Eva 05/08/14

Sesión de Psicoauditación

Médium: Raúl Caballero

Entidad: Thetán de Eva

Interlocutor: Laura

Comenzó expresando su bienestar y destacó la labor de la interlocutora. Relató una vivencia bastante oscura, referida al tema espiritual, que le generó en todas las vidas posteriores un bloqueo que le impide al 10% visualizar o conceptuar bien.

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Laura : Bien, vamos a hacer una sesión con el thetán de Ivonne a ver cómo se encuentra. ¿Qué tal? ¡Bienvenido!

Entidad : ¡Bien! Me encuentro bien, gracias por todo, por lo que has hecho y por lo que tengo constancia que vas a intentar. Tengo en cuenta que el trabajo de interlocutor no es fácil porque puede haber entidades de distinta índole y con distintos problemas y se entremezclan, porque no siempre hacéis canalizaciones con las mismas entidades reiterativamente, lo cual hace que tenga que tener muy en cuenta la debilidad de uno o de otro, los problemas de uno o de otro. Sé que no es cómodo y no es fácil hacer de interlocutora y lo sé principalmente por eso que te he dicho, sé que hay entidades bastante difíciles de tratar que no quieren ayuda, que no quieren que les traten, que no quieren tener -digamos- problemas aun sabiendo que lo que van a tener es una ayuda, muchos pueden ubicarlo como un problema y no quieren entrar en eso, entonces es muy difícil abrir a una entidad que no quiere entrar en eso, es muy complicada la labor que ejerces y por eso te doy las gracias.

Laura : Gracias a ti, intento hacer lo que se puede.

Entidad : No sé si tienes alguna pregunta tú por ejemplo a nivel como interlocutora para mí como entidad.

Laura : Bueno ya me dijiste que te ayudase con el tema más emocional y referido todo lo que vaya a la mediumnidad. Sí me quieres dar tú algún aporte o… lo que tú creas.

Entidad : El único aporte que te podría dar es que voy a intentar relatar una vivencia hoy que es bastante oscura, bastante dañina, pero no tanto a nivel de mediumnidad en sí. Sí tiene que ver con el tema espiritual, pero directamente con la mediumnidad seguramente no. Tuve una mala experiencia con el tema espiritual en una vida anterior y desde entonces arrastro engramas sobre ese tema, entonces seguramente el aporte que te pueda dar es la pista de por dónde va un poco dirigida la sesión, la vida, ¿no? Si a partir de ahí te puede servir pues adelante. Estoy intentando recordar la vida porque es una vida que me generó serios problemas de cara a al futuro porque lo he ido arrastrando vida tras vida y me ha generado constantemente en todas las vidas un bloqueo, ya no tanto a nivel áurico, sino seguramente sea un bloqueo que me impide en mis vidas encarnado visualizar, conceptuar bien. El tema espiritual es un tema que te puede abrir los ojos, te puede cambiar la vida, pero si no estás preparado te puede generar engramas también y complicarte mucho la vida.

Laura : (Asiente).

Entidad : Yo en esa vida no sé si estaba o no estaba preparada, lo que sé que lo que escuché a mí no me gustó.

Laura : ¿Y qué escuchaste?

