Médium: Raúl caballero
Entidad: Arugon-El
Interlocutores: MD (10% de Dorma-El) y el 10% de Arugon-El
Se presentó Arugon-El, al principio de la sesión dio a conocer algunos pensamientos suyos… También relató una vida en Rusia como condesa, se dedicaba a conseguir información para luego venderla a altos precios, otra vida en Aldebarán IV, donde fue un gran guerrero capaz de medirse con Ligor o Arkleim, pero se quedó con la frustración de no haber logrado figurar, después respondió algunas preguntas de los interlocutores y se retiró. Al final de la sesión se presentó el Maestro Ro-el-Van (thetán del profesor Raúl Caballero) para evaluar la sesión y responder algunas preguntas de los interlocutores.
Arugon-El: A veces no nos sentimos comprendidos. No nos sentimos comprendidos, porque al igual que vosotros en el plano físico, también nosotros desde el plano suprafísico podemos tener dudas o podemos ver como no nos comprenden, porque también tenemos engramas y nuestros engramas están más pegados -diríais vosotros- porque están implantados directamente a nivel conceptual. Duelen mucho algunas vivencias, tanto que no quiero ni recordarlas. Por eso, para mí es un auténtico goce poder comunicarme con mi parte encarnada directamente, porque es una ocasión -por lo menos para mí- única, ya que no es nada fácil poder comunicarse en lenguaje hablado tan libremente como puedo comunicarme a través de este querido receptáculo. Eso es lo que tengo que decir.
Y tendría muchas otras cosas por decir. Tendría por decir que el plano suprafísico es enorme y cuando digo enorme no me refiero en extensión, sino que prácticamente no tenéis conocimiento, os queda tanto por descubrir y nos queda tanto a nosotros también por descubrir. Y podemos saber que nosotros somos parte del Todo, parte de Eón y debemos aprender a llevar nuestra responsabilidad, porque ello también es amor y viene de la verdadera esencia del Padre; pero a veces algunas vivencias pueden molestarnos muchísimo y podemos no percibir y podemos no captar, al igual que a vosotros los engramas también os nublan conceptualmente, a nosotros también. A mí por lo menos, sí. Y es algo muy doloroso. Yo entiendo que tengo una posibilidad de descargar y yo lo sé que tengo la posibilidad de descargar, pero desconfío, desconfío de psicoauditación. Conozco de espíritus que han practicado psicoauditación que han revertido sus engramas, pero si bien es algo que tiene muchas expectativas, es algo nuevo y lo desconocido a veces hace dudar y yo entiendo -porque lo capto a través de muchos maestros que se contactan a veces conmigo- de que todo pasa por probar las situaciones, yo esto lo entiendo, pero me hace mucho daño algunas cosas. A veces me vienen pensamientos de: ¿Qué les importa a los demás lo que me pase a mí? ¿Qué les importo? Pero tal vez quisiera compartir algo con vosotros, con todos, y quisiera compartir más de lo que algunos os pensáis, porque tengo algunas cosas que quisiera que las escuchara TODA la Creación. Hay muchísimas cosas que me parecen injustas, muchísimas.
