No depender de la aprobación de la sociedad

Se explicó que nuestras familias pueden afectar nuestros roles del ego y engramas cuando somos pequeños. Se dieron unas pautas para no dejarse afectar por las opiniones ajenas. Se aclaró como la necesidad de ser aprobados por la sociedad impulsa a la gente a copiar la mayoría de los comportamientos de esta, perdiendo así la personalidad propia. Para finalizar se comentó que hay personas que tienen miedo a recibir atención, provocado, en su mayoría, por pensamientos de baja estima.

 

 


 

Raúl Caballero: Bien, hoy estamos a 8 noviembre de 2012.
Vamos a hacer una psicointegración tratando de tocar algunos de los temas importantes que suelen condicionar al ser humano encarnado. Y digo al ser humano encarnado porque al espíritu o entidad suprafísica no le afecta lo mismo que al ser humano encarnado.
Nosotros al estar encarnados estamos de alguna manera, expuestos siempre a todo lo que hay en el plano físico. Estamos expuestos a una educación, estamos expuestos a una serie de dificultades en el plano físico ya desde el momento en que encarnamos que no se pasa en un plano suprafísico.
En el plano físico tenemos que pasar por muchísimas, digamos «pruebas». Ya desde el momento en que encarnamos pasamos por una familia. Una familia que nos puede tratar mejor o nos puede tratar peor. Una familia que puede condicionarnos. Es muy difícil, además liberarse del condicionamiento de una familia. Porque una familia cuando uno es pequeño es como que se aferra, o se agarra muy fuerte a lo que le enseña la familia, ¿no? Porque no tiene otro lugar donde agarrarse o aferrarse, no tiene otro lugar donde aprender, entonces lo lógico es que la persona que es pequeña, el niño aprende siempre de la familia. La familia puede ser negativa o no pero en el caso de que sea negativa puede condicionar a esa persona física que aún es pequeña y no tiene razonamiento. Hasta el punto tal de que llegue a implantarse engramas o llegue a aprender o aprehender conductas erróneas. El momento en el que la persona ha aprendido esas conductas erróneas es muy complicado quitarlas porque las asume como propias. Además lo ve normal, lo ve como normal, lo asume como normal.
Si el niño asume una conducta que es errónea y extraña a la vez pero en su familia la ha visto normalmente, es como que la va a ver normal para él. Para él va a ser normal aunque sea la más extraña del mundo. Aunque sea negativa, la va a ver positiva. No va a entenderlo. Y si se aferra, a lo largo de muchos años, cada vez será más complicado erradicar esa conducta.
A lo largo de las distintas consultas, he podido apreciar, que la mayor parte de engramas, digo del 10% no del 90%, digo del 10%, la mayor parte de engramas del 10% están como más enganchados cuando esos engramas han sido implantados a través de la familia cuando la persona era pequeña y esos son los engramas más complicados que hay a nivel de 10% de erradicar. Para muchos incluso esos engramas son inconscientes. La familia tiene el poder de implantar los engramas como también tiene el poder de implantar conductas erróneas y pueden incluso acrecentar los roles del ego. Porque los roles del ego son inherentes al ser encarnado y al ser no encarnado también. Porque muchos autores mal han dicho de que en el plano espiritual no hay ego cuando resulta que en el plano espiritual hay muchísimo ego. En los planos 2 y 3 hay ego. Incluso en niveles más elevados también hay ego. Como en el caso de Eloah, Jehova que está en el plano 8 y tiene ego.
El ego es inherente al ser que existe, ser encarnado, ser desencarnado. Es inherente. Ese ego es muy fácil de potenciar por terceras personas. Y más si esas terceras personas les tenemos algún tipo de vínculo afectivo. Porque en el mismo momento en que se hace un vínculo afectivo con una persona, se establece un vínculo con esa persona, es como que le damos más poder a sus palabras. Al darle más poder a sus palabras, automáticamente, cuando nos dice algo, nos puede afectar o condicionar más hasta el punto de que puede llegar a implantarnos engramas o acrecentar esos roles del ego. Y de repente tenemos un rol del ego de inseguridad o de baja estima porque la otra persona ya nos ha inculcado ese rol del ego.
Y supongamos que la persona ya es insegura de por sí, porque la inseguridad es un rol del ego pero el rol del ego puede venir del propio thetán o de vidas atrás. Y ya somos inseguros. De repente, nuestro padre, nuestra madre o cualquier miembro de nuestra familia nos hace sentir como un completo inútil. Vamos a creérnoslo todavía más. Ese pequeño complejo de inferioridad se va a agigantar, hasta el punto de que se va a convertir en un rol del ego muy complicado de erradicar y muy aferrado a la persona. Y pueden pasar años y años y años y seguimos con el mismo rol del ego teniéndolo ahí enganchado.
