09/08/19
De: Raúl Caballero
Siguiendo con la explicación de la inteligencia emocional. Ahora nos centramos con el quinto y último punto tratado hasta la fecha de la Inteligencia Emocional, el manejo y control de nuestras relaciones. De esta forma tenemos la capacidad de tener relaciones sanas.
Como dijo Confucio en una de sus citas más importantes: “Quien se controla a sí mismo, no tendrá dificultad alguna para gobernar con eficacia. Al que no sabe gobernarse a sí mismo, le resultará imposible ordenar la conducta de los demás”. Esto habla para el terapeuta, para empezar. No puede una persona cualquiera dar orientación psicológica si no domina primero sus emociones. Y por eso, como siempre comento, es imprescindible primero trabajarse uno. No todo el mundo está capacitado para dar orientación.
Continuando con los audios sobre la inteligencia emocional, el quinto punto hablaría directamente del manejo de las relaciones. Una vez identificamos nuestras emociones y aprendemos a controlarlas, y somos capaces de motivarnos en todo momento, y de conectar con el otro empáticamente, somos capaces de controlar las relaciones que tenemos. Por lo tanto, tenemos la posibilidad de tener relaciones sanas, y de separar las relaciones que no son sanas. Tenemos la capacidad de ver cosas de la otra persona, que la otra persona esconde. Tenemos la capacidad de ver cosas de la otra persona que la otra persona no quiere que sepamos. Tenemos esa capacidad para reconocer a la otra persona mucho más fácilmente y hacer un mapa conceptual de la otra persona, emocional de la otra persona. Saber realmente cómo piensa, cómo no piensa, qué hace, qué no hace, por qué lo hace, y por qué no lo hace. Siempre dije que el ego es infantil y por lo tanto, es predecible. De forma contraria, la persona que está integrada es impredecible. Y la persona que está integrada y que controla todo lo que yo he dicho en su inteligencia emocional, es capaz de comprender lo que le sucede al otro cuando el otro no es capaz ni de comprenderse a sí mismo. De ahí que haya terapeutas, y pacientes.
Pero de ahí también que haya manipuladores, porque uno puede manejar las relaciones correctamente, o incorrectamente. Por ejemplo: una persona con empatía que es capaz de tener esa inteligencia emocional, es capaz de ser utilizada por un profesor para mejorar la transmisión de conceptos en sus alumnos; o puede ser utilizada por un vendedor para vender un producto. También se puede utilizar para manipular, como he dicho, a otra persona. Si una persona desarrolla el autocontrol emocional y la empatía, puede manipular a otra persona que no haya desarrollado estas capacidades. Haced una prueba: agarrad a un niño pequeño y tratad de hacerlo enojar; seguro que os resulta muy sencillo hacer enojar, llorar o poner triste a un niño. ¿Por qué? Porque tenemos esa ventaja, ¿no? Está bien, cuando el ego persiste en un adulto, éste se comporta igual que un niño, y nos resulta muy fácil saber cómo hacerla enojar, cómo ponerla triste, cómo hacerle sentir miedo, cómo manipular todo a nuestra voluntad.
Claramente esto hablaría en contra de la ética, y por eso es tan imprescindible tener valores morales que sustenten y apoyen esto, firme en la convicción. Pero siempre va a haber personas que van a utilizar a las demás negativamente, y que tienen estos recursos. Muchos son criminales, muchos son criminales. Bueno, esto también es una primera parte para entrar en una mente criminal, y en otro momento lo vamos a desarrollar.
Lo dejo aquí, gracias por escucharme.
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Estadíos de la Emoción: https://tetra-el.org/psicointegracion/estadios-de-la-emocion/
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