momento de la Iluminación fue total! ¡Sabía que era capaz de lograr cosas que antes ni siquiera pensaba!

Interlocutor: Ese gen… ¿es algo que… cómo se desarrollaría esa sensibilidad para conseguir eso… es algo que se realiza… Ud. ha dicho que no hay ninguna manera ¿no? pero…  ¿es algo que se puede realizar profundizando en uno mismo, por ejemplo?

Entidad: Está claro que la persona que se dedique más a cultivarse, a meditar, a conectarse, tiene mayor facilidad de activación. Pero no lo es todo. De hecho es una parte muy, muy leve.  O sea hay mucha importancia en que la parte espiritual haga un click para que eso se conecte. Y eso muchas veces no va de la mano con el trabajo de uno. Y también tiene que ser una persona que esté muy, muy libre de Ego o que tenga el Ego muy, muy, muy purificado, porque es la única manera de que la persona en ese momento al pensar en el otro “prioriza” al otro. ¡Ese gen sirve para el otro! ¡Tiene una utilidad total y absoluta para el otro!

Interlocutor: Por lo menos para usarlo voluntariamente ¿no? Porque a lo mejor inconscientemente en ciertos momentos de lucidez…

Entidad: Si pero fíjate… Yo no tenía idea de ese tercer gen… porque no sabía de genética.

Interlocutor: Profundizando en un tema de la sesión sobre el Bautismo, ¿Qué fue lo que percibió al recibir la Energía Crística y qué acciones se vio capaz de realizar a través de la misma a partir de ese momento?

Entidad: Simplemente me di cuenta de que era capaz de lograr cosas que antes no… Me di cuenta que no tenía que rechazar el amor personal, pero por otro lado me di cuenta que el amor impersonal era mi camino… Me di cuenta que con el amor impersonal era capaz de ayudar a muchísima gente. Si yo me vacío y doy todo por el otro con todo mi amor ¡sé que soy capaz de mover montañas como vosotros decís!… ¡Entonces yo sabía que era capaz de hacer muchas cosas por el otro!

Ten en cuenta Querido Hermano, que el gen lo que hace realmente es que interactúa directamente a través de la Energía Crística con el campo áurico de la otra persona: cuando el campo áurico de la persona, todos tenéis un campo áurico, cuando el campo áurico de la persona se debilita es más propenso a contraer todo tipo de enfermedades. Se enferma el aura y es capaz de contraer por ejemplo virus o bacterias mucho más fácilmente. En el momento en el que se aumenta ese campo áurico con el gen sanador, se potencia de tal manera, que es el propio campo áurico de la persona que activa las defensas y consigue vencer la enfermedad.

Entonces gran parte del secreto tiene que ver con eso, con el campo áurico. ¡Pero hay muchas maneras de tocar el campo áurico! Por ejemplo se que hace muy poco un Hermano mío hablaba del efecto placebo. ¡Fíjate que el efecto placebo tiene mucho que ver con muchas de las sanaciones que yo realicé!….¡con muchísimas!

Por ejemplo el efecto placebo es capaz de eliminar incluso un tumor en ¡muy poquito tiempo! ¡en días o semanas! ¡en muy poquito tiempo! Porque en el efecto placebo lo que hace  la persona es que conecta inconscientemente ¡y es capaz incluso hasta de conectar con la Energía del Padre que es mucho más intensa y mucho más pura que la Energía Crística! Y directamente es capaz de autosanarse muchísimos problemas. ¡Pero no es que el gen sanador sane realmente, no es que la Energía Crística esté sanando!: ¡sana la propia persona cuando tiene el campo áurico bien! Lo que hace es que la Energía Crística en conjunción con el gen sanador es revitalizar ese campo áurico.

Fíjate que hay incluso ejemplos: este Querido receptáculo y Querido Hermano, ha llegado a revertir tumores en poquitos días, ha llegado a… incluso poquitas horas… ha llegado a revertir un problema de choque séptico provocado por una bacteria en una persona ¡en apenas pocas horas! ¿Pero entonces quiere decir que este receptáculo…? ¡No es el receptáculo… no es el receptáculo! Es la persona que estaba muy, muy enferma, quien al saber que se le habían hecho unas sesiones y también como esas sesiones habían eliminado Engramas, al eliminar Engramas, el 90% automáticamente refuerza el campo áurico físico de la persona, del 10%. ¡Es ese campo áurico, es esa persona, además potenciado por ese efecto placebo, el que directamente vence la enfermedad, vence la bacteria! Entonces no es que mi receptáculo lo haya salvado. ¡No lo es! ¡Se salva la persona a sí misma!

