Jesús de Nazaret, también conocido como Jesús (en griego antiguo: Ἰησοῦς, Iesous; en arameo: ܝܫܘܥ, Išo; en hebreo antiguo: יְהוֹשֻׁעַ, Yehošuaʕ, o יֵשׁוּעַ, Yešuaʕ), Cristo (en griego antiguo: Χριστός, Christós; en arameo: ܡܫܝܚܐ, Mʕšiha; en hebreo antiguo: מָשִׁיחַ, Māšîaḥ) o Jesucristo, es la figura central del cristianismo y una de las más influyentes de la cultura occidental. Según la opinión mayoritariamente aceptada en medios académicos, Jesús de Nazaret fue un predicador judío que vivió a comienzos del siglo I en las regiones de Galilea y Judea, y fue crucificado en Jerusalén en torno al año 30, bajo el gobierno de Poncio Pilato.
https://es.wikipedia.org/wiki/Jesús_de_Nazaret
Entrevista con Ien-El (el Maestro Jesús)
Médium: Raúl Caballero
Entidad: Maestro Jesús (Ien-El)
Interlocutora: Laura
Entrevista con el espíritu 100% puro del Maestro Jesús donde responde preguntas sobre su edad espiritual, plano, guías, grado OT y explica en qué consiste su cargo de Logos Solar. También deja varios mensajes para pensar.
Laura: ¡Bienvenido!
Ien-El: Es una dicha, querida hermana, estar una vez más aquí, porque sé que me habéis convocado.
Laura: ¿Le puedo hacer una serie de preguntas a modo de entrevista?
Ien-El: Quisiera -de alguna manera- dar un pequeño mensaje introductorio.
Laura: De acuerdo.
Ien-El: Si no te parece mal.
Laura: Que va, todo lo contrario.
Ien-El: Porque sé que son unas fechas en las que de alguna manera se recuerda mi encarnación última de hace 2000 años atrás, pero no quiero cometer un error que ha avisado en muchas oportunidades el querido hermano Johnakan-Ur-El, quien fuera mi gran discípulo amado como Juan en esa encarnación.
Cuando Johnakan comenta que la falsa modestia es prima hermana de la hipocresía. Y estoy de acuerdo. Y es por eso que no voy a decir que mi encarnación no fue relevante. Sé que mi encarnación fue importante, pero el mensaje que quiero dar: quiero decir que en estas fechas noto como si de alguna manera me sobrestimaran -sobrevaloraran- todos.
Y os infravaloráis a vosotros mismos. Sois tan importantes cada uno de vosotros en el día a día cotidiano como lo fui yo, porque todos tenéis el poder de ayudar al prójimo. Porque yo era y soy un humilde hijo del Padre, como cada uno de vosotros lo sois también. No sois menos.
Ese era el mensaje, querida hermana. Quería remarcar, que es una dicha poder estar aquí gracias una vez más a este querido receptáculo, este querido hermano que pone toda su voluntad y todo su cariño y amor.
Laura: Gracias también a usted por presentarse. ¿Podría darnos su nombre conceptual?
Ien-El: Ien-El, con «i» latina.
Laura: ¿En qué plano vibracional se encuentra actualmente?
Ien-El: Estoy en el 5.9.
Laura: ¿Qué edad espiritual tiene?
Ien-El: Aproximadamente 33 millones de años.
Laura: ¿Cuántas vidas ha tenido?
Ien-El: Muy pocas, porque apenas he tenido 12 vidas; siendo la última la que vosotros conocéis.
Laura: Entonces, ¿no ha vuelto a encarnar desde su encarnación como el Maestro Jesús?
Ien-El: No.
Laura: ¿Ha tenido más encarnaciones relevantes en éste u otros mundos?
Ien-El: En la misma vida que encarné como Yeshua ben Yosef, en esa misma vida tuve una oportunidad de cumplir una misión en otro mundo y fue relevante también para ellos. Más allá de eso no he tenido vidas que fueran tan relevantes como la que conocéis. A veces, se me sobreestima.
