Inteligencia Emocional – 1. Autoconocimiento y autoanálisis

08/08/19

De: Raúl Caballero

Nos explica la importancia de la inteligencia emocional. Identificar nuestras propias emociones, Hacer una introspección

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Como siempre dije, es fundamental comprender que tener un control total de las emociones no quiere decir no sentir emociones, no quiere decir ser robot, no quiere decir ser frío como el témpano, no quiere decir eso. Hay 5 puntos indispensables dentro de la inteligencia emocional que me gustaría aclarar. El primero de todos tiene que ver con la conciencia, el “darnos cuenta” que dije en algún otro audio, darnos cuenta de nuestras propias emociones. Ese autoanálisis que siempre he explicado, esa autocrítica, el conocimiento de nosotros mismos, ese autoconocimiento. Como dice la famosa frase: “quien no se percata de sus emociones, queda a merced de las mismas”. Esto quiere decir concretamente que la persona que no sea capaz de autoevaluarse, la persona que no sea capaz de hacer introspección, la persona que no sea capaz de visualizarse dentro de sí mismo, y de visualizar tanto las virtudes como los defectos, no va a lograr mejorar o corregir esos defectos.

Es necesario, como dije en un audio anterior, sentir, permitirse sentir esas emociones, ponerle un nombre. Ejecutarlo de manera correcta ese análisis nos da un control sobre nosotros mismos, o por lo menos un conocimiento. Identificar nuestras propias emociones que sentimos en ese momento, al evaluar situaciones pasadas, es decir hacer introspreccion de lo que ha ocurrido en el día a día, de todo lo que nos ha ido sucediendo y de cómo nos hemos sentido, eso implica la inteligencia emocional más primaria de todas. Aquella persona que es capaz de distinguir la emoción que ha tenido en un momento dado, quiere decir que tiene una inteligencia emocional desarrollada. La primaria, pero ya la desarrolla. A partir de ahí podríamos ir al resto de puntos, que también son importantes los otros 4 puntos, también son importantes, que tiene que ver con ir desarrollando esa inteligencia emocional a algo que ya no es primario, sino que ya es mucho más avanzado o sofisticado.

Pero me gustaría seguir entrando, justamente, en eso que tiene que ver con la autocrítica, y en eso que tiene que ver con hacer introsprección, eso de evaluar nuestras propias emociones que nos da el primer conocimiento de nosotros mismos. Nosotros casi siempre somos absueltos en el tribunal de nuestro propio corazón. Siempre que miramos dentro de nosotros mismos, siempre somos víctimas, nunca somos hostiles, nunca hicimos nada mal. Los demás siempre hacen algo mal, nosotros nunca. Aplicamos la ley de nuestros puntos de vista: como yo lo veo de determinada manera, yo no lo hice mal. Siempre somos absueltos, siempre, en nuestro propio corazón, siempre, porque somos nosotros, ¿no? Nos identificamos con ese ego, entonces de repente, bueno, nosotros nunca hicimos nada mal porque bajo nuestro punto de vista, que siempre es el único válido para el ego. Y cuando no podemos rehuir y realmente vemos que hay un error, encontramos facilmente multitud de eximentes, de disculpas, de justificaciones. Siempre nos justificamos, siempre tenemos excusas para todo, siempre. Nosotros, nuestro ego, nunca nos equivocamos. Y bueno, si nos equivocamos siempre hay una justificación del por qué: “y bueno, no está tan mal”. Es importantísimo no hacernos los ciegos de nuestros propios defectos, importantísimo es. Eso es lo que tiene que ver justamente con lo que yo comentaba.

Y bueno, con eso podríamos ir a otros puntos. Es muy complicado esto que comento, porque en el momento en el que estamos racionalizando y analizando un proceso emocional, hay que poner palabras a cosas que son, a conceptos que son estrictamente abstractos. Cuesta mucho colocar la palabra para definirlo. Por eso buscad todas las palabras que encontréis, porque todas son importantes. No tengáis miedo de decir que os sentís enojados, no tengáis miedo de decir que os sentís tristes, no tengáis miedo de sentir vergüenza, no tengáis miedo de sentir envidia, no tengáis miedo de sentir frustración, no tengáis miedo de sentir resignación, un resentimiento, o rencor, o rabia. No tengáis miedo de sentir, como dije antes, y de colocar las palabras más primaras que encontréis. Volviendo a eso, que es justamente lo que quería hablar, lo fácil que es eximirse de culpas uno mismo buscando justificativos, e intentando excusarse mediante el punto de vista de uno. Ya lo dijo Tales de Mileto hace miles de años atrás: La cosa más dificil es conocernos a nosotros mismos –dijo- y lo más fácil, hablar mal de los demás. Siempre uno nunca tiene la culpa, siempre la tiene el otro, siempre la tiene el otro. También voy a citar a Aristóteles, quien dijo: Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.

Entonces, y habiendo hablado de todo esto, a qué esperamos para ponernos manos a la obra. ¿A qué esperamos para ponernos manos a la obra? Ya no hay excusas, hemos de comenzar a hacer introspección sobre nosotros mismos, y autoanálisis. Es la única manera de desarrollar esa inteligencia emocional primaria, de comenzar a generar un cambio. En futuros audios explicaré los otros 4 puntos. Hasta todo momento y gracias por escucharme.


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A través del Canal de YouTube de Tetra-El puedes ver:

PSICOINTEGRACIÓN,El Arte de APRENDER A VIVIR PARTE 1:  https://youtu.be/xFHo2BMYq2Y
PSICOINTEGRACIÓN,El Arte de APRENDER A VIVIR PARTE 2: https://youtu.be/jG5hRGpPRWA
Sobre Raúl Caballero 552 artículos
Especialista en Psicología Transpersonal y Psicoterapeuta Cognitivo Conductual. Más de 15 años de experiencia en el campo de la mente humana y en el campo esotérico y la mediumnidad.