Pero es verdad que mi receptáculo actúa como un intermediario como lo ha hecho también como digo, revirtiendo tumores, o como también lo ha hecho ayudando a mejorar, clínicamente demostrado, neuronas de las personas que están afectadas por cortocircuitos, enviando Energía Crística. ¡Claro! ¡Está perfecto! ¡Está perfecto eso! ¡Pero es la persona la que se está mejorando a sí misma! ¡Ni el receptáculo, ni yo ni nadie no tenemos potestad de hacerlo si la persona no quiere… si la persona no cree! Por eso cuando yo decía tantas veces “¡Ten fe y te sanarás!”: ¡estaba refiriéndome al efecto placebo!

Interlocutor: ¿Eran sanaciones genéricas o podría hacer foco sobre algún problema concreto, simplemente con la sanación del aura general ya componía lo demás?

Entidad: Se puede, se puede focalizar, pero igualmente el aura es potenciada por la Energía Crística.

Interlocutor: ¿Y Ud. canalizó o sabía ó conocía, todos los usos que podía darle a esa Energía Crística o lo fue descubriendo?

Entidad: No, no lo sabía tampoco. ¡Simplemente en el momento sentía que era capaz de hacer algo, y lo hacía!

Interlocutor: ¿En vida Ud. practicaba la imposición de manos en sus sanaciones?

Entidad: Sí, digamos que era una manera de poder trasmitir esa Energía Crística.

Interlocutor: ¿Y a distancia no lo hacía también?

Entidad: No a distancia nunca lo hice.

Interlocutor: ¿Siempre tenía que estar presente en las sanaciones?

Entidad: Sí, así es.

Interlocutor: ¿Y todas las sanaciones que se realizaban era Ud. haciendo de canal de la Energía Crística?

Entidad: Sí, así es también.  Todas las que fueron de intermediario directo yo, sí.  Insisto, ¡muchas personas sanaron por su propia fe!

Interlocutor: Aha. Luego si quiere  concretamos un poquito. ¿La aureola…?

Entidad: Luego concretamos, luego concretamos…

Interlocutor: Como últimas preguntas de esta parte de la sesión… ¿La aureola dorada con la que se lo dibuja a Ud. en muchísimas pinturas fue real en vida? ¿Eso lo podían percibir algunas personas?

Entidad: Fue real, fue real. Hubo personas que lo podían visualizar, fueron personas muy concretas pero que lograron visualizar esa Energía. Actualmente, fíjate, es muy difícil tener ese gen sanador activo. Actualmente apenas hay cinco personas en el planeta que tengan ese gen sanador activo. Entre ellas, una de ellas es este Querido receptáculo, este Hermano mío, que lo activó no hace mucho tiempo. Pero no se lo cree, o sea no tiene la fe, no tiene la seguridad que yo tenía, y es imposible que logre hacer cosas que yo lograba hacer.

Interlocutor: ¿Podría saber que otras personas también lo poseen activo?

Entidad: No, no es importante ese detalle. Me gustaría salvaguardar intimidades. Sólo quería decir eso por ahora, introductoriamente. He dado mucha información sobre los milagros, sobre cómo reaccionan y cómo ¡No son milagros… no son milagros!

Luego concretaré en algunos detalles específico y vas a ver cómo todo tiene una explicación, créeme. ¡Gracias Querido Hermano! ¡Te envío toda mi Luz Crística!

Interlocutor: ¡Muchísimas gracias Maestro!

 

 


 

 

Los Milagros de Jesús: Segunda Parte

 

 

Raúl: Bien, estamos con esta segunda canalización con el Maestro Jesús para el Lunes de Pascua. Vamos a intentar retomar donde lo dejamos en la canalización anterior. ¿Qué tal, Adrián?

Adrián: Muy bien. Vamos a hacer esta segunda parte con preguntas más concretas sobre algunos milagros.

Raúl: Algunos. Vale, perfecto. Los que se queden pendientes para el año que viene continuamos. ¿Vale? Perfecto. Vamos a canalizar al Maestro Jesús.

Maestro Jesús: Gracias, otra vez, por esta nueva oportunidad de expresarme.

Adrián: ¿Qué tal, Maestro? ¿Preparado para la nueva tanda?