Tuve una vida buena, no quiere decir que todas las vidas fueran tan importantes. Si bien está claro que he encarnado siempre desde la Luz, he encarnado como Maestro, he encarnado para enseñar… y muchas veces he logrado cumplir con mi misión, pero nunca de forma tan relevante.
Laura: ¿En qué plano encarnó en su rol como Maestro Jesús?
Ien-El: Encarné en un plano 4 maestro.
Laura: ¿Y en qué plano desencarnó?
Ien-El: Desencarné en el mismo plano, en el cuarto. Desencarné en el plano cuarto a pesar de todo el servicio que había prestado. Fue más tarde cuando pude llegar al plano quinto. Aproximadamente fue 1000 años más tarde.
Y fíjate, querida hermana, que yo desencarno en un plano cuarto y me asignan como cargo: Logos Solar. No estaba en el plano quinto, pero entendieron -toda la Jerarquía y todos los Maestros Ascendidos- que lo que había hecho era muy importante para todo el planeta.
Laura: ¿En qué misión encarnó en esa vida?
Ien-El: Encarné con la misma misión que encarnáis cada uno de vosotros. De verdad, de verdad. De verdad os lo digo. No os engaño. Cada cual encarna con la misión de servir al prójimo. Yo encarné con la misión de servir al prójimo, y de alguna manera serví al prójimo.
Durante los años de mi vida traté de prestar atención al otro, no voy a decir que encarné en la misión de romper las normas. Eso fue secundario porque yo vine a cumplir la ley, y eso lo comenté. No voy a decir que mi misión buscaba trascender, porque me resultaría muy arrogante decir que antes de encarnar mi misión era trascender en el mundo. Eso fue una consecuencia.
Y seguramente la consecuencia de mi muerte porque, de haber sido de otra manera, seguramente la consecuencia hubiera sido otra y seguramente no me recordarían como hoy me recuerdan muchos.
Sí es cierto que yo encarné premeditadamente por la Jerarquía, que encarné en la labor de misión como muchos otros hermanos. Como lo ha hecho Siddartha en su tiempo, también. No sé si mi misión en ese momento era más importante. No me gusta la comparación, sólo sé que era muy importante y que terminó siendo, insisto, la consecuencia más importante que el inicio.
La misión más concreta tal vez sería explicar al mundo, dar a conocer conocimientos que en la época no estaban. Tal vez, tratar de dar orden, pues se había malinterpretado la figura de mi Padre con la figura de quien ya conocéis como Yahvé. Tal vez, quería dar orden.
Quería dar una serie de conocimientos que para la época eran un adelanto y que, hasta muchos siglos después, no se entendería. Y aún hoy en día -en lo que vosotros llamáis siglo XXI- no estoy seguro que todo el mundo comprenda en sus totalidad mis palabras.
Laura: ¿Siente que cumplió dicha misión?
Ien-El: Te puedo dar dos respuestas querida hermana: Sí y no. Si te hablo desde mi parte analítica, seguramente te tengo que contar «sí», porque el mensaje de alguna manera trascendió, pero dentro de mí hay una chispa de sufrimiento:
No puedo dejar de pensar en el momento en la cruz y pensar rogarle al Padre que me concediera más tiempo para seguir difundiendo su Palabra. Y sentí que mi misión se quedó a mitad, porque podría haber trascendido a más personas si hubiera podido continuar con mi palabra que era la Palabra de mi Padre.
Laura: ¿Qué grado OT llegó a desarrollar?
Ien-El: Llegué a OT15 en el Monte de los Olivos, en Getsemaní.
Laura: ¿Con qué maestros que nosotros conozcamos tiene mayor afinidad?
Ien-El: Por supuesto con mi quien fuera mi amado discípulo Johnakan Ur-El. También tengo afinidad con quien fuera mi gran Maestro Siddartha, pero no me interesa de alguna manera poner por encima a nadie. No me gusta.