Entiendo que yo puedo tener karmas, entiendo que esos karmas pueden dificultar a mi parte encarnada, pero también entiendo que todo pasa por entender la lección, por aprenderla. Una vez se aprendió la lección, el karma desaparece. De igual manera me parece muy injusto, tanto mi parte encarnada como yo sufrimos mucho. Existen muchísimas cosas que nos perturban, que nos hacen dudar, percibimos injusticias. A veces yo no pienso que hayamos hecho nada para tener que sufrir, no lo suficiente. ¿Qué más puedo deciros? Me considero un espíritu que poseo conocimiento, por lo menos lo suficiente para ilustrar, iluminar a muchísimos otros espíritus. Aunque muchas veces puedo sentirme algo inútil. Entiendo que son roles del ego, los maestros me lo dicen. No quiere decir que ellos tengan razón, de lo que se trata es de que yo lo vea y los roles del ego son totalmente perniciosos para nosotros, entonces tratamos de plantarles cara no de la mejor manera. A veces puedo sentirme como que soy especialmente bueno, otras veces especialmente malo, es como que tengo altibajos y entiendo que existe una técnica para todo ello, entiendo que psicointegración ayuda a integrar los roles del ego y he estado conversando con el tethán del receptáculo, con el maestro Ro-El-Van, que en varias ocasiones me ha estado comentando que la psicointegración y los roles del ego interactúan por sí solo, pero de que también se precisa de cooperación mía. El maestro Johnakan Ur-El, creador de psicointegración, también ha estado en contacto conmigo. Entiendo que son maestros que ayudan, tanto el maestro Ro-El-Van, como su segundo guía, el maestro Johnakan. Los dos son espíritus creadores, han creado infinidad de cosas. El maestro Johnakan ha estado investigando temas para mucho servicio, ha estado conceptuando con muchos espíritus para ayudarlos y también en sus encarnaciones, como cuando estuvo encarnado como Juan Zebedeo.
Interlocutor: ¿Y tú?
Arugon-El: Yo he tenido muchísimas vidas, he tenido vidas en que he protagonizado rol inquisidor, vidas en que he protagonizado rol grotesco, a veces incluso terrorífico. Yo tuve una vida que me gustaría compartir, ya que la considero del aprendizaje de todos, ya que tuve una vida en Rusia con rol femenino. Era lo que vosotros llamaríais algo así como una condesa. Era un rol muy, muy oscuro, porque yo me dedicaba a conseguir información y también era comerciante de información. Luego la vendía a altos precios. Era una persona que cada vez que me tenía que comunicar con los demás tenía siempre que estar prejuzgando, siempre tenía que avanzarme a los pensamientos de los otros y yo entiendo que lo importante es no prejuzgar, pero a veces la vida nos enseña a ello. En esa encarnación había muchísima gente que me tenía muchísimo temor. Siempre iba vestida de negro. Muy impactante, prácticamente no me relacionaba con nadie. Ignoraba comentarios, ignoraba palabras… ni dirigía miradas. No sé qué me interesaba en esa vida, pero era como que tenía una total y absoluta indiferencia, no me interesaba nada y a diferencia de mi 10% encarnado como femenino, que está aquí en estos momentos, que se ha dejado mover por su propio criterio, que se ha dejado mover por el afán de saber más que es algo muy sano, en esa encarnación yo no tenía ningún afán de saber. Creía saberlo todo, tenía un contacto muy elevado con mi tethán en esa vida y, a diferencia de mi 10% actual que tiene un grado de comunicación que estaría rondando el OT 4 -lo cual es muchísimo-, en esa vida solo teníamos un grado de OT 1. Por supuesto que no me estoy refiriendo a estados OT reales, puesto que cuando hay engramas no se habla de OT real, pero bueno.
En esa encarnación yo era absolutamente egocentrista, no me interesaba nada, prácticamente no me interesaba nada, solo me interesaba figurar, hacerme la importante y entiendo que se han grabado algunos engramas de indiferencia que a veces pueden hacer que no me interese nada, pero no le prestemos atención a ello, no le prestemos atención, porque de igual manera yo voy a tener las cosas que son para mí importantes de relatar y esa vida me generó engramas -insisto- de mucha indiferencia y nada más que indiferencia, por eso no quiero que le prestemos atención a algunas cosas que son del todo insignificantes, ya que tengo engramas muchísimo peores.
Me gustaría contaros otra vida, me ha gustado poder descargar.
Interlocutor: Cuéntanos si quieres.