Maestro Jesús: Sí, siempre y cuando señalemos como importante que los milagros no existen, solamente una falta de información muy grande que, sobre todo en la época, hizo exagerar todo mucho más. Pero no existen los milagros, para nada. Todo tiene una explicación científica. Lo que ocurre, como digo, es que en una época en la que muy poca gente era culta yo me había formado durante mucho tiempo y tenía una información que otros no tenían.

Adrián: Y todo es ciencia porque Eón es un ser lógico, ¿no?

Maestro Jesús: El Padre es matemático, es matemático. Y todo es ciencia por el simple hecho de que todo se puede explicar, todo. No hay que no tenga explicación. Otra cosa es que vosotros pretendáis querer saberlo todo, con vuestra bajísima capacidad conceptual. Porque todos tenemos baja capacidad conceptual, también los espíritus. Tampoco podemos saber todo los espíritus. Te escucho con las preguntas, querido hermano.

Adrián: Está bien, vamos a continuar y sin querer parecer redundante con esta pregunta: ¿Cuándo comenzó a utilizar usted las dotes de sanación voluntariamente?, ¿y cómo aprendió, realmente?

Maestro Jesús: Lo improvisé, no es que aprendiera. Lo que aprendí durante mis tiempos atrás fue a captar energía, pero en ningún momento fue algo… Fue algo, como digo, improvisado. Lo que hacía era que cuando veía necesario, cuando creía que tenía oportunidad de ayudar a alguien entonces le tendía una mano, literalmente.

Adrián: ¿Estas curaciones que realizaba se producían de forma instantánea?

Maestro Jesús: No, para nada, para nada. Todo eso lo han tergiversado y exagerado mucho vuestras escrituras. Todas tenían un tiempo: prácticamente algunos días, algunas semanas en algunos casos. Pero para exagerar todo mucho más, como dije, cuando va de boca en boca todo se exagera mucho más y se crea una fantasía mítica.

Adrián: ¿Pudo realizar alguna sanación o resurrección o algún milagro a distancia, a kilómetros, digamos?

Maestro Jesús: No, no, no. No.

Adrián: ¿Con la Energía Crística era capaz de eliminar patógenos tales como virus o bacterias que generasen enfermedades directamente, o era por la potenciación del aura?

Maestro Jesús: Realmente… claro, es eso segundo realmente. No era yo el que eliminara ningún virus ni ningún patógeno, sino que es el sistema inmune de la persona con esa aura potenciada el que luchaba contra la enfermedad.

Fíjate que hay una cosa que no aparece en vuestras escrituras, que es todas aquellas personas a las que yo intenté salvar y que no pude. Porque yo era humano, y no pude. Pero las escrituras están escritas por personas a las que le interesa potenciar mi figura y no van a ensalzar mis defectos o mis errores. Intenté en muchas oportunidades cosas que no logré, no logré porque la persona no tenía fe, porque la persona no creía; o porque la enfermedad que tenía era mucho más importante y no era reversible.

También es cierto que me ayudaban mis conocimientos de medicina que tenía para saber si la enfermedad que tenía era superficial o no, y si tenía posibilidad de ser salvado. Por ejemplo una de las primeras cosas que hacía era mirar, cruzar la mirada con la persona enferma, y si de verdad veía que tenía fe y veía que la enfermedad –en un diagnostico simple, por encima, externo- veía que no era nada grave sabía que se iba a salvar. Pero había ocasiones en que sabía que la enfermedad era demasiado grave o veía que la persona no tenía fe y sabía que no lo iba a lograr, y directamente a esas personas no lo intentaba, para no enseñar demasiados defectos, demasiados errores a mis seguidores. Porque la fe es débil y se quiebra rápidamente. Y por eso cuando intentaba de alguna manera, si veía que no tenía manera no intentaba sanar. Pero aun así algunas ocasiones me equivoqué.

Adrián: ¿Para conseguir la fe tan sólida que usted consiguió en vida, qué se necesitaba? ¿Conocimiento, experiencia, base de datos?

Maestro Jesús: La Iluminación, eso se necesitaba. Te lo aseguro querido hermano que una vez entras en esa ola de Iluminación, en ese bautismo que tuve cuando tomé la Energía Crística, ese momento fue para mí revelador.

Adrián: Está bien. Maestro, en cuanto a las sanaciones de ciegos, leprosos y paralíticos, y de muchos otros enfermos y enfermas en general, ¿Qué nos podría comentar? ¿Había diferencia en cuanto a cómo ayudaba a unos u a otros, o todo era uso de la Energía Crística?

