Sobre Novas y Supernovas

La mayoría de los cambios que suceden en el universo son muy, muy lentos en relación con la vida de los seres humanos. Por ejemplo, tardó millones de años para que nuestro sistema solar se formara y otros 4,5 mil millones de años para que la vida inteligente evolucionara en uno de sus planetas. Nuestro Sol ha cumplido sólo la mitad de su ciclo de vida. ¡Una supernova, sin embargo, sucede en unos 15 segundos!

Novas y supernovas son estrellas que explotan liberando en el espacio parte de su material. Durante un tiempo variable, su brillo aumenta de forma espectacular. Parece que ha nacido una estrella nueva.

Una nova es una estrella que aumenta enormemente su brillo de forma súbita y después palidece lentamente, pero puede continuar existiendo durante cierto tiempo. Una supernova también, pero la explosión destruye o altera a la estrella. Las supernovas son mucho más raras que las novas, que se observan con bastante frecuencia en las fotos.

Las novas y las supernovas aportan materiales al Universo que servirán para formar nuevas estrellas.

Novas, ¿estrellas nuevas?

Antiguamente, a una estrella que aparecía de golpe donde no había nada, se le llamaba nova, o ‘estrella nueva’. Pero este nombre no es correcto, ya que estas estrellas existían mucho antes de que se pudieran ver a simple vista.

Quizá aparezcan 10 o 12 novas por año en la Vía Láctea, pero algunas están demasiado lejos para poder verlas o las oscurece la materia interestelar.

A las novas se las observa con más facilidad en otras galaxias cercanas que en la nuestra. Una nova incrementa en varios miles de veces su brillo original en cuestión de días o de horas. Después entra en un periodo de transición, durante el cual palidece, y cobra brillo de nuevo; a partir de ahí palidece poco a poco hasta llegar a su nivel original de brillo.

Las novas son estrellas en un periodo tardío de evolución. Explotan porque sus capas exteriores han formado un exceso de helio mediante reacciones nucleares y se expande con demasiada velocidad como para ser contenida. La estrella despide de forma explosiva una pequeña fracción de su masa como una capa de gas, aumenta su brillo y, después se normaliza.

La estrella que queda es una enana blanca, el miembro más pequeño de un sistema binario, sujeto a una continua disminución de materia en favor de la estrella más grande. Este fenómeno sucede con las novas enanas, que surgen una y otra vez a intervalos regulares.

Supernovas

La explosión de una supernova es más destructiva y espectacular que la de una nova, y mucho más rara. Esto es poco frecuente en nuestra galaxia, y a pesar de su increible aumento de brillo, pocas se pueden observar a simple vista.

Hasta 1987 sólo se habían identificado tres a lo largo de la historia. La más conocida es la que surgió en 1054 y cuyos restos se conocen como la nebulosa del Cangrejo.

Las supernovas, al igual que las novas, se ven con más frecuencia en otras galaxias. Así pues, la supernova más reciente, que apareció en el hemisferio sur el 24 de febrero de 1987, surgió en una galaxia satélite, la Gran Nube de Magallanes. Esta supernova, que tiene rasgos insólitos, es objeto de un intenso estudio astronómico.

Las estrellas muy grandes explotan en las últimas etapas de su rápida evolución, como resultado de un colapso gravitacional. Cuando la presión creada por los procesos nucleares, ya no puede soportar el peso de las capas exteriores y la estrella explota. Se le denomina supernova de Tipo II.

Una supernova de Tipo I se origina de modo similar a una nova. Es un miembro de un sistema binario que recibe el flujo de combustible al capturar material de su compañero.

De la explosión de una supernova quedan pocos restos, salvo la capa de gases que se expande. Un ejemplo famoso es la nebulosa del Cangrejo; en su centro hay un púlsar, o estrella de neutrones que gira a gran velocidad.

 

Aficionado a la astronomía captó la explosión de una supernova

Víctor Buso, de la ciudad de Rosario, Argentina, recientemente fotografió la explosión de una supernova de la galaxia espiral NGC 613, ubicada a 70 millones de años luz de la Tierra y fue el primer hombre en registrar el nacimiento de una supernova, es decir, la explosión que se observa de la vida final de las estrellas muy grandes. El descubrimiento fue de tal trascendencia que fue publicado en la revista Nature.

Ha sido un golpe de suerte. Una simple casualidad, pero de esas que, de vez en cuando, hacen que la ciencia avance. La fortuna, esta vez, le sonrió al astrónomo amateur  que estaba probando su nueva cámara. Sin quererlo, y justo debajo de la galaxia que estaba fotografiando, apareció un brillante destello. Era el momento exacto en que estallaba una supernova, algo que hasta ahora no se había conseguido jamás.

 


 

 

Hasta la próxima

 

David (10% Nori-El)
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«Hay mayor realidad que nuestra mayor ficción»

Maestro Nori-El

 


 

Mas Información y Fuentes:

Wiki Supernova
www.astromia.com
infobae.com Rosarino aficionado a la astronomia capto la explosion de una supernova