También con quien cumplió el rol de Krishnamurti, fue alma gemela mía y tenemos afinidad, al igual que con Domanisel, quien fuera la samaritana del pozo de Jacob. Pero, no me interesa remarcar por encima a nadie. Todos son mis hermanos y os amo incondicionalmente.
Laura: ¿Quién es su guía espiritual y su ángel guía actualmente?
Ien-El: Es una ironía, porque Johnakan-Ur-El es mi guía espiritual y yo soy su guía espiritual. Creo que esto ya lo comenté en alguna ocasión. Y a mi ángel guía le tengo un amor enorme, ahora y lo tenía hace 2000 años, el Arcángel Gabriel.
Laura: ¿Quién fue su guía espiritual y su ángel guía en su rol como Maestro Jesús?
Ien-El: En aquel entonces tenía el mismo ángel guía que tengo ahora, estaba el Arcángel Gabriel, que muchas veces me comunicaba con él y él se comunicaba conmigo. Recuerdo 2 momentos: Uno, cuando sorprendo a los mercaderes del templo y mi mente reactiva se apodera de mí y recuerdo en ese momento sentir su luz. Otra, cuando hablando con el querido Juan, él me decía:
-Si tú eres el hijo de Dios y tú puedes comunicarte con Dios: ¿por qué no le pides que elimine a toda la gente que es innecesaria y que cree un nuevo mundo?
Y recuerdo que la mente reactiva se apoderó de mí sintiendo que Juan no había comprendido mis enseñanzas. En ese momento atisbé la mente reactiva, porque yo tampoco estaba libre de la mente reactiva. En ese momento sentí la luz de Gabriel.
Hubo otro momento, cuando se acerca Pedro y trata de hacerme desistir en el momento de entregarme y yo digo:
-¡Apártate de mí, Satanás!
No refiriéndome a él, sino refiriéndome a mí Ego. Y se malinterpretó, refiriéndose a que me refería a él. Me estaba refiriendo a mi ego, porque en ese preciso momento mis roles del ego me hacían dudar.
Pedro me comentaba que podríamos cruzar hacia Damasco y escapar y yo, asustado, pensé que podría tener razón. Y noté que esos roles del ego se apoderaban de mí, por temor. Por eso esas palabras. Y ahí noté también la luz de Gabriel, cómo me calmaba.
Y le agradezco que estuviera toda esa encarnación, porque fue muy duro.
Laura. ¿Y tu guía espiritual?
Ien-El: Sucede algo un tanto inusual, y es que en aquella encarnación como Yeshua ben Yosef no tuve guía espiritual. Y podéis pensar: «Eso es una revelación». No tuve guía espiritual, y muchos pensarán en esa misión tan dificultosa que debería haber tenido cinco guías, no uno. Y digo que no tuve ninguno.
No hizo falta tener un guía espiritual, porque todo el mundo entendió y se me concedió así el «permiso». Y cuando digo permiso lo digo entre comillas, porque en el plano espiritual no existe el coartar el libre albedrío, pero se concedió una diferencia, y es que la Energía Crística me asesorara como mi guía.
No tenía guía espiritual, sino que tenía la energía divina que era mi guía, que era la Energía Crística. Eso es algo que muy pocas veces ha sucedido. Tal vez entendieron que con la Energía Crística no necesitaba algún otro guía espiritual. No lo sé eso yo, pero le agradezco mucho a la Energía Crística que estuviera en todo momento ahí.
Laura: ¿Cómo era su aspecto físico en esa encarnación?
Ien-El: El color de piel era moreno, yo era de una estatura bastante alto: medía metro ochenta y dos (1,82 m). Era bastante corpulento, dentro de lo normal y dentro de los estándares normales. Y tenía el cabello castaño, barba como la que veis habitualmente, sobre todo en estas fechas. Eso es.
Laura: Vale. Para que quede grabado: ¿Usted nos confirma que es el Logos Solar?
Ien-El: Sí, lo dije hace un rato también.
Laura: ¿Y en qué consiste el cargo?