Maestro Jesús: Os podría comentar, fíjate, que no sané a tantas personas, no sané a tantas personas. No lo hice, había muchas personas que no estaban enfermas realmente. Había personas que realmente venían con lepra, y no tenían lepra realmente. Lo que había era una falta de higiene tan grande, tan grande, tan grande en la época, que había personas que estaban directamente carcomidas por insectos, que estaban llenas de piojos, y directamente les mandaba que se asearan, que tuvieran una higiene, que se lavaran. Y de repente veían que se habían curado, y yo les decía: “Te vas a curar, ve y límpiate, limpia tus pecados, límpiate”. Y la persona de repente estaba bien, y no tenía ningún tipo de enfermedad.

Había mucho desconocimiento y mucha ignorancia también en la época. Aparte, gracias a que yo había estudiado tiempo atrás, yo por ejemplo sabía que la lepra no se podía contagiar con el tacto con la otra persona, cosas que los demás no lo sabían. Mis seguidores me decían: “¡No, pero cuidado Maestro, no lo toque, es leproso!”. La lepra era una auténtica plaga, incluso en épocas posteriores a lo que yo estoy comentando la lepra se la temió muchísimo. Y en cambio yo era capaz de tocarlos sin ningún tipo de problema y mis seguidores se tiraban de los pelos, literalmente. “Confía en mí, ten fe en mí”. Se pensaban que yo era inmune, o qué sé yo, y no tiene nada que ver. Se trataba simplemente de que yo tenía conocimiento, y de la misma manera pude estudiar con los mejores en muchísimas materias. Al saber de medicina sabía, como digo, de enfermedades. Muchos no tenían lepra, como digo.

Había personas que venían paralíticas y realmente no estaban paralíticas, sino que eran presa de enfermedades psicogénicas que son enfermedades engrámicas, que de alguna manera son potenciadas por su mente. Entonces directamente yo sabía que tenían la capacidad para vencerlas con su fe. No eran personas tan paraliticas, tenían alguna parálisis parcial o concreta, pero no es todo tan exagerado como se cuenta.

Adrián: ¿Y esas mismas personas lo exageraban, y por eso estaban tan mal?

Maestro Jesús: Muchas sí, lo exageraban, porque eran enfermos imaginarios. Con sus engramas era como que se agravaban las enfermedades y muchos simplemente necesitaban fe: en el momento en el que creían que podían caminar de repente caminaban. Entonces, yo les decía “levántate y camina”, pero porque me daba cuenta de que la persona no tenía una enfermedad real, porque me daba cuenta que además la parálisis era parcial, no era una parálisis como las que nos han contado, no tiene nada que ver tampoco con eso.

Y lo mismo con los ciegos. Había ciegos que no estaban ciegos, lo que tenían era una falta de visión parcial debido a problemas en la córnea, o cualquier cosa que con la Energía Crística directamente les mejoraba y esa vista que tenían mínima, reducida, de repente aumentaba claridad. Pero… o muchos directamente tenían suciedad y los mandaba a limpiarse los ojos, y directamente empezaban a ver, pero era un tema de higiene.

No sané a tanta gente como la que se dice. La mayor parte de gente eran personas con patologías o bien imaginarias, o bien era simple tema de higiene.

Adrián: Entonces, para que quede claro: ¿Ningún paralítico real fue sanado?

Maestro Jesús: Sí, sí fue sanado, fue sanado. Pero eran parálisis parciales, parciales.

Adrián: ¿De por ejemplo?

Maestro Jesús: Hubo un par de personas con parálisis parciales en una pierna, y en otro caso en las dos piernas, que logré con la Energía Crística y lógicamente con ese efecto placebo –que yo llamaba fe- revertirlo. Pero en muchos otros casos, como digo, no eran parálisis. Ni siquiera eran prácticamente reales, eran imaginarias: la persona se creía directamente que estaba mal.

Era una época, además, muy exagerada en cuanto a enfermedades. La gente tenía mucho miedo, se exageraban las hipocondrías; las enfermedades psicosomáticas, por ejemplo, que son las enfermedades que son reales pero que son agravadas por la hipocondría. Había de todo.

Adrián: ¿Y en cuanto a la lepra se aplicaría lo que se ha comentado antes?

Maestro Jesús: Sí. Se pueden llegar a revertir algunos patógenos con la Energía Crística, sobre todo con el aura de la persona. Así es. Pero solamente ocurrió un par de veces y fue más mérito suyo que mío, como digo. Y no fue de golpe, sino que fue con las semanas que el leproso recuperó, y luego cuando lo vieron bien se acordaron del contacto que tuvieron conmigo y me lo atribuyeron, y entonces empezaron a decir que fue de golpe y súbito, y no tiene nada que ver. Hay mucho misticismo en esto.