Arugon-El: Me gustaría contaros una vida en otro planeta, una vida en el planeta que llamaríais Aldebarán IV, de Tauro. Tenía una vida donde tenía un rol masculino, era un guerrero y para vosotros el mundo de Aldebarán es muy similar al de vuestra ciencia ficción, ha habido muchos escritores que han escrito sobre el mundo, que lo han canalizado. En este rol como guerrero yo me llamaba Arduk, manejaba un sable enorme y si tenía un don era el don de la intuición. Sabía dónde tenía que ir, a quién presentar batalla, a quién no. Aldebarán es un mundo muy épico, donde hay muchísimas batallas, donde pueden pasar milenios y la tecnología no avanza y hay muchísimos combates, posesiones de tierras, de castillos. Sería un mundo absolutamente mágico. Yo estuve encarnado en épocas del gran héroe Ligor, un guerrero que era capaz de incluso disparar rayos, descargas de energía, descargas eléctricas. Yo estuve durante mucho tiempo en mi rol como Arduk. Estuve mucho tiempo, en muchas tierras. Primero estuve por las Tierras del Sur, pasaba a las Tierras del Este y terminé mis hazañas en la Tierra Media, en la Tierra Central.
Una de las veces, recuerdo que me paré en el camino, entonces vi a una persona que se acercaba. Parecía una especie de doncella, de mujer, que venía acompañada de una persona que era como dos veces más grande, absolutamente musculosa. Era un varón que llevaba dos espadas en los costados.
-Aquí estoy, por aquí no pasáis -dije yo-. ¿Qué hacéis por estas tierras?
-¿Qué quieres?
-Estas tierras las controlo yo, yo me enfrento contra gente que es muy fuerte y tú no te lo creerás si te digo que me estuve enfrentando contra Arkleim, del norte.
-¡Cómo! Si estuviste contra él, ¿todavía sigues con vida? Quiere decir que tienes mucho, que eres importante.
Estuve retándolo, pero al segundo golpe de espada ya me había vencido. Entendí que tenía mucho por aprender aún, luego se burló de mí. Entendí que tenía que seguir practicando. Encontré un maestro de espadas, con el tiempo él me enseñó. Me encontré -con el tiempo- con Arkleim, que se encontraba en la tierra central. Yo sabía que para mí ese era el momento más importante. Él era una persona reconocida, era una persona con tantísima fuerza que era de los pocos que podía enfrentarse con el héroe Ligor. Él tenía una fuerza, pero también velocidad colosal. Pero yo estuve practicando durante mucho tiempo y, después de un combate que duró horas, estuve a punto de derrotarlo. Hasta que me clavaron una flecha por la espalda, caí en el suelo. Yo pensaba que por fin estaba a punto de cumplir mi sueño, de que estaba a punto de vencer a alguien muy reconocido en Aldebarán, pero no pude. Me generó frustración no lograr ese objetivo, me generó mucha frustración, muchísima frustración porque yo quería figurar, yo quería lograrlo.
Las tierras de Aldebarán son absolutamente salvajes y eso es lo que tengo que explicar, eso es lo que tengo que explicar, ya no tengo prácticamente nada que explicar, pero quiero dejar también que mi parte encarnada se exprese al tener la oportunidad. Por eso, si alguien quiere realizar alguna pregunta, puedo responderla.
Interlocutor: Yo quería preguntar, de esta vida que acaba de tratar. En este momento, ¿qué es lo que te duele? ¿Sientes la frustración todavía o qué es lo que sientes de esta vida que acabas de relatar?
Arugon-El: Me siento ya descargado y, si bien algo me tiene que molestar, sigue siendo la frustración de no haber logrado ese objetivo porque yo era un auténtico guerrero que no era para nada reconocido, Arduk. Para nada reconocido y estuve durante mucho tiempo practicando, entrenándome. Sé que era uno de los más grandes guerreros de la época, de los pocos que podría haber plantado cara a Ligor, yo lo sabía, pero mi nombre nunca fue registrado en la memoria de la gente de Aldebarán, nunca.
Interlocutor: Pero bueno, ¿tú no entiendes ahora que lo verdaderamente importante es esforzarse al máximo sin preocuparse de los resultados?
Arugon-El: Yo me esforcé, pero me esforcé para lograr un resultado. Ese mundo no es como Sol III, yo lo único que quería era figurar, ya que es un mundo donde cada persona que para vosotros sería el más tremendo asesino, aquí es un héroe.
Interlocutor: Bien, ¿eso no lo entiendes ahora?