¿Y cómo se soluciona eso? ¿Cómo se soluciona cuando una persona tiene esa baja estima enganchada? Se soluciona. Primer de todo, saliendo de si mismo y evaluar las cosas desde afuera. Desde afuera quiere decir ver las cosas de forma objetiva y no subjetiva.
No ver las cosas desde el punto de vista de uno. Sino ver las cosas desde el punto de vista neutro. Cuando aprendemos a vernos neutramente vemos que tenemos nuestros defectos pero vemos que también tenemos nuestras virtudes. Y al ver que tenemos defectos y virtudes nos convertimos en una persona normal. Una persona normal no tiene complejo de inferioridad, no lo tiene, para nada lo tiene. Eso sería la clave para integrar esos roles del ego de inferioridad. Vernos a nosotros mismos desde afuera.
Eso es muy complicado, dicen algunos, es un trabajo interno y es un trabajo de años. Para uno verse desde afuera tiene que tener objetividad. Y uno tiene objetividad en el mismo momento en el que trata de ver las cosas coherentes. De forma coherente es lo contrario a fanatizado. La persona que esta fanatizada no lo ve de forma coherente, lo ve como se lo han enseñado. Pero la persona que lo ve coherente es esa persona que trata de buscar la explicación a todo. Sin caer en otro extremo. Porque siempre hay dos extremos. Pero es la persona objetiva la que tiene ese cosquilleo que le hace investigar y le hace querer saber. Esa persona es una persona coherente porque es una persona que trata de dar explicación a las cosas. Explicación coherente, se dice, esa persona es capaz de verse desde afuera. Es más complicado con la gente que esta fanatizada, mucho más complicado con la gente que esta fanatizada. Porque la gente que esta fanatizada. El fanatismo es otro fruto de la mente reactiva. Entonces la persona que esta fanática, esta reactiva. Si esta reactiva, no puede verse desde afuera.
Pero la persona que tiene complejo de inferioridad, si es una persona que en esencia, es coherente no está reactivo. A lo sumo está reactivo cuando hay algo que le hace sentir inferior. Cuando no hay nada que le estimule ese rol de ego, no está reactivo. Esa persona es capaz de verse desde afuera.
Tendríamos que hacer otra sesión para poder aclarar el tema del fanatismo y como superar ese fanatismo para después poder superar un rol del ego concreto dentro de ese fanatismo. Porque es más complejo que la persona que es coherente. Ya que la persona que es coherente se puede ver desde afuera y la persona que es fanática, está reactiva y no puede verse desde afuera. Pero ahora no vamos a dedicar tanto tiempo en esta sesión para hablar de las personas fanáticas.
Vamos a ir ahora al punto en que una persona tiene implantado una serie de roles del ego porque se lo han implantado así.
Han niños que han recibido maltratos, han niños que han recibido exclusiones. Los maltratos no solamente son a nivel físico, también son a nivel psicológico. Y la persona que es excluida es maltratada también porque se siente dañada en el interior. Se siente dañada en el interior y eso puede hacer muchísimo daño a la persona. Quien se siente dañada es el ego dicen los maestros de luz y no la persona, porque el espíritu no se daña el que se daña es el ego. Es cierto que si una persona se siente rechazada y le hace daño. Es al ego al que le hace daño porque le ha puesto unas expectativas a la otra persona.
Unas expectativas de que no le rechazará, cuando hemos aprendido a través de distintas psicointegraciones, ya lo he explicado, de que nunca hay que poner expectativas a la otra persona porque nunca vamos a saber cómo va a reaccionar a la otra persona. Y eso nos puede frustrar o nos puede implantar engramas o roles del ego. Nosotros tenemos que ser coherentes en nosotros mismos y nunca caer en el problema del otro, si el otro nos excluye es problema del otro, no es problema de uno, es problema del otro, que es el que lo ha decidido así. Nosotros no somos dueños de los actos de los demás y por lo tanto tenemos que aprender también a respetar el libre albedrío de los demás. Entonces no podemos marcarnos unas expectativas sobre cara a la otra persona, porque no sabemos lo que hará la otra persona. Entonces lo único que conseguimos con eso es generarnos frustraciones e inseguridad. Nunca tenemos que marcarnos eso.
He explicado en muchísimas oportunidades que hay un rol del ego, que es el más pernicioso de todos, que es el de «depender de la aprobación de los demás». La persona que depende de la aprobación de los demás ya no es ella misma. Ya no es ella misma porque, ya no puede expresarse como quiere expresarse, tiene que expresarse como los demás quieren que se exprese la persona. Entonces es como que pierde la libertad.