Adrián: Ajá. Uno de los milagros que comenta en Mateo 9:20-22 y dice así: “Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora”. ¿Qué sucedió, qué problema tenía la mujer?

Maestro Jesús: La enfermedad se llama menorragia. Tiene que ver con un problema menstrual y que provoca sangrados mucho más excesivos y recurrentes. Y yo no hice nada; muchos de esos problemas menstruales tienen que ver con el estado de ánimo de la persona, del distrés en el que se encuentra… son problemas emocionales. Esa persona se encontraba tan agitada porque su fe era tal, se notaba tal agitadas simplemente con haber podido rozar mi manto, que ya directamente se recuperó.

Adrián: Por placebo.

Maestro Jesús: Sí, así es.

Adrián: ¿No tuvo contacto con Energía Crística al tocar su manto?

Maestro Jesús: No, no, no. Para nada.

Adrián: ¿Tendría que haber tocado directamente? O sea, necesitaba el tacto para conectar con la Energía Crística.

Maestro Jesús: Sí, pero directamente este tipo de problemas menstruales tiene que ver siempre con el estado de ánimo de la persona y con aspectos emocionales. Fue ella que se sintió tan contenta; fijaos cuando vosotros le pedís un autógrafo a un jugador de futbol. Para la época y para muchos yo era lo máximo, entonces era como que al simple contacto conmigo se agitaban de una manera tremenda.

Adrián: La euforia le salvó, se podría decir.

Maestro Jesús: Claro, esa euforia. Esa euforia era la que revertía muchos de los problemas de las personas a las que le ocurrían: personas que estaban a mi lado y simplemente me tocaban y de repente sanaban de algo; o personas que les pedía que por favor les ayudara y simplemente se curaban ellos mismos. La mayoría de veces era así.

Adrián: ¿Un porcentaje se puede decir?

Maestro Jesús: Un 75%, 80% de los casos fueron así.

Adrián: Según los escritos Jesús obró tres resurrecciones más la suya propia: Una a una niña de 12 años que Jesús afirmó que no estaba muerta, sino solo dormida; otra al hijo de la viuda de Naín; y otra a Lázaro de Betania, que ya se comentó por el propio espíritu de Lázaro en canalización con Raúl también. ¿Llegó usted a resucitar o a reanimar de muerte a estas personas?

Maestro Jesús: Reanimar, porque ni siquiera están muertas realmente; reanimar, como mucho. O incluso en un caso en el que directamente no estaba muerta, estaba literalmente dormida. Pero la gente, fíjate, tenía muy poca noción de la muerte. Ahí era habitual en la época deshacerse de cadáveres, enterrar a cadáveres que estaban vivos, personas que estaban vivas todavía pero que por algún motivo habían colapsado.

Adrián: ¿Estaban en coma?

Maestro Jesús: Habían colapsado. Yo lo hacía mucho, habitualmente cuando me pedían este tipo de cosas lo que hacía era: -Esperad-. Y mientras yo conversaba y trataba de paliar el dolor de esas familias esperaba un tiempo prudente, y muchas veces eran las personas mismas las que reanimaban. No reanimaban como dicen las Escrituras, no es que de repente ya se encontraran bien; simplemente abrían los ojos, pero se encontraban mal todavía. Y solamente su fuerza hizo que se salvaran algunas. Otros, con el tiempo, terminaron empeorando la enfermedad y terminaron sucumbiendo.

Adrián: Y en el caso de esta niña, ¿usted intuyó que estaba bien, o lo percibió, lo vio?

Maestro Jesús: Tenía mucha idea de medicina y sabía cuándo estaba muerta y cuándo no.

Adrián: ¿Le tomó el pulso, le vio la respiración?

Maestro Jesús: Sí, así fue. Las dos cosas. Y la gente me decía que estaba loco, que estaba muerta, que cómo podía decir eso. Estaba viva, lo afirmo contundentemente. Se había desmayado, había perdido el conocimiento, pero estaba viva.

Adrián: ¿Y en los otros dos casos sí qué hubo reanimación?

Maestro Jesús: Sí, hubo reanimación.

Adrián: ¿Pero mediante la Energía Crística o con una reanimación…?

Maestro Jesús: Mediante la Energía Crística, directamente.

Adrián: ¿Y usted qué hizo en esa reanimación, le puso las manos?