Arugon-El: ¡Sí, por supuesto! Son totalmente formas distintas, pero a mí no me interesa eso, insisto que a mí lo que me interesa es de alguna manera figurar, de alguna manera que mi nombre quedara registrado y es algo que todavía ahora lo percibo, lo percibo a nivel de inseguridad y a veces me planteo: Qué mal lo tuve que hacer en esa vida. Pero luego lo vuelvo a replantear y digo: Oh, pero si hubiese sido de los muy pocos que hubiesen plantado cara a Ligor. Pero claro, claro, a mí lo que me importa es la opinión de los demás y tal vez es algo que todavía no tengo entendido.
Interlocutor: ¿Por qué te importa la opinión de los demás?
Arugon-El: Me importa porque de alguna manera es lo que me hace fluir. Si los demás me dicen -como vosotros y me copio del lenguaje físico-. Si a mí me dicen: Oh, qué bueno eres; y me palmean a la espalda, entonces yo comprendo que la otra persona se impresionó y comprendo que tengo grandes cualidades. Tal vez todo eso viene por un reflejo de baja estima, no digo que no, sé que son roles del ego. No voy a decir lo contrario, no voy a discutir a los grandes maestros, pero para mí lo importante es lo que yo siento y lo que siento es tratar de figurar. Sé que es un error.
Interlocutor: Pero tú sabes que tienes conocimiento, ¿no?
Arugon-El: Uh, por supuesto.
Interlocutor: ¿Y confías en ese conocimiento?
Arugon-El: No, no confío. Es un conocimiento que yo siempre remarco para sentirme bien y os lo cuento como absoluta confidencia. Me gusta sentirme bien por tener conocimiento, porque no me creo lo valioso que soy.
Interlocutor: ¿Y por qué no confías en ese conocimiento?
Arugon-El: Porque soy un espíritu del error y puedo tener mil cosas erradas a diferencia de ¡oh, esos grandes maestros de Luz! Que no estoy diciendo esto con desprecio, simplemente es que me causa una especie de rabia.
Interlocutor: Pero cada percepción sabemos que es distinta, en ese sentido el error solo existe en cuanto a ti te crea frustración y no comprensión. ¿Esto lo entiendes?
Arugon-El: Si bien somos parte de un mismo ser y somos el mismo, es verdad que muchas veces no te capto y me gustó lo que dijiste porque no lo había elucubrado y ahora empiezo a ver las cosas con un tono totalmente distinto, porque si bien tú me captas bien -ya dije que tú tenías un buen grado de tethán operante, de captación de mis conceptos-, soy yo quien a veces no quiere escucharte y me arrepiento por ello y esto también me genera una absoluta frustración. Me arrepiento porque he tenido muchas vidas donde no he tenido absolutamente a nadie con quien comunicarme y ahora tengo una buena oportunidad para comunicarme porque mi 10% me capta, pero yo no la aprovecho.
Interlocutor: Sabes que no estamos solos, que no puedes esconderte de la oscuridad por tenerle miedo a la oscuridad y para ello esconderte de las tinieblas. Hay que poner luces donde no las hay.
Arugon-El: Sí, sí, es obvio y te capto.
Interlocutor: Y tienes coraje y tienes ganas de conocer, de experimentar, de viajar al infinito, tú lo tienes.
Arugon-El: Te capto y agradezco tus conceptos, de alguna manera todavía me quedan engramas que me hacen desconfiar, que me hacen esconderme y es algo que también te transmito a ti, mi parte encarnada, y es algo que tú sabes muy bien, desde las justificaciones siempre están y que a veces no tratamos de poner luz, sino que tratamos de huir de esa luz.
Interlocutor: ¿Pero uno se llega a poner bien? Es una pregunta que te hago.
Arugon-El: Obvio, obvio, por eso relaté lo que relaté y por eso agradezco tantísimo tus conceptos, por eso no me encierro en una única idea y por eso no me he ido, con temor a comunicarme, sino que he plantado cara como tú has plantado cara también y eso me parece que nos hace muy dignos, porque somos absolutamente valiosos y hemos decidido plantar cara, hemos decidido poner luz, hemos decidido aprender y es una decisión muy sabia por tu parte, sin desmerecer la mía.