Ien-El: De alguna manera tratar de asesorar a todos los seres de este Sistema: todos los planetas, todos los seres, todos los Logos, todos los espíritus… pero no hago más que asesorar, guiar, orientar o comunicarme… No es para sobrevalorarlo el cargo si es que lo queremos llamar así. Que la palabra no me gusta, porque «cargo» suena como algo que haces obligadamente. Por lo menos es el concepto que le habéis dado vosotros.
Laura: ¿Quiere darnos algún otro mensaje para la humanidad para el domingo de Pascua?
Ien-El: Sí, quisiera dar otro mensaje aparte del que he dado inicial, muy breve: Se mal entendieron muchas cosas de las que yo dije. Muchas otras se censuraron y nunca aparecerán. Cuando yo hablaba de temas como la reencarnación… todo eso se censuró, porque no convenía. Y se malinterpretaron muchas de las cosas que dije. Por ejemplo:
Sé que no es la primera vez que lo digo, sé que puede sonar reiterativo, pero, de verdad que lo que más me interesa es que cada uno de vosotros entendáis el mensaje. Aunque lo tenga que repetir un millón de veces, si sirve para que el último ser de esta Creación entienda lo que voy a decir me habrá servido. Es lo siguiente:
Cuando yo dije que se iban a causar cismas entre padres e hijos, entre hermanos, entre familiares… por seguir el Camino del Padre, por seguirme a mí, muchos pensaron que yo estaba tratando de separar. Pero no es así.
El tema separatista está en cada uno de vosotros y fuisteis vosotros los que os separasteis los unos con los otros. Yo no venía a desunir, a separar o a generar peleas, pero entendí que dentro de la poca trascendencia de los roles no se iban a poner de acuerdo. No os ibais a poner de acuerdo. Iban a haber discusiones y no todo el mundo estaba preparado para entender mis palabras.
Aquel que decidiera estar a mi lado tenía de alguna manera que renunciar a todo, empezando por los roles, por los apegos familiares… Esto debía pasar porque no estabais preparados, no estaban preparados para entender mis palabras. No iba a haber unanimidad -¿me entiendes?- y de alguna manera se iban a generar esos cismas, esas separaciones.
Y así fue. Cada uno que me siguió tuvo pérdidas, pérdidas afectivas. Seguramente les implantaron engramas. Pero, ¿por qué fueron las separaciones? Por los roles del ego. No todo el mundo estaba preparado para entender lo que yo decía, y muchos van a pensar que fui yo quien quiso causarlo, pero eso no es así.
Y de verdad os digo a día de hoy a cada uno de vosotros hermanos míos que me escucháis que es importante la persona que tenéis al lado en vuestra familia, que los honréis, que los miréis a los ojos y que seáis uno con cada uno de ellos pero que, más importante que los roles familiares, es que todos sois hermanos, porque todos sois hijos del mismo Padre.
Amad al que tenéis al lado, aunque solo sea un conocido, aunque solo os lo crucéis en una tienda. Amadlo como si fuera vuestro hermano o como si fuera vuestro padre. Sólo entonces encontraréis la paz. Amando al otro, amando al prójimo, amando a todos vuestros hermanos.
Porque de verdad os digo que yo, aunque tuve impulsos egoicos porque estaba encarnado y era falible, y soy falible aún ahora, logré vencer los rencores y logré amar a aquellos seres que me condenaron a muerte.
¿Cómo no vais a poder vosotros? No me gusta la indiferencia, os cruzáis por la calle y ni os saludáis, ni os miráis…
¿De qué sirvió entonces lo que yo enseñé? Ese tender la mano al otro como un hermano, ese amar al prójimo como a uno mismo. Amándoos primero a vosotros mismos como dice Johnakan, bien. Pero amad al prójimo, de verdad os lo digo. Y eso lo enseñé.
Gracias por escucharme una vez más. Habló Ien-El, 5.9. Y mi importancia no es mi plano, mi importancia es vuestro bienestar. Os amo incondicionalmente.
Os dejo toda la Luz Crística.
Laura: ¡Hasta todo momento!