Entidad : Voy a ir al kit de la cuestión sin preocuparme a relatar nada de mi pasado fuera de que encarné en una familia que era tremendamente religiosa, tremendamente religiosa. Hablamos de una época oscura en el Reino Unido y digo oscura porque era una época de brujerías, era una época de maldiciones, era una época donde todo lo espiritual tenía que ver con el demonio, con la magia. Otras épocas tal vez, aunque aún a día de hoy sea tan diferente todo. En el kit de la cuestión yo tenía unos amigos que hablaban del tema, se reunían por las noches a altas horas de la mañana saltándose el toque de queda, a las 2, 3, 4, 5 de la madrugada en lugares aislados como para que la guardia no estuviera. Ellos se ponían a hablar del tema, hablaban de seres de otros mundos, de seres de otras dimensiones, de seres de otros planos, hablaban de cosas que pasan, de cosas que habían oído. Una casa encantada, un poblado fantasma cerca de Susville. Yo tenía mucho respeto por esas cosas y a pesar de sabía que lo hacían ya no por el temor al toque de queda, seguramente por el respeto a esos temas, aun sabiendo que ellos se reunían yo me negué en varias ocasiones. Al final cedí, fui una noche, visualicé cosas… Visualicé con mis ojos físicos es aura de cada uno de ellos, algo que no me había pasado todavía. Visualizaba trazos de luz y me llegaban una cantidad de conceptos muy grande. Recuerdo que en ese momento pensé: Es sugestión. ¿No?

Laura : ¿Cómo te sentías?

Entidad : Confusa, porque yo no era la Margaret que había estado siendo durante 16 años, estaba conociendo una Margaret nueva que era capaz de ver el aura de todos los que estaban presentes, de captar cosas, pero yo no estaba en estado de trance, claro, yo estaba bien lúcida. Extraño ese estado de confusión que sentí y el pesar que vuelve al cansancio a altas horas de la madrugada. En uno de los temas de conversación sale lo que sería la mediumnidad. No me atreví por miedo al ridículo a decirles lo que yo había estado experimentando desde que había pisado ese pequeño descampado donde ellos se habían reunido una y otra noche. No me atrevía por miedo al ridículo, por roles del ego diríais vosotros. Hablaron de que la mediumnidad podía ser desarrollada en cualquier momento, que siempre hay una clave, un factor condicionante. A día de hoy eso sabemos que es falso y que la mediumnidad se va ensayando día a día. «¿Y qué puede ser entonces lo que te sucedió?» Podría haber sido una pregunta. A día de hoy no lo sé ni yo, ni yo como parte espiritual. Si tenemos en cuenta que no se trata de ningún tipo de condicionante, ¿qué pudo haber provocado ese estallido mediúmnico en mí? A partir de ahí, ya fuera de día o fuera de noche podía percibir cosas que los demás no.

Laura : ¿Puede ser que ya estabas preparada para poder percibir el aura y conceptos?

Entidad : Puede ser, puede ser que me mostré receptiva en ese momento.

Laura : (Asiente).

Entidad : Aun a día de hoy no tengo la respuesta exacta, ni la busco tampoco porque el engrama no viene de ahí. El engrama viene de más adelante. Ellos eran buenos amigos, yo los quería a todos, cada uno por separado. Una noche estuve convencida: Hoy les cuento lo que veo. Pero como soy cauta, tanteé el terreno. Hablaron sobre brujería esa noche y sobre cómo había brujas que en la noche se les despertaban los poderes y eran capaces de hacer todo tipo de magia. Ellos mostraban admiración por la figura de la bruja, pero por otra parte mostraban respeto, temor, incluso odio.

Laura : ¿Te atreviste a contarles lo que tú sentías?

Entidad : ¡No! No, porque vi que yo podía ser una bruja para ellos.

Laura : (Asiente).

Entidad : Y a las brujas las querían muertas. Cuando oí esas palabras quise frenarme. No voy a decir que no estuve todo el día siguiente encerrada en casa meditando. Meditaba si yo podía ser una bruja, qué era una bruja en realidad y si resulta que aquella noche se me despertaron los poderes. No había información, ni algo como lo que vosotros llamáis Internet a día de hoy. Que, ojo, porque Internet es muy pernicioso también porque se mezclan las verdades y las mentiras, pero en aquel entonces las mentiras existían, se difundían y se convertían en verdades, verdades para todo aquel que las diría, que en aquel entonces eran todos. Las brujas era un hecho popular, a diferencia de la mediumnidad que solo la conocían mis cuatro amigos y poca cosa más. A diferencia de eso las brujas eran conocidas por el sastre de la esquina, eran conocidas por el hombre que llevaba los establos, las brujas las conocía todo el mundo. Todo el mundo conocía a las brujas y todo el mundo las odiaba. Todas las noches, ¡todas!, había quema de brujas. Siempre inventaban algunas excusa, siempre encontraban alguna pobre inocente que pudiera ser culpable para presentarla prácticamente en sacrificio a Satanás, para librarse de sus maldiciones decían ellos. «¿Qué maldiciones?» Decía yo. No me veía capaz de convertir a alguien en rana ni de volverlo diminuto y mucho menos de volar por encima de sus cabezas con una escoba. Me veía tan indefensa, tan vulnerable.