Interlocutor: Pero entiende que nadie te quiere dar una lección, ese es tu problema. Nadie quiere hacerte ver que debes entender nada, nadie. Quisiera tener el honor de hacerte preguntas quizá más concretas si tú me das el permiso de hacerlo.
Arugon-El: Adelante, yo responderé aquello que vea oportuno o lo que me apetezca.
Interlocutor: De acuerdo, muchas gracias. Una de las preguntas que quisiera hacerte es: ¿por qué he nacido en la familia y en el entorno en el que he nacido? Esa sería la primera pregunta y en relación a esa, ¿cuál es mi misión? ¿A qué es lo que he venido? Aunque creo que la sé, pero quisiera que me lo confirmaras.
Arugon-El: Con la primera tengo que decir que hay muchísimos karmas y cosas que hay que aprender que se entrelazan con la familia que hemos elegido. Hemos elegido, porque al encarnar se elige dicha familia y era importante para nosotros aprenderlo, porque teníamos mucho que aprender, simplemente encajaba con aquellos karmas que venimos arrastrando. En relación a la segunda, no voy a entrar en detalle por dos motivos: el primero, porque siempre estamos en misión de ayudar al otro. ¿Y por qué no concreto? Porque no me apetece concretar, porque, también, desde el plano 3 no se encarna en misión como desde el plano 4 o desde el plano 5; se encarna, sí, con la misión que nosotros nos proponemos, pero no es una misión absolutamente de Luz como fue la misión del maestro Jesús o el maestro Siddartha. El segundo motivo porque el cual no pienso responder es porque prefiero que la fuente vaya sacando agua, prefiero que tú vayas elucubrando, prefiero que tú vayas aprendiendo y te vayas dando cuenta de las cosas. Esos son mis dos motivos y esa es mi respuesta.
Interlocutor: Y ahora quisiera preguntarte qué relaciones kármicas me rodean, por qué y qué debo hacer en mi vida concreta, tengo relaciones de personas que me rodean, sabes quienes son.
Arugon-El: Sí.
Interlocutor: Y con una relación muy intensa y cerrada que hay… a veces, en ocasiones, incluso empujada, casi guiada, como que tengo que establecer relación con ciertas personas de una manera muy estrecha y eso en cierta medida me perjudica y quisiera saber qué tipo de relación kármica o qué problema hay ahí, si hay algún problema.
Arugon-El: No voy a entrar en el karma, sino que voy a entrar en qué se debería hacer. Bajo mi punto de vista hay que tener muchísima paciencia y esto me lo vienen dictando seres de Luz como el tethán de este receptáculo. Hay que tener muchísima paciencia con algunos, con algunas personas que todavía no están en tiempo, con algunas personas que todavía no están en el camino, hay que tener muchísima paciencia y yo no digo que haya que abrirse a nada, yo digo que hay que tener paciencia. A lo mejor las cosas no surgen hoy, a lo mejor surgen mañana, a lo mejor ni han de surgir y si una relación directamente no conviene -y tú sabes a lo que me refiero- automáticamente se corta por el bien nuestro, a veces incluso por el bien de la otra persona, pero no olvidemos también tenernos en cuenta a nosotros.
Interlocutor: Vale, muchas gracias y una última pregunta me gustaría hacerte y es que yo siempre tengo la sensación de que hay alguien conmigo con mucha Luz y mucho calor, mucho amor y mucha paciencia y quisiera saber si tú lo percibes y si está bien, si no es nadie…
Arugon-El: ¿Cómo no voy a percibir a mi guía espiritual? ¿Cómo no voy a percibir a mi ángel guía? ¡Por supuesto! Ellos siempre están orientándonos y como tú tienes una buena captación, porque tienes un decodificador de conceptos espirituales bastante desarrollado, hasta el punto de que puedes tener el don de la intuición muy desarrollado también y eso tú te has dado cuenta en varias ocasiones. Entonces, captas muy bien también los conceptos del guía, del ángel, que además te envuelven en Luz y me envuelven a mí también, solo que yo a lo mejor soy un poquito más cerrado, pero es cuestión de ir aprendiendo, ¿cómo no vamos a captarlos? Si siempre están con nosotros.