Y sabemos que lo que nos ha concedido Eón, los dos tesoros de Eón, es el amor y el libre albedrío. El libre albedrío lo perdemos en el mismo momento en que empezamos a ser como el otro quiere que seamos. En el mismo momento en el que dependemos de la aprobación del otro y para ser como el otro podemos vestirnos igual que el otro, hacernos el mismo peinado o que nos guste lo mismo que al otro.
Hay una serie de factores en la sociedad que hace que una persona se vuelva rara entre comillas. Rara o extraña. ¿Qué es una persona rara? Una persona rara es una persona que no sigue el mismo patrón que los demás, que no sigue el mismo patrón que los demás, que no le gusta lo mismo que los demás, que no hace lo mismo que los demás.
Ahora haría yo una pregunta: ¿es que esa gente que hace todo igual tiene personalidad? Porque muchos son como borregos y siguen el rebaño. Uno empieza y los otros siguen. A uno le gusta algo y a los demás también. No por admiración. No digo por admiración sino por idealización. A una persona le gusta algo y los demás quieren parecerse a ella y les acaba gustando y así se van creando las tendencias o modas.
¿Qué personalidad tiene una persona que no le gusta lo que a ella realmente le gusta sino lo que al otro le gusta? ¿Qué personalidad tiene esa persona? Entonces, realmente el raro es el raro o lo raros son los que parecen que no sean raros. Porque aquel se está dejando llevar por ese rebaño. Aquel se está dejando llevar por ese rebaño. Yo creo que en esencia tenemos que ser como nosotros somos. Nos tiene que gustar lo que a nosotros nos gustamos y tenemos que hacer lo que nosotros hacemos. Y no dejarnos llevar por ese problema de ¡Oh! Lo que sobrepasa lo que es habitual, ¿no? Que sobrepasa lo que es normal. Yo creo que cada persona es distinta, que todos somos distintos, que todos somos únicos y que por lo tanto todos somos raros en algún aspecto. Y está bien que así sea porque sino que aburrido sería todo si fuéramos iguales siempre. Si fuéramos iguales, todos, sería muy aburrido.
Yo creo de verdad, que la persona es extraña, y lo digo de todo corazón, es una opinión personal mía, es una persona que se sabe valer, es una persona que tiene personalidad que tiene carisma, que es distinta a los demás, se necesita mucho valor para ser distinto a los demás, porque nos han enseñado a depender de la aprobación de los demás, a ser iguales que el resto. Pero entonces perdemos nuestra identidad. Hay gente que es rara y tiene miedo a mostrar esa rareza a los demás. ¿Por qué tiene miedo de mostrar esa rareza a los demás? Porque depende de la aprobación de los demás y piensa que no va a ser aprobada por los demás, y yo digo, bueno, bien, ¿qué necesidad tenemos de ser aprobados por los demás? Porque cada persona es distinta y es independiente. Nadie de nosotros necesitamos a nadie. Me refiero en el sentido de, que los demás nos transmitan una seguridad que nosotros no tenemos, no hay nadie que te pueda transmitir una seguridad que no tenemos, esa seguridad sería falsa. Todos los valores están dentro de nosotros antes que en los demás. Están dentro nuestro, dentro de cada uno y debemos aprender a descubrir esos valores nuestros, y no que los demás nos lo transmitan, somos nosotros los que tenemos que trabajar con eso.
Hay gente que no sabe decir que no cuando le piden un favor, porque carecen de dignidad, ¿cuál es la principal causa de carecer dignidad? La principal causa siempre es la misma, depender de la aprobación de los demás.
Hay gente que siempre quiere quedar con una sonrisa delante del otro, que siempre quiere caerle bien al otro, que siempre busca que el otro lo apruebe, una palmadita a la espalda ¡oh qué bien! ¡Qué bueno que es!
¿Para qué necesitamos eso?¿Para qué necesitamos escuchar de la boca de los demás que somos buenos? Si no es que intentamos tapar nuestras propias carencias. Nuestras propias inseguridades, inseguridades que no deberían ser porque cada uno somos buenos en unas cosas y somos malos en otras. Somos buenos en unas cosas y malos en otras. No hay nadie que sea perfecto. No existe la perfección. La perfección solo existe en Dios no en nosotros. Entonces ¿por qué no intentar luchar contra eso? Yo creo que cada uno de nosotros tenemos el poder para luchar contra eso. Luchar contra la sociedad, en el sentido de no depender de la aprobación de los demás, es lo más pernicioso que hay depender de la aprobación de los demás porque dejamos de ser nosotros mismos, esto lo he dicho infinidad de veces, dejamos de ser nosotros mismos. Perdemos esa libertad, ya no podemos hacer lo que nosotros queremos, ya no podemos hacer nada y nos limitamos de lo que el otro quiere, y entonces ¿qué? Cuando nos queremos dar cuenta ya es demasiado tarde, ya es demasiado tarde y somos vasallos del otro, ¿no? Esclavos del otro, ya no podemos hacer nada ahí cuando nos queremos dar cuenta.