Laura : Sí, vivirías con miedo.

Entidad : Me veía vulnerable, la pobre Margaret era vulnerable porque veía que podía ser la próxima víctima en cualquier momento en el que sospecharan de que algo extraño pasara. Yo me mostraba segura de que muchas de esas víctimas de esas noches no tenían ni un don y se las habían ingeniado para culparlas a ellas. Qué fácil podría ser culparme a mí que, con que cometiera un error y dejara entrever lo que veo o lo que siento o lo que capto, pudiera ser que no pasara la próxima noche. Por miedo, por temor, me recluí en casa y no salía, no quedaba con mis amigos tampoco. Más que tener temor o respeto por los demás, por esas entidades, tenían temor y respeto hacia mí. Ciertos momentos pensaba: ¿Qué soy capaz de hacer realmente? ¿Podría matar a una persona si me lo propusiera? Pobre inocente de mí, casi como creyéndome los cuentos de hadas que contaban todos los días. Tenía temor de lo que yo podía hacer: ¿Y si mato a alguien sin querer? ¿Y si alguien me insulta y por la energía negativa que le mando lo mato y luego me acusan de brujería? Me recluía en casa, pero estaba en constante contacto con mi familia y tenía miedo de lo que pudiera pasar. Una noche hice mis cosas en pleno toque de queda y me marché sin que los guardias me viesen. Me fui al bosque, a las profundidades del bosque donde pensaba: Aquí, tranquila, es el toque de queda y aquí estoy fuera de las leyes de los mortales. De los mortales… casi me había creído el cuento ya. Tanta gente hablando de lo mismo y yo viendo esos poderes que tenía, casi me había creído que de verdad era una auténtica bruja. Me fui a vivir sola en el bosque. Me sentía sola, muy sola. La pobre Margaret se sentía absolutamente sola.

Laura : ¿Estuviste mucho tiempo viviendo sola en el bosque?

Entidad : No, no. Menos de lo que me hubiera gustado.

Laura : ¿Qué sucedió?

Entidad : Tenía conocimiento de hierbas, era capaz de preparar infusiones con hierbas. Me alimentaba mediante los jugos que podía sacar de las distintas plantas. Seguramente que era insuficiente. En el pasar de aquello, cuando peor estaba ya, no estaba cómoda viviendo ahí después de estar rodeada de algunas comodidades mayores. Hice lo peor que pude hacer seguramente, irme a vivir sola al bosque. En una de las tantísimas inspecciones que hacían los guardias para buscar a posibles fugitivos de la dictadura me encuentran a mí en una hoguera bebiendo infusión, yo ya desgastada. Los miro de reojo, no sé si me había creído el cuento o lo hice por protección, la única manera de defenderme seguramente que era atacando. Les digo:

-No estoy de humor, lejos de aquí os quiero ver si no queréis que os lance una maldición.