Maestro Jesús: Le puse las manos y traté de aumentarle su campo áurico que prácticamente estaba ya al mínimo, y esa descarga de energía provoca que la persona recupere el pulso.

Adrián: ¿Similar a una desfibrilación?

Maestro Jesús: Sí, muy similar a los aparatos que hoy utilizáis en vuestra medicina, pero no necesitaba aparto alguno. De todas maneras fueron algunos casos, hubo algunas otras personas que no reanimaron, y esas no os las cuentan; como también había, como digo, un par de personas que directamente colapsaron y con el tiempo concreto ellas solas abrieron los ojos.

Adrián: ¿Pero en esa imposición de manos se notaba como una descarga eléctrica?

Maestro Jesús: Fíjate si la gente tenía fe, que directamente yo estaba consolado a las familias, “No os preocupéis, dejádmelo a mí”; yo estaba intentando hacer tiempo porque sabía que en muchos de estos casos las personas estaban vivas todavía, y se las enterraban vivas. Muchas veces no esperaban, entonces directamente la persona abría los ojos –el paciente, el enfermo– y como yo estaba ahí ya me atribuían a que había sido yo el que había hecho algo, solo con mi presencia: “¡Oh, señor, gracias a que usted ha venido se ha salvado mi hijo!”.

Adrián: ¿Cuántas personas reanimó a lo largo de su vida?

Maestro Jesús: Fueron 6 personas.

Adrián: ¿Reanimaciones directamente, no?

Maestro Jesús: No. 6 personas refiriéndome a lo que vosotros habláis de resurrección o resucitación, pero directamente reanimar apenas fueron 2 personas… reanimar… 3 personas. Reanimar por Energía Crística solo fueron 3

personas. Las otras 3, no.

Adrián: ¿Y las otras conocían un método de resurrección?

Maestro Jesús: Fue natural, como estoy diciendo. Yo no tuve que intervenir.

Adrián: Ah, vale. ¿Cómo lo hacía, ponía sus dos manos en el tórax de la persona?

Maestro Jesús: Sí, o un poco separadas, simplemente tocando el aura.

Adrián: ¿También lo realizó con animales?

Maestro Jesús: No, no, nunca. Y es verdad que se nota como una descarga. En ese momento es muy similar a la desfibrilación.

Adrián: Bien, como una descarga eléctrica. ¿A qué edad fue la primera vez que reanimó con Energía Crística a una persona?

Maestro Jesús: 32 años.

Adrián: Por otra parte, ¿Es verdad que realizaba exorcizaciones a personas endemoniadas?

Maestro Jesús: No, la mayor parte de personas tenían ataques epilépticos, simplemente eso.

Adrián: ¿Y la epilepsia la curaba con la Energía Crística, o no?

Maestro Jesús: No, directamente la mayor parte al verme era tal la euforia que sentían que terminaba el ataque y entonces me lo atribuían a mí, nuevamente, pero nada que ver. Y muchas otras personas luego continuaban teniendo ataques epilépticos con el tiempo, pero ya lo que se quedó en la imagen pública es esa persona retorciéndose en el suelo, y cómo mi presencia hizo que parara ese ataque, y ya empezó a correr la voz. No tiene nada que ver con demonios. Aparte, los demonios no pueden poseer a nadie si la persona no lo permite.

Adrián: ¿Pero esto le ocurrió alguna vez en su vida, vio alguna persona que permitiese ser poseída y usted la ayudó?

Maestro Jesús: No, muchas personas incluso no tenían ni siquiera ataques epilépticos sino que lo que tenían era rebrotes de roles del Ego y yo lo que hacía era calmarlos, les calmaba esos roles con amor y con tranquilidad: “Yo te escucho, hermano, libérate de tu pecado”; y directamente la persona sanaba. Pero no era que sanaba, sino que le calmaba los roles en ese momento. Era como Psicointegración, diríais vosotros.

Adrián: Ajá. Hubo personas que decían expulsar demonios en su nombre.

Maestro Jesús: Nada que ver.

Adrián: Nada, pero nada que ver, ¿no?

Maestro Jesús: Nada que ver. Había personas, como digo, que tenían muy mala opinión sobre mí y se decían muchas cosas de forma muy reactiva. En aquella época una persona muy reactiva ya era un problema, una persona con un problema de hiperactividad, un trastorno de cualquier tipo mental y todo eso se junta con tener una mala opinión mía, y como están blasfemando contra mí y creían que yo era el único hijo de Dios le daban todo un halo de misticismo alrededor.