Interlocutor: Yo quisiera de mi parte, si puedes, darle las gracias y darte las gracias a ti, darle las gracias a Raúl y darle las gracias a mi madre y yo de momento ya no tengo ninguna pregunta, salvo ofrecerte la oportunidad de que si quieres decir algo más, si quieres…
Arugon-El: Sí.
Interlocutor: Comentarnos algo más…
Arugon-El: Sí, quiero comentar… ¡gracias! Quiero comentar que quiero volver a hacer hincapié en el tema de que captas muy bien los conceptos espirituales, porque tienes una fluidez para captarlos muy sutil, pero es fiel esa captación y sería muy importante que desarrollaras muy bien esa intuición, que no es lo mismo intuición que mediumnidad, pero la intuición es muy importante también, porque hace mucho bien en la vida diaria, cotidiana, en la vida física, hace mucho bien la intuición. Lo segundo que quería comentar, y ya termino con esto, es que nunca debéis cesar y nunca debéis cerrar caminos, siempre debéis abrir nuevos caminos. Yo entiendo que a veces el plano físico puede resultar muy duro, pero también lo es el plano suprafísico, por eso entiendo que debemos hacer todos un esfuerzo para abrirnos caminos.
Me ha gustado psicoauditación, me ha gustado expresar vidas, se confirman las experiencias de estos espíritus que ya se han comunicado y me gustaría tener la oportunidad de seguir relatando, si vosotros me la concedéis. Me gustaría tener la oportunidad de contaros infinidad de cosas, porque he aprendido mucho en vidas atrás y tengo muchísimas vidas que explicar y tengo muchísimos conocimientos también que me gustaría compartir. No tanto conocimientos, ahora me interesa más vidas para sentirme mejor yo, para que se sienta mejor mi parte encarnada y porque pueden servir de utilidad para todos, para todos.
Interlocutor: Nosotros te estaremos muy agradecidos si eso lo compartes con nosotros y también quisiera incluso pedirte dado que tenemos conocimiento, somos conscientes de que tenemos un conocimiento. Hay alguien que me enseñó algo muy importante y es que, en ocasiones, no es tan importante tener mucho conocimiento como tener conciencia del conocimiento que se tiene y eso lo tenemos. Y me gustaría que si, tanto mi madre como Raúl, quieren profundizar más en torno a todo esto de la psicoauditación y conocimientos cienctíficos, asentar un poco más las bases, regularlo, ordenarlo, que tú les ayudases para realizar esa labor siempre y cuando puedas aportar y siempre vas a poder, y siempre y cuando ellos te necesiten que estés ahí apoyándoles y ayudándoles y te lo agradecería mucho porque es necesario, todo el nuevo saber es necesario asentarlo y es necesario investigar y cultivarlo.
Arugon-El: Yo colaboro en tanto y en cuanto se me permita y en tanto y en cuanto yo esté bien engrámicamente hablando.
Interlocutor: Yo quería también, ya para despedirme, decirte que cada vez que yo venga aquí a hablar, si tú quieres venir a oír a mí me parecería maravilloso y si quieres intervenir pues también, siempre y cuando el otro espíritu quiera, me encantaría que estuvieras ahí.
Arugon-El: Agradezco la oportunidad que se me brinda y me gustaría directamente profundizar sobre muchísimos temas, por eso agradezco muchísimo lo que queráis compartir.
Interlocutor: Yo antes de irme, bueno, antes de que te vayas, es verdad que no has querido profundizar en el karma de Esther con la persona esa específica, ¿vale?
Arugon-El: Bien.
Interlocutor: No has querido profundizar, ni tampoco en los karmas familiares, que de hecho son lecciones a aprender.