Existe una clave para todo esto. Que es mirarlo todo de forma despersonalizada, que es tratar de estar siempre alerta, y aún en los momentos que tenemos dudas tratar de seguir adelante y ser fieles a nosotros mimos. Yo eso lo llamaría ser fieles a nosotros mismos. Hacer lo que nosotros queremos sin preocuparnos de si somos raros o no. Sin preocuparnos de que nos pongan la etiqueta de bicho raro. A mí me da igual la etiqueta, porque la etiqueta la ponen los demás desde su ego. Como yo no tengo ego yo no etiqueto. Y las etiquetas que me pongan, me dan igual, voy a seguir ser el mismo. Voy a seguir ser el mismo.
¿Quién marco que una persona es atractiva, otra es fea, quién marcó que una persona sea rara o la otra no? Son solo etiquetas que pone el ego de la sociedad. Yo creo humildemente que no hay nadie que sea más raro que el otro. Y tampoco creo que haya nadie que sea más perfecto que otro. Creo que todos tenemos nuestras falencias y nuestras virtudes. Creo que todos somos raros en algún aspecto y en algún otro no.
Y me gustaría hablar aunque solo sea un poquito, de lo que es el miedo a la atención. El miedo a que te presten atención. ¿Qué quiere decir eso? Hay gente que cuando las miradas se centran en la persona es como que se pone nerviosa. ¿Se pone nerviosa por qué? Se pone nerviosa porque primero de todo desconfía de ella misma, desconfía de ella misma en el sentido de que piensa que lo va a hacer mal todo, piensa que todos son mejores que ella y ella lo va a hacer mal. Ya se está autocondicionando porque ya se está autoexcluyendo. En el mismo momento en que la persona piensa que lo va a hacer mal, se pone nerviosa y la persona lo va a hacer mal, porque además hay algo que es fisiológico, que hace que cuando tu te pones nervioso falles en todo porque la atención te falla, y cuando no pones la atención en algo falla, entonces creo que depende de la persona mantener la sangre fría y calmarse en todo tipo de acontecimiento. Depende de la persona.
¿Cómo lograr ese estado de sangre fría? No importándote lo que tengas alrededor, no importándote lo que te vayan a decir, en cuanto no te importe la opinión de los demás ni la aprobación de éstos, que es lo que decía antes, automáticamente empiezas a ser tu mismo y no te importa que te miren, no te importa que se fijen en ti. Te da igual que se fijen o que no se fijen, no estoy diciendo que te guste que se fijen en ti porque eso sería otro rol del ego que explicaríamos de otra manera. Digo, que directamente te de igual, omites que te estén mirando o no, o prestando atención, lo omites directamente, lo omites porque no lo consideras importante.
La persona que se pone nerviosa es por su propia inseguridad y porque le da el poder a los demás. Y creo que esa sería la clave más importante de todas, la clave más importante de todas.
El rol del ego siempre es protagónico, siempre busca protagonizar y también protagoniza sintiéndose el más desgraciado que los demás. Hay gente que disfruta con eso, porque el rol de víctima, de repente, me siento más pequeño que los demás y me hago la víctima ¡Oh que soy el más pequeño que los demás! El hecho de hacerse más pequeño que los demás es un rol de víctima y el rol de víctima es el rol del ego más cómodo que existe. Porque la persona se acomoda a ese rol de víctima, a sentirse víctima porque puede manipular a los demás haciéndose víctima, porque puede sacar cosas a cambio haciéndose la víctima. Y porque despierta esa compasión en los demás ¡oh pobrecito! Y la persona se siente comodísimo manipulando y sacando todo a su favor. Disfrutan de ese rol de víctima, es como que el rol de víctima se apoderan de ellos y se sienten cómodos así, se sienten cómodos así, entonces ¿para qué disfrutar del rol de víctima cuando podemos disfrutar de ser nosotros mismos? ¿Para qué disfrutar del rol de víctima? Esto es lo último para terminar. A mí no me atrae una persona que me transmite compasión, me atrae una persona que es segura, una persona que transmite alegría, una persona que transmite felicidad, eso es lo que a mí me atrae.
Gracias por escucharme

 

Sobre Raúl Caballero 552 artículos
Especialista en Psicología Transpersonal y Psicoterapeuta Cognitivo Conductual. Más de 15 años de experiencia en el campo de la mente humana y en el campo esotérico y la mediumnidad.