La gente necesita creer en demonios, porque necesitan creer en ángeles. Es así. Si no existe el demonio no puede existir el ángel. Para la mente de las personas… la mente de las personas es bipolar, está repartida: para existir el bien tiene que existir el mal; sólo puede existir mí Padre existiendo Lucifer, que no tiene nada que ver, no existe esa figura.

Adrián: No creían en sí mismos, ¿no? Sino que creían más en agentes externos que les dieran las cosas y no en sí mismos para ir a buscar las cosas.

Maestro Jesús: La gente era… no sé si decir muy cómoda, porque hasta cierto punto me parece más cómoda la gente hoy, que teniendo internet y teniendo todo lo que vosotros tenéis de tecnología, pues todavía continúan buscando temas externos que justifiquen cosas. En aquella época por lo menos era más un tema de falta de información y de ignorancia, más que otra cosa.

Adrián: Bueno, hoy también hay mucha falta de información y de ignorancia a pesar de que hay tanta información, ¿no? Porque la gente no busca.

Maestro Jesús: Sí, pero tenéis una cantidad de información que ya me hubiera gustado a mí tenerla en aquella época, con lo curioso que era.

Adrián: La verdad es que la diferencia de información que hay ahora es muy diferente, mucho más. ¿En el suceso conocido como el Milagro de las Bodas de Caná donde se dice que usted convirtió el agua en vino, qué ocurrió?

Maestro Jesús: No, no. No ocurrió nada de todo eso. Simplemente es un tema que no existe en sí, no tiene sentido ese episodio. Yo, directamente, cuando se quedaron o nos quedamos sin vino lo único que les propuse… sólo hice una proposición y ya está, solamente les dije que dentro de las vasijas había mosto que había quedado de la uva, y de alguna manera yo sabía, simplemente dije que llenaran las vasijas con agua y luego removieran bien el mosto y de esa manera quedó nuevamente vino. Hay que tener en cuenta que era una celebración muy importante, con muchísimas personas, y de alguna manera se quedaban muchas restas, muchas sobras siempre, del vino en las vasijas, en el fondo. Entonces juntando todo esto y vertiendo agua… Aparte la parte que quedó era lo que le daba más sabor, hizo un vino mucho más espeso, y por eso parecía que el vino era de mejor calidad. Realmente era de mejor calidad, pero simplemente vi eso y comenté lo que tenían que hacer, yo ni siquiera hice nada, lo hicieron ellos, la gente que preparaba esto, los dueños de la casa. Y como yo estaba cerca y yo lo sugerí, pues, dijeron que había convertido el agua en vino, pero no, era vino, seguía siendo vino.

Adrián: Vaya, pues fue una exageración porque quedó escrito como Milagro, no quedó escrito como sugerencia.

Maestro Jesús: Como digo, allá por donde yo pasaba se exageraba todo. Ellos pensaron, pensaron de verdad que era un milagro, se lo creyeron de verdad.

Adrián: Pero los apóstoles creyeron que fue un milagro.

Maestro Jesús: Sí, sí, sí, totalmente, todo el mundo. En esa celebración era muchísima gente, piensa que se pudo incluso hacer 20 litros de vino más, de todas las restas que habían quedado, todas las sobras. Eran muchísimas vasijas y muchísimas personas y habían quedado muchas sobras, era una barbaridad. Y pensaron que yo había hecho un milagro, y yo no había hecho nada.

Adrián: Y lo creyeron sin más, no le preguntaron cómo lo había hecho o algo así.

Maestro Jesús: No, no, no, para nada. La gente no preguntaba, la gente no tenía curiosidad. ¿Aparte cómo le iban a preguntar al Hijo de Dios? No le iban a preguntar nada, a mí no me preguntaba nadie nada, me tenían un respeto gigante. Era todo muy deificado, muy divinificado, ¿no? No me preguntaban nada, directamente todo lo atribuían a algo divino que solamente yo podía saber. ¿Cómo ellos, que eran simples mortales, podían saber algo divino? Eso pensaban ellos en sus cabezas, no tenía nada de divino. Se trata de tener conocimiento, de haber estudiado. Yo he podido participar en cómo se hace el vino en distintos lugares y he sabido, he sabido cosas. He sabido cosas que otros no sabían, simplemente.

Adrián: ¿Pero la gente le tenía miedo a usted?