Arugon-El: No he profundizado ahora.
Interlocutor: Ahora. Aunque no sea mucho profundizar, ¿no podrías dar una pequeñita indicación de la lección a aprender de ella con la persona a la que hacemos referencia? De la lección a aprender, ¿qué es lo que debería ella aprender de esa relación?
Arugon-El: A veces la paciencia excesiva puede generar problemas con uno mismo, solo digo eso.
Interlocutor: Es muy entendible. Bueno y yo ya para si te quieres retirar, si quieres seguir hablando sigue. Verás, la última vez que hablamos, bueno, la primera vez que hablamos, ¿te acuerdas que no querías venir?
Arugon-El: Bien.
Interlocutor: Bien, tú decías que tenías que ser un espíritu perfecto.
Arugon-El: Bien.
Interlocutor: Bien y yo quería hacer una reflexión y me dijiste también que si no encarnásemos nunca sería muy aburrido, ¿te acuerdas?
Arugon-El: Sí.
Interlocutor: Bien. Yo quisiera hacerte la reflexión, que si tú fueras un espíritu perfecto como te exigen, no tendrías que aprender nada ni saber nada, porque ya lo tendrías todo, ¿y entonces eso no sería muy aburrido? El camino de la evolución es largo y difícil, pero maravilloso, fascinante, solo a partir de las imperfecciones podemos perfeccionarnos y como somos perfectos pues mira, pues nos podríamos fulminar como espíritu.
Arugon-El: Bien, agradezco tu comentario, no voy a aportar nada al respecto, solo voy a tomarlo hacia mi concepto y voy a retirarme para pensar muchísimas cosas, muchísimas cosas que, gracias a esta sesión, he podido comprender y agradezco muchísimo la colaboración de las interlocutoras y agradezco muchísimo también la colaboración del receptáculo. Eso es todo por ahora.
Interlocutor: Vale, cuando acabe con mi padre, ¿vale? Ya vendré directamente a hablar contigo para borrar los engramas y si alguna vez quieres aparecer y contar un engrama pues lo cuentas, cuando quieras lo cuentas, ¿vale?
Arugon-El: Me gustaría poder compartir mucho con todos, así que espero que esa oportunidad se me brinde. Le digo a mi parte encarnada: Nunca ceses, pero la paciencia tiene un límite.
¡Hasta todo momento! Gracias por escucharme.
Interlocutor: ¡Adiós!
Ro-El-Van: Mi nombre es Ro-El-Van, soy el tethán del receptáculo.
Interlocutor: Encantada de volverte a saludar.
Ro-El-Van: Vine aquí para poder profundizar si tenéis alguna inquietud en concreto con respecto al tethán que se ha comunicado con anterioridad.
Interlocutor: Sí, hola Ro-El-Van, soy Esther y sí, quisiera preguntarte si está mejor, no solo con esta psicoauditación, sino con otras cosas que hemos hecho y tal, si ha evolucionado, ha mejorado, si está mejor. Sé que el camino es largo, arduo, etc., pero si está mejor.
Ro-El-Van: Él ha subido dos subniveles suprafísicos, está con una claridad de conceptos mayor y si -de alguna manera- todavía se encuentra trabado es por sus engramas. Digamos que es como que por fin ha abierto la puerta sí, sí, está muy bien tratar de aprender y tratar de mejorar porque es un tethán que de alguna manera tiene muchísimo conocimiento, pero a veces no se lo ve, no se lo ve. Nosotros desde el plano quinto tratamos de darle validez a esos conocimientos, pero a veces no se deja.
Interlocutor: ¿Y hacia dónde debemos apuntar en la próxima?
Ro-El-Van: Yo diría que directamente hacia vidas.
Interlocutor: Sí, hacia vidas, pero hacia vidas qué, porque fíjate el rol que tenía de perfección, ser el mejor maestro, el vencedor de Ligor. ¿Va por ahí o hay alguna cosa que tú veas?
Ro-El-Van: También la otra vida tuvo mucho significado.
Interlocutor: Sí, ha quedado como muy ahí la vida.