Dieron un paso hacia atrás. Yo creo que huelo en ese momento su miedo. En ese momento salgo corriendo. Me persiguen. Tanto tiempo escondiéndome para que al final me delate yo sola. Un instinto de protección, «si digo eso me dejarán en paz por miedo». Pero mi instinto de reacción me hizo que saliera corriendo y me persiguieran. Tal vez vieron que no era tan fiera, si no me hubiese movido no sé qué hubiera pasado. Igual se hubieran ido y me hubieran dejado tranquila, igual hubieran vuelto al día siguiente con más hombres y me hubieran cazado, lo que sé es que me persiguieron. Me impactan con una flecha en el tobillo, caigo al suelo. ¿Dónde está ese mito de que las brujas viven en el bosque? No digo que fuera creado por mí, pero en gran parte fue inspirado por esa anécdota de que vieron una bruja sola en el bosque con una hoguera. Por supuesto que me condenaron por brujería y me quemaron en público como a todas las brujas. Aún ahora siento el calor abrasador de las llamas y cómo me deshacía en un interminable dolor. La muerte por… ffff… la muerte por quemadura, por hoguera, es de lo peor que he experimentado nunca. Eso es lo que tenía que contar

Laura : Muy bien. ¿Durante la estancia en el bosque tuviste tiempo para meditar y captar un poco mejor y estar un poco más tranquila o te sentías más con miedo de todo lo que causabas?

Entidad : Tenía miedo, tenía miedo de que me encontraran, que fue finalmente lo que pasó.

Laura : ¿Y cuando desencarnaste cómo te sentiste?

Entidad : Frustrado, frustrado porque pensaba que no lo merecía, no era una bruja, esa gente estaba equivocada, pero más tarde pensé en los demás y dejé de pensar en mí y pensé cuántas otras víctimas han habido por brujería la noche antes y la misma noche que yo. Presiento que son tan o incluso más inocentes que yo de gente que capta incluso menos que yo, entonces la injusticia la sentí como una injusticia colectiva y seguramente que la ubiqué más como cosas que pasan en un marco histórico, en un contexto cronológico como pudieran ser en su día las Cruzadas también.

Laura : Sí.

Entidad : O la Inquisición. Entonces lo ubiqué como más natural dentro del acto hostil enorme. Es como que empecé a entender un poquito el marco histórico y dejé de sentirme víctima.

Laura : Claro, porque tú no tenías culpa de…

Entidad : Al principio pensaba que la culpa era de ellos y los maldecía, pero después pensé: Bueno, ¿cuántas más ha habido como yo? Deja de pensar en ti. ¿Cuántas más han matado por cosas que han hecho incluso menores que tú? Y siguen siendo unos bastardos, pero entiendo que encarné en el peor momento del peor lugar. Si encarnas en ese lugar, en ese marco histórico y tienes facultades mediúmnicas seguramente que tuve el final que tuve que tener.

Laura : ¿Encarnaste en alguna misión en concreto?

Entidad : No lo sé, me haces una pregunta que debería saber. No lo sé, no te la sé ni responder. No sé si de lo saturado que me encuentro o de lo saturado que me encontraba en ese momento.

Laura : Claro, porque no tenías a ningún amigo o a alguien con quien confiar.

Entidad : No, porque mis amigos eran ellos y en esa época había una clara tendencia hacia lo que es la brujería y, digamos, solo había un punto de vista, el punto de vista era compartido por todo el pueblo.

Laura : Sí.

Entidad : No había nadie que pensara bien en las brujas, es como decir que hoy en día hay alguien que piensa bien en vuestros políticos, es imposible.

Laura : (Asiente).

Entidad : Voy a retirarme a meditar, a descansar, a desconectar.

Laura : Vale.

Entidad : Gracias por tu participación aquí, me hubiera gustado que participases un poquito más en el relato, creo que he dado de sí, pero te agradezco muchísimo la labor.

Laura : Gracias a ti por haber venido y un saludo.

Entidad : Hasta todo momento y muchísimas gracias por darme una oportunidad.

Sobre Raúl Caballero 552 artículos
Especialista en Psicología Transpersonal y Psicoterapeuta Cognitivo Conductual. Más de 15 años de experiencia en el campo de la mente humana y en el campo esotérico y la mediumnidad.