Maestro Jesús: Un respeto muy grande. Miedo no, para nada. Seguramente porque yo era muy cálido y trataba de transmitir amor. Miedo no, era como una baja autoestima: ¿Cómo van a saber ellos algo que es divino? No pueden saberlo. Luego no tenían ningún tipo de problema en llevarme la contraria, casualmente, ¿no? Porque de la vida, como dice este querido receptáculo, todo el mundo es experto y todo el mundo sabe, ¿no? Pero milagros, hechos divinos, nadie se atrevía a cuestionarme. Nadie.

Adrián: En el episodio conocido como la pesca milagrosa usted realiza una enseñanza mediante una charla subido a un pequeño bote de pesca que se encontraba en la orilla. Ese bote era de Simón Pedro. Al terminar, según la historia, le dice usted a Pedro que lleve la barca aguas adentro y que lance las redes, a lo que pedro dijo, según comenta la Biblia en Lucas 5:11:

“-Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; más en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres“.

¿Qué nos podría comentar sobre este episodio?

Maestro Jesús: Pescador de hombres… pescador de hombres porque era muy importante que él enseñara la palabra, abriera conciencias. Ese episodio no tiene nada tampoco de espectacular, querido hermano. Simplemente conocía de pesca, me había instruido mucho en la pesca, y simplemente lo conduje al mejor lugar. Ese suceso se da en Betsaida y yo sabía perfectamente el mejor lugar en el que tal y como estaba el agua, pude estudiarlo y pude saber dónde habría peces. Pero es un tema simplemente de conocer; las personas que pasan mucho tiempo en el agua y que tienen la mente abierta para aprender, aprenden cosas. Pero hay gente que no la tiene abierta para aprender. No tiene ningún misterio.

Adrián: ¿El lago de Betsaida era el Tiberíades?

Maestro Jesús: Sí, sí, correcto.

Adrián: Muy bien, Maestro. Muchísimas gracias.

Maestro Jesús: Yo sabía el mejor lugar en el lago para encontrarlo. Simplemente decirte que fíjate que la Energía Crística es una energía sanadora, es una energía constructora, sanadora. No tiene nada que ver con todos los poderes que se le han dado. Fíjate concretamente, cuando se dice que yo paro una tormenta, que directamente la tormenta cesó sin más. Cesó sin más, y yo no hice absolutamente nada y me lo atribuyeron a mí. De hecho, no es que yo parara la tormenta ni tampoco que parara súbitamente, sino que fue con el tiempo. Todo esto está muy exagerado porque aparecía yo ahí y con mi figura todo se exageraba, pero no tiene tampoco nada que ver.

De la misma manera que el tema de los panes y los peces: no se trata como erróneamente se ha creído que los panes y los peces se multiplicaran, tampoco de que yo los extrajera de ningún universo paralelo como se pudo decir. No tiene absolutamente nada que ver con todo eso. Directamente se trata de una metáfora. Había mucha gente que estaba hambrienta de tener conocimiento, y entonces yo les di conocimiento, les di charla. Les di conocimiento, les di la Palabra. Estaban hambrientos, el pan era la Palabra. Es algo metafórico, simbólico. Esos dos momentos de multiplicación de panes y peces no tienen ningún sentido tampoco. Como digo, es completamente metafórico esa parte, no es real, no es un episodio real. No lo es, pero los evangelistas lo han plasmado de esa manera y luego los estudiosos que lo han estudiado lo han tomado literalmente y no tiene nada que ver. La Energía Crística es una energía sanadora, como digo. Y solamente eso.

Gracias por todo, querido hermano. Nos vemos para más tema con esto que vosotros llamáis milagros, cuando quieras. No hay milagros, ya lo podéis ver. Hasta la próxima. Toda mi luz.

Adrián: Hasta todo momento.

 

 


Referencias

Wikipedia, la enciclopedia libre. Milagros de Jesús: https://es.wikipedia.org/wiki/Milagros_de_Jes%C3%BAs

Cronología de los milagros de Jesús: http://en-la-biblia.com/los-milagros-de-jesus/

Cronología II de los milagros de Jesús: http://mb-soft.com/believe/tshm/gospmira.htm

Película sobre los milagros: https://www.youtube.com/watch?v=Iyl5YVsLPd4

Jesús de Nazaret: https://es.wikipedia.org/wiki/Jes%C3%BAs_de_Nazaret

El Jesús histórico en 14 minutos (vídeo): https://www.youtube.com/watch?v=l48uSWXya-U

Resurreción de Lázaro (fragmento de película): https://www.youtube.com/watch?v=D-eD9FJNPjY

Jesús perdona pecados y sana a un paralítico: https://www.youtube.com/watch?v=GR9ByYDzXfU

 


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