Ro-El-Van: Sí, tendría que profundizarla mucho más. Hay vidas en que directamente -lo percibo de su concepto- ha sido gobernante, dictador, absolutamente supresivo. Ha tenido incidentes con seres de otros mundos cuando ha estado en algún otro planeta y ha viajado. Tiene muchísimas cosas interesantes que interesaría a toda la humanidad en cuanto a vidas, porque la vida -por ejemplo- en Aldebarán ha sido muy interesante y entonces habría que apuntalar más hacia vidas en que ha tenido roles de gobernante, sería importante.
Interlocutor: Oye y en cuanto a las relaciones kármicas familiares, yo hay una cosa que no entiendo. Yo soy un espíritu así jovencito de andar por casa, ¿no? -como digo yo- Y él es un gran espíritu de conocimiento. No tiene sentido que yo sea la madre, debería ser al revés.
Ro-El-Van: No, sí tiene sentido. Sí tiene sentido porque primero, no el espíritu que tiene más conocimiento es el que tiene que enseñar al otro, porque puede haber un espíritu con muchísimo conocimiento, pero que no sepa comportarse o que por tener más conocimientos, al haber tenido más vidas, también ha tenido muchísimos más engramas. El espíritu que se encuentra más joven, de alguna manera ha vivido menos, okey, puede tener menos conocimiento, pero también tiene menos engramas, entonces condiciona menos a la persona que ha de educar, ¿se entiende?
Interlocutor: Ya, sí. Espera un segundo. ¿Y hay algo engrámico entre ella y yo o no? O sencillamente es una cosa, digamos…
Ro-El-Van: Yo lo llamaría algo superficial.
Interlocutor: Para aprender simplemente.
Ro-El-Van: Sí, yo lo llamaría algo superficial, pero lo llamaría yo, capaz que él lo llama de otra manera.
Interlocutor: Yo quisiera preguntar dos cosas si es posible. Primero, ¿qué tipo de relación tengo yo con mi hermana? Con Carmen, porque es muy intensa, la quiero mucho y el segundo es con respecto a este problema de estas relaciones kármicas que me rodean, que mi espíritu me ha dicho que tenga paciencia, mi tethán. Me ha dicho que tenga paciencia. Si tú podrías decirme algo más para guiarme.
Ro-El-Van: A lo primero digo que las almas gemelas tienen un contacto enorme y que hay que profundizar todavía más el contacto, porque es algo muy bonito. A lo segundo digo que ya lo dirá el propio tethán porque es también algo que debe aprender él para expresarse, porque tiene muchas cosas al respecto que le pesan, por eso no se atreve. Yo lo más que puedo decir es que toda paciencia va enfocada a la comprensión y comprender es amor. Como espíritu del quinto plano, no me corresponde decir nada más.
Interlocutor: Quiero decir que si amor lo hay, comprensión lo existe ya. O sea, cuando hay amor hay permisividad y hay comprensión.
Ro-El-Van: No, porque hay amor excesivamente desequilibrado y hay amores donde no hay comprensión, hay amores donde no hay admiración, a veces incluso hay idealización, a veces no hay ni admiración. Tiene que ser un amor equilibrado, todo tiene que estar equilibrado y eso lo dice mi segundo guía, el maestro Johnakan, que todo tiene que ir con equilibrio. El amor personal -a diferencia del amor impersonal- abreva del ego, porque abreva del sentimiento, pero también de la emoción y la emoción es ego. A diferencia del amor impersonal, que directamente viene del sentimiento puro. En el plano físico es tan importante el amor personal como un amor impersonal, tan importante es una cosa como la otra, pero siempre llevado con equilibrio, siempre llevado con el máximo equilibrio. No podemos exceder un amor personal, porque nos termina matando. ¿Se entiende?
Interlocutor: Sí.
Ro-El-Van: Eso es lo que tengo que decir. Tengámonos respeto a nosotros mismos primero, ese sería el último mensaje, para luego tener respeto a los demás. ¡Hasta todo momento!
Interlocutor: ¡Gracias!